Un joven bahiense llamado Jonathan De Deugd abandonó el martes por la noche uno de los departamentos de los monoblocks del barrio Rucci, en Bahía Blanca, cuando de repente escuchó un grito de pedido de auxilio. Era una chica. Al acercarse, encontró tendida en el suelo a Agustina Bustos, de 19 años, que tenía un corte en la cabeza.
El joven de 27 años había trabajado durante un tiempo como chofer de servicios de emergencias, por lo cual tenía conocimientos de primeros auxilios. Se acercó a la chica y no pudo observar el corte profundo que tenía en el tórax. Así y todo, le tomó el pulso, que era casi nulo.
"No respira, hay que hacerle RCP (reanimación cardiopulmonar)", le dijo De Deugd a un policía que ya se encontraba al lado de la joven, según informó el diario La Nueva.
"Está con pulso y respira, no la podés tocar si sufrió un accidente", le respondió el efectivo. En ese momento, ambos pensaban que la chica se había caído en las escalinatas de entrada del Monoblock 2, Acceso C, en la calle Piedrabuena al 1700.
Agustina Bustos, la estudiante de enfermería que soñaba con ser algún día médica, no llegó a recuperarse de las heridas. Murió con 19 años después de haber sido atacada por tres menores de edad para robarle apenas una mochila.
La joven perdió la vida a causa de una herida en el semitórax izquierdo producida por un arma blanca y su caso desató un miércoles de ira, dolor y reclamo de justicia por parte de decenas de vecinos del barrio.
Ya en la misma madrugada de esa noche, la policía local inició la búsqueda del sospechoso del crimen. Varios vecinos denunciaron que a eso de las 20 del martes, unos tres menores de edad habían estado intentando robarle a los pasajeros de la zona en las paradas de colectivos.
Fue recién en la mañana del miércoles cuando las fuerzas de seguridad detuvieron a tres menores de 14, 15 y 17 años, que se intentaban esconder en un descampado de Piedrabuena y Arias. Ellos poseían un cuchillo serrucho con marcas de sangre y a pocos metros apareció la mochila de la víctima.
Los tres quedaron detenidos de inmediato, pese a que uno de ellos intentó enfrentarse a los policías con otro cuchillo.
Durante el día, unas 700 personas se reunieron en la puerta de la Comisaría Sexta para reclamar por mayores medidas de seguridad y para exigir justicia por lo sucedido con Agustina.
En la movilización se encontraba una de las mejores amigas de la víctima, Maylén Sosa: "Pasamos los mejores momentos juntas. Estábamos contentas, felices, teníamos miles de proyectos juntas y viene a pasar esto. No lo puedo entender", explicó la joven.
Ya por la noche del miércoles, la situación se puso todavía más tensa. Un grupo de personas se acercó al barrio del Plan Federal y atacaron a piedrazos y golpes la entrada de la casa de dos de los detenidos, que son hermanos.
Los incidentes se agravaron hasta la llegada del Grupo de Apoyo Departamental (GAD). Algo parecido ocurrió en la entrada de la casa del otro sospechoso, que incluso se la intentó sin éxito prender fuego.
Todo el barrio Rucci quedó conmocionado por la noticia. Así, el propio padre de Agustina, Eduardo Aníbal Bustos, le escribió una carta al presidente Macri en la que le reclamó justicia y lo culpó de no haber cuidado a su hija de la inseguridad en su ciudad:
"Hoy , señor presidente , pase a ser parte de la dolorosa realidad
Hoy voy a velar a mi hija , estudiante de la universidad del sur , capaz, inteligente, con solo 19 años y una vida por delante..
Hoy señor presidente , un trío de drogadictos , le quitaron la vida a mi hija, y por ende , parte de mi vida se va con ella ..
Hoy señor presidente , señora ministra de Seguridad , gobernadora y todos los que viven opulentamente con nuestros impuestos , fallaron en proteger una vida de una excelentísima persona , amiga , hija y estudiante
Hoy señores gobernantes , mi llanto no para , me duelen los ojos.. me duele el alma…
Mañana, con un manto de tierra voy a despedir a MI UNICA HIJA
AGUSTINA SOLANGE BUSTOS , EN BAHÍA BLANCA , FUE ACUCHILLADA , POR TRES DROGADICTOS , …
HOY SEÑORES GOBERNANTES…. UN ASESINO.. YA CAMONA DE NUEVO POR DONDE ÚLTIMO A MI HIJA", escribió.
La ciudad de Bahía Blanca se convirtió así nuevamente en escenario de un crimen horrendo. A lo largo del último mes y medio, aparecieron los casos del clan Benítez, la familia que torturó a dos mujeres durante meses, la muerte por sobredosis de Mariana Sol Bruna, la historia de una bebé violada en Punta Alta y el crimen de Sandra Arbilla en una verdulería de la ciudad.
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