La ciudad de Bahía Blanca no sale de la conmoción luego de la detención de los Benítez, el clan familiar que revivió el horror de los Puccio. Se trata de dos hermanos de 26 y 24 años y su madre, acusados de mantener cautivas a otras dos jóvenes durante meses y someterlas cruelmente a todo tipo de abusos sexuales, golpizas y vejámenes. La víctimas luego de ser rescatadas fueron internadas en el hospital Penna en grave estado.
Con el correr de las horas se fueron conociendo más detalles de quiénes conforman el macabro grupo y cómo llevaban adelante sus planes. El primero de los detenidos -y principal sospechoso- es Fernando Rubén Benítez, de 26 años. Está acusado de haber mantenido secuestradas a las dos chicas a las que torturó en reiteradas oportunidades. En el momento que fue detenido confesó los hechos. "Se me fue un poco la mano", expresó el sospechoso.
De acuerdo con la investigación, Benítez era el novio de Aldana García (18), una de las dos víctimas. La había conocido a través de Facebook en octubre pasado y en diciembre la invitó a vivir en su casa, junto con el resto de la familia Benítez. La joven accedió sin imaginarse el horror al que iba a ser sometida días después.
Según declararon los padres de Aldana, Benítez era un hombre celoso, obsesivo y no dejaba que mantuviera contacto con nadie. Un día de enero, la joven apareció en su casa con un ojo negro. Dijo que se había tratado de un accidente y le resto importancia, pero cuando la llamaban para ver cómo estaba, tenían que hacerlo al celular de Benítez y siempre en altavoz. Sin embargo, todo estaba por cambiar.
El lunes pasado, García no aguantó más y fue a buscar a su familia, que no sabía nada de ella desde hacía 15 días. Primero dijo que su novio no tenía nada que ver, pero se desmayó y terminó confesando lo peor. Tuvo que ser internada en terapia intensiva del Hospital Penna con riesgo de muerte por un derrame cerebral, golpes en todo el cuerpo y mordeduras de perro y de humano. Llegó a decir, entre varias cosas, que su novio le pegaba con un cinturón, que la drogaba para obligarla a tener sexo y que la violaba con un destornillador diciéndoles que así se haría mujer. Hoy está acusado de tentativa de femicidio, abuso sexual, privación ilegal de la libertad y reducción a la servidumbre.
El otro detenido es Gonzalo Leonardo Benítez (24), hermano de Fernando y novio de Andrea Santa Cruz (23), la otra víctima y quien fue encontrada desmayada en el fondo de la casa del Clan. De acuerdo con la fiscalía, estuvo dos meses cautiva y quedó internada en grave estado por los golpes, las mordeduras y los cortes que sufrió. El último parte oficial indica de presenta problemas renales e importantes lesiones en el rostro. El menor de los Benítez, en tanto, está acusado de los mismos delitos que su hermano.
La tercera y última detenida es María Esther Llanos (65), la mamá de los Benítez. Está acusada de encubrimiento y posible participación en los delitos ya que vivía en el domicilio del horror. Según trascendió, la mujer quiso confundir a la policía y decir que había una chica en su patio y que la habían mordido sus perros. Pero la coartada no sirvió. En la casa, además de los colchones llenos de sangre, estaban la ropa y las pertenencias de las dos jóvenes.
Tras los allanamientos, en la vivienda de los Benítez encontraron también colchones manchados con sangre y pequeñas cantidades de marihuana. Se llevaron para analizar cables, cintos y algunas prendas de vestir que también tendrían sangre. Incautaron destornilladores, cuchillos y tijeras -para ser sometidos a pericias- y una notebook que se podría haber utilizado para el contacto inicial con las víctimas. Llamó la atención, entre varias cosas, que encontraron varias notificaciones respecto a restricciones de acercamiento que tenía Fernando Benítez con distintas víctimas.
Otras víctimas del Clan y condena para el mayor
Micaela fue pareja de Fernando Benítez. Tuvieron un hijo luego de que saliera a la luz lo ocurrido, decidió contar lo que vivió y cómo se salvó de milagro. "Al nene no lo conoce, nunca se hizo cargo. Me encerraba en la casa y la madre siempre fue cómplice. Ella decía que 'yo era una piba y tenía que acceder a lo que él quería'. Mi mamá me ha buscado hasta por Missing Children porque me tenía secuestrada cuando estaba embarazada. Llegué a estar cinco días encerrada", relató la joven en diálogo con Brújula 24.
"Me rompió mi celular, no me dejaba ni siquiera hacer las compras porque era enfermo de celos. No me dejaba ni comer. Pasaba días de ayuno y sin posibilidades de salir ni a la vereda", agregó.
Además, contó un episodio que vivió con Rubén Benítez, el papá de los abusadores. "Un día, mi ex suegro me quiso apuñalar durante una discusión que tuve con Fernando. Estaba embarazada en ese entonces y me hirió a la altura de la rodilla. Me cortó un tendón y, como estaba en plena gestación, no me podían operar. Casi pierdo a mi hijo", contó. Por este episodio, Rubén fue condenado tres años con prisión en suspenso. Nunca fue preso. En las últimas horas se agregó a la lista una menor de edad que, años atrás había denunciado a Benítez, pero su causa había sido archivada.
El imputado de 26 años ya tiene un antecedente penal que se le va a computar en caso de una nueva pena: el año pasado fue sentenciado a ocho meses de prisión en suspenso por pegarle patadas y golpes de puño a una chica con la que mantenía una relación. Le ocasionó hematomas en los párpados, lesiones en el cuello, los hombros y en la pierna derecha. La joven fue identificada como Karen Giménez y fue atacada en la misma casa del horror en 2014.
La condena fue dictada por el juez en lo Correccional Nº 2, Gabriel Luis Rojas, el 15 de mayo del año pasado y quedó firme casi un mes después. Su ejecución era condicional y durante 2 años debía cumplir determinadas reglas de conducta. El delito que se le imputó fue el de "lesiones leves agravadas por el género".
Declaran hoy
Los imputados declararán antes del mediodía en la fiscalía de Marcelo Romero Jardín. Después los dos hombres serán trasladados a la Comisaría de la localidad de Carmen de Patagones para luego ser llevados a un penal. La mujer por el momento está alojada en la Comisaría Sexta.