"Escándalo" e "insólito" fueron los adjetivos que eligieron los medios sanjuaninos para describir la tarea del juez Pablo Oritja en una de las causas en las que se investiga al ginecólogo riojano Carlos Hugo Martínez, acusado de cometer catorce abusos sexuales. El magistrado, que ya había "dormido" una denuncia contra el médico, se olvidó de firmar unas declaraciones y se fue con un grupo de abogados a jugar un torneo de fútbol a Cataluña, lo que provocará grandes demoras en la causa.
El caso de Martínez estalló en marzo, cuando una joven embarazada denunció que la manoseó para provocarle un orgasmo con el objetivo de "tomar una muestra". Con los días, el ginecólogo sumó catorce acusaciones de abuso sexual.
La indignación se redobló cuando se conoció que había dos antecedentes: una presentación hecha en el juzgado de Paz de Jáchal, a cargo del juez-fubtolista Oritja, un año antes, en marzo de 2017; y un expediente abierto en 2013 en el Segundo Juzgado de Instrucción cuyo titular, Pablo Flores, había sido abogado del ginecólogo. Los dos expedientes estaban cajoneados.
Fútbol sin justicia
Rápido de reflejos, cuando el caso se mediatizó, Óritja ordenó la detención de Martínez. En el medio, su juzgado sumó otras dos denuncias. Fue en el marco de esas causas que el juez le tomó declaración al ginecólogo como imputado y a varios testigos. Pero según informó la prensa local, todos esos testimonios serán anulados por culpa exclusiva del magistrado.
¿Qué pasó? En los escritos en los que figuran esas declaraciones consta que el magistrado participó de las audiencias, pero no estampó su firma, por lo que esos actos van camino a ser declarados nulos, ya que no hay manera de comprobar que el juez estuvo presente. Y no hay posibilidad de que semejante error sea subsanado, ya que a Oritja le autorizaron el pase al Juzgado Civil 9 de la capital provincial, pero además, antes de la "mudanza" pidió licencia para ir a competir en la Copa Mundial de Fútbol para Abogados que se disputa entre el 5 y el 12 de mayo en las localidades de Cambrils y Salou, ubicadas al sur de Barcelona, en España.
Los botines del juez
Una curiosidad: según la página oficial del copa, conocida como Mundiavocat, Oritja integra dos equipos: "San Juan Master", de la categoría "Maestro", donde compiten los mayores de 35 años; y "San Juan Legend", de la categoría "Leyenda", en la que juegan los mayores de 45 años.
San Juan Master está primero en el Grupo H. Ganó los dos partidos que compitió contra equipos de Barcelona y Costa de Marfil. San Juan Legend, en cambio, no tiene chances de pasar de ronda: perdió en el debut contra "Los Tordos de Rosario" y se quedó con el triunfo ante un combinado de Corea.
Infobae le escribió al juez Oritja para que explique su situación, pero el magistrado no contestó. Eso sí: en su cuenta de WhatsApp aparece una foto de lo que parecería ser el Camp Nou, el mítico estadio de Barcelona.
Justicia injusta
Mientras Oritja se divierte en España, el magistrado Hugo Quiroga, que subroga el juzgado de Jáchal hasta que Oritja sea reemplazado, adelantó a varios medios que en breve dictará de oficio la nulidad de las declaraciones del ginecólogo Martínez y de los testigos, por lo que se adelantará a un probable pedido de la defensa, lo que a su vez retrasará el avance de la causa y eventualmente la podría entorpecer.
No es el primer escándalo judicial vinculado al ginecólogo. El juez Pablo Flores, del Segundo Juzgado de Instrucción de la ciudad de San Juan, resolvió ayer procesar a Martínez por abuso sexual gravemente ultrajante a raíz de un expediente que estaba planchado en su juzgado desde 2013, con un sugestivo condimento: en 2006, el magistrado había sido abogado del médico. La causa estaba dormida pese a que el procesamiento había sido confirmado por el tribunal de alzada.
Martínez, en tanto, continúa detenido. Además de los expedientes en Jáchal y de la denuncia de 2013, el ginecólogo tiene una decena de acusaciones que están siendo investigadas por el magistrado Guillermo Adárvez, titular del Tercer Juzgado de Instrucción de la capital provincial. Si Flores y Oritja hubieran actuado con celeridad, posiblemente algunos de esos presuntos abusos no se hubieran cometido.