Alejandro Carlos Dal Cin enfrentó este sábado a la fiscal María Soledad Garibaldi, a cargo de investigar la trama de prostitución y pedofilia en las divisiones inferiores de Independiente, que buscó indagarlo por el delito de abuso sexual a menores con acceso carnal en ocasiones reiteradas. Había sido detenido el viernes en las inmediaciones de la fiscalía de Garibaldi por personal de la Policía Bonaerense, de las comisarías 1° y 4° de la jurisdicción. Estaba a bordo de su Audi A3 negro, aseguraba que llegaba al lugar para entregarse mientras lo esposaban. A pesar de su supuesta predisposición, Dal Cin se negó a declarar.
Aparentemente soltero, sin hijos ni hermanos, de 55 años de edad, Dal Cin es un detenido inusual en la causa que ya lleva seis presos. No es nadie famoso o siquiera conocido, no es un hombre del fútbol, como el árbitro Martín Bustos. Tampoco es un hombre de la noche, como el relacionista público Leo Cohen Arazi. Dal Cin, monotributista clase D, es un encargado de administrar diversos consorcios de edificios en La Plata en una empresa que comparte con un socio al menos desde 2013. Sin embargo, su aparición en el caso evidencia cuán lejos iba el aparente negocio de prostituir jugadores menores de edad en una pensión a cientos de kilómetros de sus casas.
"El vínculo de Dal Cin con la trama es a través de redes, el mismo vínculo que uno ve en las redes de pedofilia", apunta un investigador del caso. La fiscal Garibaldi todavía no estableció con precisión quién fue el contacto de Dal Cin para ingresar a la supuesta red, si es que realmente lo hizo, o si tiene vínculos con otros detenidos del caso.
La fiscal, sin embargo, tiene otras pruebas en contra del administrador, provenientes de entrecruzamientos y diversos testimonios: habría abusado de al menos cuatro menores en siete ocasiones distintas. Garibaldi, por su parte, sospecha de varios hechos más.
Dal Cin había comenzado en la causa como un nombre, un apodo: "Ale de La Plata". Los investigadores creen que Dal Cin habría ido a buscar a los menores en varias ocasiones en las inmediaciones de la pensión de jugadores de inferiores de Independiente en Villa Domínico para llevarlos a "un departamento" en la capital provincial, que sería uno de los allanados esta semana, algo que surge de diversos testimonios. Luego los llevaría de vuelta al predio del club.
La fiscal Garibaldi reveló esta semana que los menores prostituidos habrían recibido pagos en especie tras sus violaciones: botines, medias, calzoncillos, recargas de la tarjeta SUBE. Dal Cin, en cambio, habría pagado con dinero en efectivo, según fuentes en la causa.
Varios medios informaron el viernes que Dal Cin habría sido un representante de jugadores, un dato incorrecto. Sin embargo, la fiscal Garibaldi hoy tiene efectivamente tiene en la mira a un representante, un nuevo sospechoso en el expediente.
Nadie contesta en el teléfono de línea de su casa. Mientras tanto, sus contactos de Facebook tapizan de insultos su perfil con decenas de selfies, postean su pedido de captura en los comentarios, lo acusan de ser un "violín" en las fotos en donde exhibe su colección de latitas de gaseosa y cerveza de todo el mundo, o en las que se muestra en vacaciones recientes a Macchu Pichu en Perú o en las playas mexicanas de Cancún, le preguntan si también violó a su perra pitbull de pelaje blanco y negro. Los abrazos a niños en fotos aparentemente familiares son otra constante. También, las críticas a las recientes marchas a favor de los derechos de la mujer y del aborto legal y gratuito.
Juan Díaz Vallone, organizador de torneos amateur de fútbol juvenil, también fue detenido el viernes por la tarde. También se negó a declarar.