"Fue el amor de mi vida": la indignante última declaración del periodista que envenenó con cianuro a su novia y al hijo de ella

Lo dijo antes de la lectura del fallo que lo sentenció a cadena perpetua

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El asesino fue condenado a
El asesino fue condenado a prisión perpetua

Franco Rodrigo Gaspar Cinco es el periodista salteño que fue condenado a prisión perpetua por asesinar a su pareja -Alejandra Párraga- y al hijo de ella -Amir-, a quienes envenenó con cianuro luego de engañarlos con que se trataba de agua bendita, en junio de 2017 en la capital provincial. Para la Sala II del Tribunal de Juicio, es el autor de los delitos de "homicidio simple en grado de tentativa en concurso real con homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por el medio utilizado".

Antes de escuchar el fallo, el acusado tuvo la oportunidad de brindar un alegato final como último recurso para tratar de torcer lo que parecía ya un destino escrito. Con mucha calma, el asesino dijo que "nunca tuvo la intención de matar" a la joven y que siempre estuvo dispuesto a colaborar en la investigación. Reiteró su inocencia y quiso inculpar a la víctima.

"Jamás tuve la intención de terminar con la vida de Alejandra, el amor de mi vida, ni de su hijo. Con Alejandra teníamos planes, proyectos. Yo tengo un hijo", declaró Gaspar Cinco. "Hay muchas cuestiones subjetivas, la construcción de la historia hizo que haya una condena mediática y social. En 11 meses no fue que no quise hacer mi descargo, agradezco la predisposición del fiscal pero el tiempo era insuficiente", agregó.

Una testigo de identidad reservada
Una testigo de identidad reservada sumó otra prueba comprometedora contra Franco Rodrigo Gaspar Cinco (Gentileza El Tribuno)

En ese sentido reiteró que "siempre estuvo predispuesto para colaborar" y que nunca se hizo el desentendido". "Si no declaré fue porque no había terminado la lectura de los chats. También quería manifestar que hubo construcción de supuestos", remarcó.

Gaspar Cinco llegó al juicio acusado del doble homicidio cometido el 5 de junio de 2017, en la casa de los Párraga, situada en Gorriti al 800, de la ciudad de Salta, adonde el periodista llegó con una botella que, según él, contenía agua bendita para el niño, que estaba enfermo.

Apenas tomó un trago, el niño colapsó. Ante esto, la madre intentó practicarle respiración boca a boca y también se descompensó al tomar contacto con el veneno. El menor fue trasladado a una clínica privada por sus abuelos y falleció minutos después de ingresar, mientras que Alejandra murió antes de llegar al hospital San Bernardo. Gaspar Cinco fue detenido al día siguiente, durante el velorio de las víctimas.

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