Zahira Ludmila Bustamante, la joven de 19 años detenida y acusada de organizar el ataque a la comisaría 1° de San Justo para liberar a su novio, escribió una carta pública desde la cárcel de Melchor Romero en la que asegura no ser la jefa de ninguna organización, y que solamente actuó de esa manera por estar enamorada de su pareja, el narcotraficante Leandro Aranda.
"No soy jefa de banda alguna, no planifiqué la fuga de mi marido y no conseguí armas ni uniformes", inicia el escrito que difundió su abogado en las últimas horas. La chica afirmó que tenía miedo de que matasen a Aranda en la prisión y que por eso le prometió sacarlo: "Mi única culpa fue haberme enamorado", expresó.
También, desmintió haber vuelto a la seccional para intentar un nuevo rescate fallido. Se exculpó del operativo de fuga, afirmando que la apresaron tras haberla engañado: "Me detuvieron a media cuadra de la comisaría engañada y me dijeron que me habían autorizado a ver a mi marido y que también detuvieron a mi primo que me había acompañado".
Luego se refirió a la sargento Rocío Villarreal, herida de gravedad en el hecho y quien se encuentra internada con un "futuro incierto", debido a un impacto de bala que le afectó la médula, pudiendo comprometer a futuro la movilidad. "Me la paso rezando para que vuelva a caminar. Gracias a Dios está viva".
"Pido perdón a la sociedad, a mi familia y a mi hijo, y le pido a Dios que me perdone porque solo actué por amor", finalizó el comunicado.
En la causa que tramita la fiscal de La Matanza Alejandra Nuñez, la joven y los otros cinco detenidos que tiene la investigación están acusados de "homicidio en grado de tentativa agravado por ser la víctima personal policial".
Además de la joven, se detuvo a Bruno Postigo Marullo (19), Gonzalo Fabián D' Angelo (22), Daniel Alberto Rodríguez (32) y Noé Nicolás Castillo (30). Este viernes cayó además Leticia Analía Tortosa (37), abogada de Aranda, acusada de haberle facilitado a su defendido el celular que se usó para planificar el golpe, escondiéndolo en sus prendas íntimas.
Por su parte, Aranda está aprehendido desde el 25 de agosto de 2017 acusado de matar de cinco disparos en la cabeza a Nicolás Ojeda, otro traficante que se quedó con 70 kilos de cocaína que supuestamente le pertenecían a Aranda.
El hecho se produjo durante la madrugada del pasado lunes, cuando cuatro delincuentes ingresaron vestidos con el uniforme oficial a la depencial policial ubicada frente a la Plaza Principal de la localidad de La Matanza para intentar liberar a Aranda, de acuerdo a la principal hipótesis que manejan los investigadores.
Las cámaras registraron el episodio en el que atacaron a disparos a los efectivos que se encontraban cumpliendo con tareas administrativas. Presuntamente encabezados por Bustamente la banda habría organizado el golpe por WhatsApp, porque el hombre tenía un celular escondido en el calabozo.
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