La escena, a simple vista, es cotidiana: una empleada del Congreso ingresa al despacho de un diputado nacional y dialogan, a solas.
Ocurrió el 11 de noviembre de 2016. "Luz", empleada del Congreso Nacional, entró según su propio relato al despacho del tucumano José Orellana en el anexo "H" de la Cámara sobre la calle Callao poco después del mediodía. "Luz" no trabajaba para Orellana, no era su asesora o su secretaria: trabajaba para otra diputada, la bonaerense Gabriela Troiano.
Orellana, apodado "Mellizo" gracias a su hermano Enrique, también dedicado a la política, hoy vicepresidente de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, también integrante de la comisión de Previsión y Presupuesto, oriundo de Famaillá, electo en 2015, que ganó con la insignia del Frente para la Victoria y meses después desertó de su bloque, la habría tomado de las manos a "Luz", le habría preguntado cómo estaba. La lengua del diputado se habría soltado casi de inmediato: "Vos necesitás alguien que te quiera, me encantás desde que te vi", le habría dicho a "Luz". La empleada, según contó después, le soltó las manos, espantada.
Orellana, aparentemente, no habría entendido la señal. "Anotá mi número de teléfono y escribime, preguntame cómo estoy y contame cómo estás vos", habría continuado. "Luz" anotó el número en un pequeño papel. "Estás mucho más flaca", habría redoblado el diputado: la empleada le contó que había perdido peso por una cuestión de salud, intentando desviar a Orellana a otro terreno. "Este es un tema nervioso", habría dicho el diputado, abogado y martillero de profesión en vez de psiquiatra, "tenés que bajar la ansiedad", habría agregado en un diagnóstico amateur.
"Luz" ya se sentía incómoda del todo; le dijo a Orellana que se iba. Orellana se habría negado a dejarla ir. La habría abrazado para supuestamente darle besos húmedos en su oreja izquierda. "Nadie te besó así, ¿no?" , le habría dicho Orellana. "No, claramente no", habría sido la respuesta de "Luz".
La empleada se retiró del despacho. Poco después, denunció a Orellana por abuso, un expediente que recayó en el Juzgado N°6, hoy a cargo de María Alejandra Provitola y la Fiscalía N°47 de Marcelo Solimine. El fiscal dio intervención a la UFEM, la unidad de la Procuración dedicada a investigar delitos de violencia de género, encabezada por la doctora Mariela Labozzetta, que intervino en la investigación al travesticidio de la militante Diana Sacayán.
Labozzetta produjo nuevas pruebas como declaraciones de testigos, la ampliación del testimonio de la víctima. Mientras tanto, el escándalo se volvía público: Orellana se defendía negando el supuesto abuso sexual y denunciaba una operación política en su contra. La diputada Troiano presentó un proyecto para suspenderlo, una iniciativa que no fue tratada en el recinto. Orellana terminó por mudar su despacho a otro anexo sobre la calle Riobamba.
El diputado finalmente fue indagado por Provitola el 22 de marzo pasado. La jueza luego le dictó la falta de mérito. En su pronunciamiento, Provitola marcó "lo aislado y breve del episodio atribuido." Esta semana, la UFEM apoyó a la víctima y apeló la decisión.
Provitola, de acuerdo a documentos de la causa, señaló que resultaban necesarias nuevas pruebas y que la investigación debía volver a la UFEM para llegar al esclarecimiento del hecho. Entre las evidencias que pide la jueza está determinar la duración de un llamado hecho por un guardia de seguridad del anexo donde Orellana tiene su despacho y la distancia y accesibilidad entre el despacho del diputado y el de la jefa de "Luz."
El organismo encabezado por Labozzetta disintió con su razonamiento. La fiscal apuntó en su apelación que son "inconducentes" para determinar el delito de abuso que se le imputa al diputado y que producirlas solo demoraría el expediente.
La fiscal luego apuntó a un testimonio: el de otro empleado que bajó a recibir a "Luz", lo que sitúa a la víctima en tiempo y lugar, un relato que según la apelación de la UFEM está respaldada por imágenes fílmicas que constan en la causas.
Estas imágenes generaron una pequeña polémica en el expediente. Provitola, según la UFEM haciéndose eco de la defensa de Orellana, adujo que se la ve "con auriculares y caminando tranquilamente" al salir del edificio.
Labozzetta volvió a disentir. "La imagen no permite individualizar el estado de ánimo específico en la damnificada", marcó la fiscal en su apelación. "Luz", por su parte, le contó lo sucedido a varios amigos y a la propia secretaria de Orellana. Estos amigos luego declararon en el expediente: sus testimonios concuerdan con lo que declaró "Luz", que Orellana la besó en la oreja izquierda sin su consentimiento entre frases de índole erótica e insinuante.
El empleado de Orellana que bajó a buscar a "Luz" y que la sitúa en tiempo y lugar declaró a favor del diputado, un testimonio que la jueza Provitola calificó como "coherente, asertivo y circunstanciado": la UFEM señaló que el empleado tenía "una relación previa de amistad" con el diputado, además de varias supuestas inconsistencias en su relato.
Para la UFEM, en síntesis, "el material probatorio resulta suficiente para sostener que existen elementos de convicción" para que se ordene el procesamiento contra el diputado. Es decir, para la unidad de la Procuración, las pruebas alcanzan.
Infobae se comunicó a comienzos de esta tarde con el despacho de Orellana, cuyo mandato concluye en 2019. No respondió a los llamados.