La ciudad de Rosario fue escenario ayer de cuatro nuevos crímenes ocurridos en menos de 12 horas, en distintos hechos relacionados a la violencia narco.
En horas del mediodía, un joven de 19 años fue asesinado a dos cuadras de su casa tras ser emboscado por dos hombres que se movilizaban en moto y otros dos que iban a pie.
Mario Ezequiel Sosa fue sorprendido alrededor de las 13:15 en Felipe Moré y Ocampo, en la zona oeste de Rosario. Recibió dos disparos letales y su cuerpo quedó tendido en el suelo.
La principal hipótesis que manejan los investigadores gira en torno a una presunta venganza vinculada al narcomenudeo en la zona. Surge de los diálogos que mantuvieron con vecinos: algunos indicaron que la víctima vendía drogas en el barrio.
Poco después de las 17, en Alem al 4000, en el interior de un pasillo del barrio Tablada, un hombre de 38 años fue herido de dos balazos y murió en el acto, mientras que un adolescente de 14 que se encontraba jugando a la pelota en el lugar recibió un tiro en el pecho y fue internado, aunque estaría fuera de peligro.
Según informó el diario La Capital, el ataque fue obra de un adolescente de 17 años, que ingresó al pasillo donde supuestamente funciona un búnker de drogas y disparó contra Darío Leguizamón, quien en ese momento se encontraba arreglando un lavarropas, acompañado por su esposa.
La mujer, embarazada de seis meses y madre de dos chicos de 14 y 18 años, aseguró que la víctima nada tenía que ver con la comercialización de drogas. "Estábamos tomando mate y él vio al pibe. Salió y este chico apuntó para adentro. Darío se puso adelante mío y las balas le dieron a él. Nosotros lo poco que tenemos lo pagamos trabajando", señaló a la prensa local. Y dijo desconocer si en ese pasillo funciona o no un búnker de drogas.
El asesino, de acuerdo con el relato de vecinos, se mostró inseguro e improvisado. Y no se descarta que haya confundido a su víctima con un trabajador. "Entró al pasillo mirando para abajo y con el fierro en la mano. No preguntó por nadie y caminaba como para el fondo. Cuando vio a los pibitos jugando se embatató y empezó a los balazos. En un momento se le trabó el arma y le pegó dos veces con la palma de la otra mano", indicaron.
Alrededor de las 19, en Margis al 5000, un joven de 21 años recibió múltiples disparos y murió minutos después en el hospital Roque Sáenz Peña, mientras un adolescente de 16 que se encontraba con él quedó internado en grave estado con un disparo en el abdomen.
Aún se desconoce la identidad de ambas víctimas y los detalles del ataque. El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Florentino Malaponte, encargó al personal de la Policía de Investigaciones (PDI) una serie de medidas, entre ellas indagar a los vecinos, para intentar establecer tanto la mecánica como el móvil del hecho.
El último de los homicidios ocurrido en menos de 12 horas fue denunciado anoche. Cerca de las 23:30, una mujer de 45 años encontró el cuerpo sin vida de un joven de 22 años tendido en el suelo, en el interior de su casa. Tenía dos balazos en el pecho y uno en el abdomen.
El ataque ocurrió en una vivienda ubicada en Rueda al 5300. De acuerdo con los investigadores, la víctima, identificada como Alexis Pereyra, murió en el acto producto de los disparos.
En tanto, la mujer que denunció el hecho mostró varios agujeros de proyectiles en la puerta de la casa, donde se secuestraron además varias vainas servidas.
También interviene en este caso el fiscal Malaponte y la Policía de Investigaciones (PDI), que por estas horas trataban de determinar la mecánica y el móvil del crimen.
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