Ya pasó más de un año de la muerte de la bibliotecaria María de los Ángeles París y todavía es un misterio lo que le sucedió a la mujer de 45 años durante esas escasas horas de la noche del 3 de mayo de 2017 en una comisaría de Rosario, donde apareció sin vida.
El martes, el canal Tres de la ciudad santafesina publicó un documento inédito que puede ser determinante en la causa: difundió cortes de video de las cámaras de seguridad de la propia Comisaría 10ª de Rosario en los que se percibe cómo la mujer llega al lugar y cómo, unos minutos después, varios agentes intentan reducirla ante un supuesto brote.
Hasta el momento, nadie sabe qué ocurrió durante esas casi cuatro horas dentro del destacamento policial. De acuerdo con la investigación, la docente llegó a la Comisaría para denunciar que estuvo a punto de ser robada en la calle y luego apareció muerta y esposada dentro de un calabozo del mismo establecimiento.
Una primera autopsia indicó que la bibliotecaria había perdido la vida "por causas naturales". Sin embargo, en noviembre del último año, la familia de la mujer fallecida y su cuerpo de abogados revelaron detalles de una "reautopsia" realizada sobre el cadáver.
La familia aseguró que con el nuevo examen, dirigido por la doctora forense de la Morgue Judicial de la Nación, Cristina Bustos, se detectaron lesiones "compatibles con las que se observan en víctimas de tortura y malos tratos policiales".
Ese informe indicó que París murió por "una arritmia cardíaca fatal, como consecuencia de un estado confusional agudo, agitación psicomotriz y delirio excitado, coadyuvado por la hipoxia producida como consecuencia de la restricción física a la que fue sometida (asfixia posicional)".
La familia de París incluso presentó una denuncia contra el autor de la primera autopsia, el doctor Lucas Matías Kuverling, del Instituto Médico Legal de Rosario y contra el fiscal de la causa, Luis Schiappa Pietra, a quien se lo acusó de "cometer graves irregularidades" en la investigación.
El material audiovisual publicado por la TV rosarina mostró, en primer lugar, los instantes de la llegada de París a la comisaría. Eran las 21:36 del 3 de mayo, cuando la mujer ingresó al destacamento con una blusa blanca, un jean y un abrigo que sostenía en su mano. La mujer lucía algo desorientada y hasta consternada y pidió en dos ocasiones que le brinden un vaso con agua.
Una oficial de policía acudió al pedido y le entregó el vaso en dos oportunidades. Luego de hidratarse, París se mostraba agotada. Resoplaba, cerraba los ojos, apoyaba su cabeza contra la pared.
A las 21:48, la bibliotecaria del complejo Gurruchaga salió del establecimiento y fue seguida por dos efectivos. Cinco minutos más tarde, París regresó a la comisaría. Presentaba signos de desorientación y dificultades para su traslado. A los pocos segundos, volvió a abandonar la comisaría.
Entonces, en las afueras del destacamento se vivió casi media hora de incertidumbre que podría resultar clave para el esclarecimiento del caso. A las 22:23, París reingresó a la Comisaría, sujetada por dos policías, que parecían incluso hacerla entrar a la fuerza a la recepción del destacamento.
De hecho, se ve cómo al ingresar, los oficiales intentaron reducirla contra unas de las sillas del lugar. Mientras tanto, un testigo entró después a la comisaría con algunas pertenencias de la mujer, que quedaron en la calle durante el supuesto incidente.
Luego se produjo la ya famosa llamada de la policía al servicio de emergencia Sies en el que alertaron sobre el cuadro de "crisis nerviosa" de la mujer dentro del destacamento. Cerca de las 23, los especialistas médicos acudieron al lugar y no pudieron reanimar a la docente, que ya se había descompensado.
Ese modus operandi de los agentes se encuentra en tela de juicio, ya que según detallaron especialistas y de acuerdo con los protocolos de asistencia para casos de salud mental, se debe acudir a un centro de salud y nunca mantener encerrada a la persona que padece tal trastorno.
Hasta el momento, no hay ningún policía de la Comisaría 10ª detenido y la familia aún persiste en su lucha por el esclarecimiento de la muerte.
Asimismo, un grupo de Concejales pidió hace dos semanas que se revise la investigación a raíz del informe forense presentado por la doctora Bustos y que se cierre la Comisaría 10ª hasta que la Justicia defina qué sucedió esa noche del 3 de mayo del 2017.
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