La viuda y el hijo del fallecido narco colombiano Pablo Escobar Gaviria deberán declarar como imputados en una causa por lavado de dinero proveniente del negocio narco mediante inversiones inmobiliarias en la Argentina, entre ellas en el célebre "Café de los Angelitos" porteño.
El pedido fue realizado por el juez federal de Morón, Néstor Barral, quien también pidió la indagatoria del ex futbolista de Boca Juniors Mauricio "Chicho" Serna, ante la sospecha de que contribuyó de manera "esencial al delito de lavado de activos" que llevó a cabo la organización.
La viuda de Escobar Gaviria, María Isabel Santos Caballero (57) está citada para el 3 de mayo a las 10. Al día siguiente a la misma hora deberá comparecer "Chicho" Serna. Y el 14 de mayo, a las 10, será el turno del hijo del capo narco del "Cartel de Medellín", Sebastián Marroquín (40).
En el marco de esta causa ya se encuentran imputados el supuesto jefe de la banda José Piedrahita Ceballos (58) -detenido en Colombia-, el empresario argentino Mateo Corvo Dolcet (53), María de los Ángeles Verta (51), María Gabriela Sánchez (48), Esteban Adrián Delrio (54) y Antonio Pedro Ruiz (57) todos ellos acusados "de lavado de activos, agravado por ser realizado como miembro de una asociación formada para la comisión continuada de hechos de esa naturaleza".
La sospecha de los fiscales Sebastián Basso (de la Fiscalía Federal 1 de Morón), Gabriel Pérez Barberá (de la Procelac) y Diego Iglesias (de la Procunar), es que la viuda y el hijo de Escobar Gaviria cobraron una "comisión" de más de 100.000 dólares para conectar al jefe de la organización, Piedrahíta Ceballos, con el empresario Corvo Dolcet.
Según los fiscales, Santos Caballero y su hijo "prestaron una contribución esencial en el lavado de 2.341.164 dólares, en segundo lugar, a la comisión en coautoría de un hecho de lavado de 105.352 dólares".
Los investigadores están convencidos que el colombiano Piedrahita Ceballos logró ingresar al mercado financiero argentino a través del empresario Corvo Docet, "más de 3.000.000 de dólares estadounidenses y 1.500.000 de pesos, los cuales se sospecha obtuvo por medio de las maniobras narcocriminales que llevó adelante desde –cuanto menos- la década de 1990″.
Los fiscales explicaron que en los allanamientos realizados en el marco de la causa fue hallada "una carpeta que reza 'No tocar Mateo', en la que Juan Sebastián Marroquín reconoció haber sido, junto a su madre María Isabel Santos Caballero, quienes presentaron a José Bayron Piedrahita Ceballos como inversor de los proyectos que Corvo Dolcet llevaba adelante".
Respecto de "Chicho" Serna, los fiscales creen que "una de las tantas formas en que el imputado Piedrahita Ceballos inyectó fondos en los proyectos liderados por Corvo Dolcet fue mediante el aporte de tres inmuebles que, con anterioridad, le había comprado" al ex futbolista.
La banda fue desbaratada a fines de septiembre del año pasado tras 34 operativos realizados en esta Capital Federal y el Gran Buenos Aires, entre ellos en el "Café de los Angelitos", y que se coordinaron con otros efectuados por la DEA en Estados Unidos y en Colombia, donde se apresó a Piedrahita Ceballos.
Por su parte, la viuda de Pablo Escobar (llamada legalmente Victoria Eugenia Henao Vallejo) y los dos hijos que tuvo con él -además del varón tiene una mujer- se radicaron en Argentina con una nueva identidad provista por Colombia en 1995, poco después de la muerte del capo narco, y todos ellos se cambiaron de nombre.
La estadía de la madre e hijos del capo narco recién se conoció públicamente en 1999, cuando Victoria y Juan Pablo Escobar Gaviria (los verdaderos nombres de los herederos de Escobar Gaviria) fueron detenidos en su lujoso departamento del barrio porteño de Saavedra por falsificación de documento y lavado de dinero, causa en la que finalmente fueron sobreseídos en 2005.
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