Gerardo Martín Pereyra, el agente de la Policía Federal (PFA) que atropelló a una pareja de ancianos que caminaba por la colectora de la autopista Buenos Aires-Mar del Plata, en Hudson, provocándole la muerte a una mujer de 70 años, prestó declaración este miércoles ante la Unidad Fiscal de Investigaciones de Berazategui. "Me quedé dormido", dijo.
El agente de la sección Apoyo Técnico del Departamento de Ambientales de PFA se entregó ayer por la tarde en la seccional 4ta de Berazategui. Lo hizo en compañía de su superior y tras haber guardado su VW Voyage en el garaje de su casa y tapar la parte del choque con una lona, según detalló la fiscal del caso, Karina Santolin.
Desde la puerta de la UFI Berazategui, Santolin dijo que durante su declaración el policía federal "dijo que se quedó dormido". "Declaró que después del accidente entró en pánico, que no supo qué hacer y que habló con su jefe de la Policía Federal, el que le dijo que lo mejor era ajustarse a derecho", repasó la fiscal.
“Dijo que pensó que había chocado a una moto y que se despertó con el golpe”
Según la representante del Ministerio Público, siempre en base al relato de Pereyra, este habría argumentado que no se detuvo porque "pensó que había chocado un motovehículo y que se despertó con el golpe", manifestando en este sentido que "no se percató de que había atropellado a dos personas".
En cuanto al delito que se le imputa al policía de 25 años, Santolin precisó que es "homicidio culposo agravado por la conducción de vehículo automotor, por fuga del imputado, por no asistir a las víctimas y por excesiva velocidad, en concurso ideal por lesiones culposas", esto último en relación a las heridas sufridas por la víctima que sobrevivió.
“Para la fiscalía él quiso ocultar el auto”
"Para la fiscalía él quiso ocultar el auto" ya que el rodado fue encontrado "en su casa con la parte del choque tapada con una lona", graficó la fiscal en diálogo con el canal Todo Noticias.
Al ser consultada acerca de si Pereyra había consumido algún tipo de estupefaciente, remarcó que "no se le pudo efectuar ningún análisis, porque después de 36 horas no se puede certificar algo así", aunque agregó: "Cuando se lo trasladó a Hudson y se le hicieron las revisaciones médicas, él se negó a la extracción de sangre".
"Más allá de lo aberrante y de la tragedia, no nos olvidemos que lo que se le está imputando es un delito culposo, él no tuvo la intención de matar a la gente, no es un delito doloso", aclaró.
En cuanto al futuro inmediato del agente sumó que "en relación a quedar libre una de las cosas básicas es el peligro de fuga, y esta fiscalía entiende que eso está presente desde el momento cero, ya que abandonó a las víctimas" y en esa línea subrayó que "este delito contempla una pena de entre 3 y 6 años de prisión", aunque definirlo ya no depende del Ministerio Público.
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