El cerebro del plan, al que todos llaman El Profesor, se para delante de la banda que reclutó y en pocas palabras les deja en claro cómo debe ser la esencia del robo perfecto que van a dar en la Fábrica Nacional de Moneda y timbre de España.
–Es fundamental que tengamos a la opinión pública de nuestra parte. Pero mucho cuidado: si llega a haber una gota de sangre o una víctima, dejaremos de ser Robin Hood para convertirnos en hijos de puta.
Cuando vio esa escena de "La Casa de Papel" en el living de su casa, frente a la pantalla de Netflix, el cerebro del robo del siglo al Banco Río de Acassuso, ocurrido el 13 de enero de 2006, sintió que estaba ante un espejo.
Justamente algo así les había dicho a sus secuaces antes de dar un gran golpe millonario del mismo modo que lo hacen los personajes de esa serie española: haciéndole creer a la Policía que el plan falló.
Es más, en un libro, el cerebro y líder –Fernando Araujo, a quien le decían El Maestro– dice: "Tenemos que tener a la gente a nuestro favor. Y ver qué cosas que influyen positivamente en la ya exhaustivamente estudiada 'sensación del clamor popular'. Usaremos armas de juguete y no habrá ninguna víctima".
No es la única coincidencia entre el líder de ficción y el líder real.
El Profesor es un experto luchador de artes marciales capaz de dormir de un golpe a un rival. Araujo se destaca como instructor de artes marciales mixtas y un golpe suyo (un mata león, por ejemplo) puede dejar inconsciente a su oponente.
Al igual que el cerebro de "La Casa de Papel", Araujo no tenía antecedentes. Era un bicho raro del delito. No era pesado ni marginal. Pudo haber sido ingeniero, arquitecto o contador. Pero fue el ideólogo y ejecutor de un golpe que burló a más de 300 policías que rodearon la manzana: creían que era una toma de rehenes, pero lo más importante pasaba en la bóveda: allí vaciaron 147 cajas de seguridad y huyeron por un desagüe pluvial con, según estimó la Justicia, 25 millones de dólares.
Antes de irse dejaron esta frase: "En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores".
Otra de las coincidencias que encontró otro de los miembros de la banda del Robo del Siglo es la esencia del robo: en ambos casos el plan era verse rodeado por la Policía y escapar por un túnel.
El periodista Agustín Gulman se tomó el trabajo de comparar la serie con el robo y encontró siete coincidencias: una de ellas es que las dos bandas –la real y la "artística"- pidieron pizza para ganar tiempo. En las redes sociales hay usuarios que encontraron parecidos de la serie con "Los simuladores", la creación de Damián Szifrón.
Está claro que los nombres que eligen los personajes (inspirados en ciudades) es un guiño que el autor le hace a "Perros de la calle". En la película de Tarantino, los ladrones se hacen llamar como los colores.
El cerebro del Robo del Siglo se enfrenta hoy a un dilema.
Por un lado, según trascendió, analiza reunirse con su abogado para ver la posibilidad de iniciarle acciones legales a los autores de la serie. De hecho, él escribió el guión de la película sobre el robo y su tarea como autor fue elogiada. Recibió seis propuestas para llevar la historia al cine. Acordó con una productora estadounidense. En el proyecto también está su compañero Luis Mario Vitette Sellanes, pieza clave en el asalto.
Pero por el otro, al líder la serie le gustó mucho. Tiene en claro que no es plagio inspirarse en un robo para filmar una serie. Pero su reclamo estaría basado en el libro que escribió tras el golpe.
Una coincidencia notable, según dice su entorno, es lo que en el robo él llamó "el efecto Cucú". La maniobra consistía en salir del banco con un rehén como escudo, amagar una fuga pero volver a entrar. Era un ardid para hacerle creer al Comité de Crisis que la idea de los ladrones era dejar el Banco cuanto antes. En la serie ocurre la misma escena.
"No hay copia ni nos inspiramos en ese asalto. Nadie tiene derechos de autor por robar", dijo un allegado a la producción de la serie española. No quisieron ampliar.
El abogado Sergio Arenas, que logró la libertad de Sebastián García Bolster, acusado de construir el dique en el desagüe por donde fugó la banda, además de preparar las herramientas con las que abrieron las cajas de seguridad, no vio la ficción. "Pero en los Tribunales de San Isidro me preguntaron si los ladrones argentinos asesoraron a los guionistas de la serie porque vieron varias coincidencias", afirmó.
También se refirió a la situación de su defendido: "Mi cliente fue morigerado en 2012 y excarcelado en 2014. Cuando ocurrió eso, para festejar en homenaje a la historia me fui a comer una fugazzeta. La causa fue apasionante e inolvidable. Lo que encuentro en común con "La Casa de Papel", amén de las historias, es que en la causa por el robo al Banco Río los imputados habrían sido empapelados", ironizó el abogado.
"No quise ver 'La Casa de Papel' por solidaridad con la banda, cuya cúpula me honra con su amistad", dijo el músico Andrés Calamaro, quien conoce a tres de los ladrones del siglo.
El primer miembro de la banda que vio la serie fue Vitette Sellanes, la cara visible del robo más importante y el encargado de negociar con el Grupo Halcón. El llamado "hombre del traje gris" (así estaba vestido durante el asalto), anotó en una libreta las similitudes entre la ficción y el hecho policial.
"Lo que más me gustó de 'La Casa de Papel' fue su gran secreto. Y quizá no lo sepan los actores ni las actrices: es un choreo al robo del siglo. Tomó varios elementos fundamentales de la historia y armó alrededor algo muy bonito, plagado de sexo, canalladas y delaciones. Tengo un compañero en crisis existencial intentando comparaciones", opina Vitette.
Aquí su lista:
Casa de Papel: el Profesor dice: "Tenemos que ganar tiempo".
Robo del Siglo: el negociador, que fui yo, dijo: "Hay que ganar tiempo".
Casa de Papel: el Profesor pide que no haya víctimas.
Robo del Siglo: el Maestro, líder y cerebro del atraco, nos pide que no haya víctimas.
Casa de Papel: el Profesor busca que la gente apoye a los ladrones.
Robo del Siglo: el líder habla de buscar una sensación de "clamor popular".
Casa de Papel: dos de los ladrones quedan filmados dentro de la Casa de la Moneda.
Robo del Siglo: dos de los ladrones quedan filmados en el banco haciendo inteligencia.
Casa de Papel: la banda se descarta mal de un coche usado para hacer inteligencia.
Robo del Siglo: un miembro de la banda se descarta mal de un coche. Justo el coche que yo había comprado y con el que nos fugamos del banco.
Casa de Papel: parece una toma de rehenes que se les va de las manos, pero es otra cosa. Un robo millonario.
Robo del Siglo: ídem.
El líder y Vitette no son los únicos miembros del grupo criminal que vieron la serie. Araujo dice: "No hay copyright para un robo. Si San Martín se levantara de la tumba no podría hacer nada con las películas que hay sobre el cruce de Los Andes, pero no hay dudas de que su versión sería más poderosa".
Rubén Beto de la Torre, el primer ladrón en entrar al Banco Río (disfrazado de médico) también opinó sobre el supuesto parecido de la ficción con el famoso robo. "La vi y me pareció muy buena. Es cierto que hay cosas parecidas, pero no me quejo. Creo que es un honor para nosotros haber inspirado a los creativos de esa gran serie", dijo el experimentado ladrón.
"El amor es una buena razón para que todas las cosas fallen", es una frase de la serie. Eso De la Torre lo sabe: la banda fue delatada por su ex mujer, supuestamente despechada porque el ladrón se iba a ir con el dinero y su joven amante.
Mencionó a una de las similitudes: en la banda del Profesor hay delincuentes pensantes y violentos, una mezcla que le da resultados. En la que robó el banco argentino hay pensantes (Sebastián García Bolster, alias "Ingeniero", es uno de ellos) y de acción, como los casos de De la Torre, ex integrante de la superbanda que robaba bancos y blindados, y Julián Zalloechevarría, ex pirata del asfalto.
El enigmático García Bolster, quien jura que es inocente, opinó de la serie ante Infobae: "Está muy bien hecha, tiene muchísimas cosas similares al robo del Banco Río, más que nada en su trasfondo ideológico. Y en el hecho de que la banda quería ganar tiempo. Hay un montón de cosas que fueron llevadas a la serie. El túnel desde ya. En realidad los dos túneles: el primero, que era engañoso, una farsa, y el segundo. Otro detalle no menor: el robo no afectó al bolsillo de la gente, porque ellos robaron el banco, y el banco con su seguro pagó a los damnificados".
"Hay gente que estudia años para ganar un sueldo de mierda, nosotros debemos estudiar cinco meses", dice el Profesor en una escena. Araujo les dijo algo similar a sus cómplices. Durante varios meses desarrolló el plan y se refirió a los "laburantes que todas las mañanas viajan como vacas al matadero a sus trabajos, donde son pisoteados por los jefes a cambio de sueldos miserables".
Pero hay una gran diferencia entre el líder de "La Casa de Papel" y el de la banda del Banco Río. Así queda en claro en el "manifiesto" escrito por Araujo poco después del robo perfecto.
"No soy creyente pero me considero un ser espiritual. Todo lo que uno da y hace en esta vida vuelve, para bien o para mal. Yo veía la vida de una manera filosófica. Nunca tuve un miramiento del no robarás por el mandato católico, sí por el ético. A los 11 tomé la comunión con Jesucristo, a los 18 inferí que no existía. La idea del origen del Universo y la idea del robo fueron las únicas veces que me generaron una serie de sensaciones en el cuerpo, que las considero señales del más acá; de mi propio interior, como dándole un visto bueno a mis ocurrencias. Me apasionan los deportes de aventuras: desde escalar montañas hasta tirarme en paracaídas. Doy clases de artes marciales, entreno a deportistas en forma particular y hago masajes shiatsu. Soy aficionado a la astronomía y al ajedrez. En la vida me he cruzado con buenos vinos y extasiantes flores canábicas. Las artes plásticas me deleitan y absortan. Me gusta desarrollar mi técnica de pintura 'reversetime' y fumar cannabis mientras escucho a Mozart, lo que me eleva a las alturas de la creación. Mi debilidad son las mujeres. Me conmoví con el manifiesto surrealista y alguna vez lloré viendo una película. Creo que una mezcla de todo eso me llevo a ser quién soy, o mejor aun, lo que hice con todos eso. Como dijo Sartre: 'Uno es, lo que hace, con lo que hicieron de uno'".
Araujo hizo de sí mismo un ladrón único en su especie. A diferencia de El Profesor, que reaparecerá en la tercera temporada de la exitosa serie, no planea volver a dar un golpe.
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