Dos hermanos de 26 y 24 años y su madre (conocidos como el Clan Benítez), fueron detenidos en las últimas horas, acusados de mantener cautivas a dos jóvenes, someterlas a todo tipo de abusos sexuales y hasta a mordeduras de perros en una casa de la ciudad de Bahía Blanca.
Las víctimas son la novia de uno de los sospechosos y la ex del otro imputado. La primera de ellas se encuentra internada en grave estado por las lesiones sufridas mientras que la segunda fue rescatada desvanecida en el interior de la casa, ubicada en la calle Güemes al 3700.
Las detenciones fueron llevadas a cabo por efectivos de la DDI con el apoyo de la Departamental Bahía Blanca. De acuerdo al informe policial, una joven de 18 años logró escapar, y con ayuda de un familiar, fue derivada al Hospital Penna, donde contó lo que había sufrido y fue internada en grave estado.
Fue así que con la autorización de la Fiscalía, se dispuso un rápido allanamiento en la casa donde ocurrieron los hechos y se detuvo al sindicado como el principal responsable. Además, en el fondo hallaron a la otra víctima en grave estado y con lesiones similares a la otra joven. "Ambas mujeres tienen signo de haber sido abusadas y presentan en sus cuerpos todo tipo de lesiones, incluso mordeduras humanas y de perros en miembros superiores e inferiores", dijo uno de los investigadores, quien relató que en el lugar "había dos canes".
Poco después, la Policía detuvo a unas cuadras al otro sospechoso, de 24 años, "como coautor de los hechos" y también fue aprehendida la madre de ambos, de 65, "quien tenía cabal conocimiento de las agresiones sufridas por ambas víctimas".
Interviene la UFI N° 3 del Departamento Judicial de Bahía Blanca, quien abrió una causa por "tentativa de homicidio (femicidio), reducción a la servidumbre, abuso sexual e infracción ley 14.346".
Más relatos del horror
Micaela fue pareja de Fernando Benítez, uno de los miembros del clan. Tuvieron un hijo y se animó a contar el horror que vivió y del cual se salvó de milagro. "Al nene no lo conoce, nunca se hizo cargo. Me encerraba en la casa y la madre siempre fue cómplice. Ella decía que 'yo era una piba y tenía que acceder a lo que él quería'. Mi mamá me ha buscado hasta por Missing Children porque me tenía secuestrada cuando estaba embarazada. Llegué a estar cinco días encerrada", relató la joven en diálogo con Brújula 24.
"Me rompió mi celular, no me dejaba ni siquiera hacer las compras porque era enfermo de celos. No me dejaba ni comer. Pasaba días de ayuno y sin posibilidades de salir ni a la vereda", agregó.
"Un día, mi ex suegro me quiso apuñalar durante una discusión que tuve con Fernando. Estaba embarazada en ese entonces y me hirió a la altura de la rodilla. Me cortó un tendón y, como estaba en plena gestación, no me podían operar. Casi pierdo a mi hijo", contó.
Pero la historia fue más allá y se tornó más escalofriante. "Me maltrató estando en el hospital, se peleó con todos los médicos y me mordió la cara y la oreja. Iba a mi casa marcada y no sabía cómo explicarlo porque me tenía amenazada de muerte. Incluso, estando internada, me obligaba a tener relaciones y, si no accedía, me pegaba", dijo.
"Muchas veces quise separarme y no me dejaba. Me perseguía a todos lados. Me mordía, me quemaba con cigarrillos, me pegaba, me tiraba del pelo. Una vez la madre me quiso clavar una tijera. Ella me daba a entender que me tenía que dejar pegar", finalizó.