Luego de conocerse que no había rastros de pólvora en las manos del joven mapuche Rafael Nahuel, muerto en Bariloche durante un operativo del grupo "Albatros" de Prefectura Naval en noviembre pasado, la Justicia federal ahora apunta a investigar el rol que tuvieron algunos de los 20 agentes de la fuerza de seguridad nacional que participaron del hecho.
De acuerdo con lo que figura en distintos documentos incorporados al expediente, y según las pericias hechas por el Centro Atómico de Bariloche sobre las manos de los agentes, cinco de los ocho prefectos que entraron al predio mapuche dispararon al menos 114 veces en el episodio ocurrido en Villa Mascardi el 25 de noviembre, por el cual terminó muerto el chico de 21 años.
Dos de estos agentes, cuyas identidades no trascendieron, dispararon 40 y 30 veces sus ametralladoras MP5 o las pistolas Beretta, todas calibre 9 milímetros. Sobre ellos se cerraría la sospecha respecto de quién le disparó a Nahuel y por qué lo hizo, si estaba de espaldas y desarmado. Este resultado surgirá de la pericia hecha en base al Sistema Automatizado de Identificación Balística que usa la Policía Federal para comparar las estrías de un proyectil o un casquillo en relación con el arma que la disparó.
Veinte armas de los prefectos involucrados en el operativo serán cotejadas. Este estudio comenzó hace un mes y determinará la identidad del o los prefectos que dispararon cuando Nahuel ya les estaba dando la espalda. Se supone que con esos resultados, el juez Villanueva podría imputarlos de algún delito y citarlos a declaración indagatoria.
El Departamento Caracterización de Materiales, perteneciente a la Gerencia de Investigación Aplicada del Centro Atómico Bariloche, analizó rastros de pólvora en ocho prefectos involucrados, en Rafael Nahuel (muestra NIR 1466) y también en Lautaro González y Fausto Jones Huala, este último, hermano del lonko Facundo, detenido en Esquel.
En los documentos remitidos al juzgado federal de Bariloche, que subroga Gustavo Villanueva, el Centro Atómico informó que el resultado era positivo en los casos de los "Albatros" y también los de González y Jones Huala. Para que el dermotest dé positivo, tienen que encontrarse en los barridos electrónicos sobre cintas de carbono tres elementos de manera simultánea: bario, plomo y antimonio.
En principio, queda establecida la sospecha sobre González y Jones Huala, quienes a partir de este análisis se cree que podrían haber disparado. Eso confirmaría la versión que dieron los prefectos, quienes tras la muerte de Nahuel aseguraron que ellos habían respondido a un ataque de parte de los mapuches.
Sin embargo, existen en principio atenuantes. Las partículas que dieron positivo en los tres elementos simultáneamente son muy pocas en relación con el mismo análisis sobre los prefectos. Además, no se hallaron por ahora ni casquillos, ni armas ni rastros de los disparos que estos dos integrantes de la comunidad mapuche Lafken Wincul Mapu del Lago Mascardi pudieron haber efectuado.
"Pudieron haberse contaminado al estar en contacto con el orificio de bala de Rafael", comentó una fuente con acceso a la causa. González y Jones Huala son quienes bajaron al joven herido desde la montaña hasta la ruta 40.
Otras fuentes especializadas en estos análisis comentaron a este medio que si los elementos aparecieron simultáneamente, aunque no fueran muchas partículas, es altamente probable que hayan usado algún tipo de arma de fuego. Algunas armas, como los revólveres .22 o .38, no expulsan el casquillo.
El juez Villanueva derivó los resultados aportados por el Centro Atómico Bariloche a peritos del Ministerio Público de Salta, quienes analizarán la prueba para confirmar y determinar si hubo disparos. De confirmarse, el magistrado también podría imputar a los dos mapuches y, como en el caso de los prefectos, incluso pedir su detención.
"Queremos encontrar a la persona que mató a Rafael por la espalda", dijo a Infobae la abogada defensora de la familia del joven, Julieta Wallace. Para ella, el prefecto que lo mató cometió el delito de homicidio calificado. "La no presencia de los elementos que constituyen la pólvora indican que Rafael no disparó, y que la bala que produjo su muerte fue disparada por una fuerza de seguridad. Las fuerzas de seguridad tienen una responsabilidad diferente a las demás personas en relación a la portación de armas de fuego", remarcó Wallace.
Rafael Nahuel murió el 25 de noviembre, como consecuencia de un balazo recibido por Prefectura en su glúteo izquierdo. La bala cruzó el cuerpo y se alojó en su axila derecha, lo que le provocó la muerte. La vocera de la comunidad mapuche, Soraya Maicoño, contó a este medio que mientras agonizaba, Nahuel le dijo a sus amigos: "No me entreguen a los blancos".
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