Matías Bagnato, el único sobreviviente de la Masacre de Flores, volvió a estar frente a Fructoso Álvarez González, el hombre que asesinó a toda su familia el 17 de febrero de 1994. Fue durante una audiencia en la Cámara Nacional de Casación Penal, donde el tribunal debe resolver si el condenado a prisión perpetua por el múltiple homicidio termina de cumplir su condena en Argentina o es expulsado a España, tal como lo solicitó la defensa.
Al finalizar la audiencia, Bagnato como fue su experiencia frente a los jueces y al asesino de su familia, luego de que el año pasado entrará en vigencia la ley de Víctimas. "Es un antecedente importante para los argentino. Ahora la víctima puede ser escuchada antes de que los jueces tomen una determinación", precisó.
"Les pedí que se pongan en mi lugar y entiendan lo que es ver mi casa quemándose con mis viejos y mis hermanos adentro", indicó. En ese sentido, precisó: "Los jueces tienen que saber que darle la libertad a este monstruo es ponerme preso a mi".
Bagnato recordó que Fructuoso González lo amenazó y que vive con custodia. "Demostró en sus actos que su intención es matarnos, que no quiere hacer una nueva vida. Él quiere terminar con ese desastre que hizo el 17 de febrero en mi casa. Eso significa matarme a mi y a mi abuela", sostuvo.
"Estoy sin dormir. Mi mayor temor es como iba a reaccionar al estar frente al tipo que quemó a toda mi familia. Hoy tengo la edad de mi mamá cuando la asesinó. Antes le tenía mucho miedo, era un chico. Hoy, que soy un hombre, también le tengo miedo. Pero lo puedo sobrellevar mejor", contó.
Bagnato adelantó que el tribunal le informó que la resolución será comunicada dentro de 20 días. En ese momento, podrá saber cuál es el destino del asesino. "Quiere utilizar cualquier chicana que le permite este sistema judicial perverso que tiene nuestro país", dijo sobre el asesino.
Por otra parte, la abogada de Bagnato aseguró que Fructífero González es "un psicópata igual a Robledo Puch" y que "no puede salir de la cárcel". "La única idea que tiene en la cabeza es terminar con la vida de Matías y su abuela. Está en las manos de los jueces la posibilidad de la vida o la muerte de ellos", sostuvo.