A un día del hecho hay dos aprehendidos, una serie de nombres de supuestos cómplices y ya fue identificado el interno al que un grupo de delincuentes armados, que iban vestidos como policías, quisieron llevarse a punta de pistola en la madrugada de ayer de la Comisaría 1° de San Justo. Todas las pistas surgieron del entrecruzamiento de mensajes de texto y audios del celular que escondía uno de los detenidos.
Alrededor de las 5 de la madrugada del lunes cuatro hombres disfrazados de policías entraron a la Comisaría 1° de San Justo con el objetivo de llevarse a un detenido: Leandro Aranda, preso por el homicidio de Nicolás Ojeda en La Matanza, en el marco de lo que habría sido un "ajuste de cuentas" vinculado al narcotráfico.
La banda no tardó en ser desenmascarada dentro de las seccional y la secuencia derivó en un tiroteo con los oficiales que se encontraban prestando servicio en el lugar. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad.
En la balacera resultó herida la sargento Rocío Villarreal, de 25 años, que tras ser sometida a dos operaciones en el Hospital Paroissien de La Matanza, fue derivada a la clínica Fitz Roy de Villa Crespo, donde se encuentra internada, a la espera de saber si podrá volver a caminar.
Tras la inesperada secuencia había una primera pregunta que para los investigadores resultaba clave y que, estaban convencidos, los llevaría a desandar el camino del plan de fuga y a sus responsables: ¿A cuál de los 46 detenidos que había en la comisaría buscaba la banda?
Era imposible que el aprehendido no supiera lo que iba a pasar en la madrugada de ayer. Era necesaria la coordinación y la comunicación entre el objetivo y la banda. Por eso la deducción fue lógica y una de las primeras movidas fue requisar los calabozos en busca de celulares.
"Ya se secuestraron algunos celulares dentro de los calabozos por lo que se les está tomando declaración a todos los presos alojados para ver qué nos pueden aportar, lo que va a ser fundamental", decía ayer ante la prensa la Fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, aunque lo clave era la información que tuvieran los teléfonos en su interior.
La fiscal no dio a conocer en ese diálogo la cantidad de celulares encontrados. Fueron cuatro y uno de ellos, el que echaría luz sobre el intento de fuga, propiedad de Leandro Aranda, acusado de homicidio. Allí estaban los mensajes que delataban los pormenores del plan.
Aranda se comunicaba desde el interior de la Comisaría 1° con su novia, Zahira Ludmila Bustamante, de 19 años, quien según la progresión de mensajes desde afuera coordinaba la fuga. En el más estricto hermetismo se procedió a relevar los datos de Bustamante, quien inclusive -según se constató- figuraba entre las visitas que había tenido el detenido en esa misma seccional.
La joven de 19 años fue detenida ayer mismo en la puerta de la comisaría mientras simulaba ser una curiosa, mezclada entre los vecinos y los medios televisivos que estaban apostados frente a la dependencia. Según confirmaron a Infobae fuentes cercanas a la investigación, en su poder tenía el celular con todos los audios y mensajes de texto en los que daba cuenta de la maniobra que había organizado.
Si bien los cuatro atacantes se movilizaban en un VW Fox color gris, del estudio de las imágenes de cámaras de seguridad se identificó a un segundo auto, un VW Vento, sospechado de oficiar de auto de apoyo. El vehículo fue interceptado en calle Villegas y Monseñor Marcon, a pocas cuadras de la comisaría de San Justo.
A partir del hallazgo del Vento se llegó al segundo detenido, Bruno Postigo Marullo, también de 19 años y primo de Bustamante, por poseer, según indicaron las fuentes consultadas, "características similares a uno de los agresores" y tener en su poder llaves del vehículo, además de documentación de un VX Fox, similar al utilizado en el intento de fuga.
En tanto otros tres nombres habrían surgido de las averiguaciones de las últimas horas: Tomás, Sebastián y Gonzalo, pero al momento no se pudieron saber mayores datos sobre su grado de participación. En el caso interviene la UFI 8.
Fotos: Gustavo Gavotti
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