En el Norte del país era conocida como la banda de Claudio "Gallo" Andrada. La Justicia federal de Salta la considera como la mayor transportista de cocaína de todos los tiempos bajo la modalidad "bombardeo" o "lluvia" utilizando "narco avionetas". Pero cayó y ahora podría estar a punto de ser condenada.
Su líder, "El Gallo", había sido detenido en otras oportunidades, pero quedó libre porque era "protegido" por el juez federal Raúl Reynoso. Con el paso de un puñado de años algo sustancial cambió. El magistrado de Orán está preso y juzgado por liderar una "asociación ilícita" que, a cambio de dinero y dádivas, como fincas y campos, favorecía con resoluciones judiciales a narcotraficantes detenidos.
La sentencia se conocerá el 20 de marzo. En su alegato ante el tribunal oral, el fiscal de la causa, Carlos Amad, solicitó 19 años de prisión para él mandamás narco; y 14 años para sus secuaces por, entre otros, el presunto delito de transporte agravado de cocaína.
"Este juicio es histórico porque estamos juzgando a los jefes de la lluvia de cocaína que era protegida por un juez, Reynoso. Es una manera de decirle basta a la impunidad", expresó ante Infobae el fiscal federal salteño a cargo de los expedientes más pesados sobre narcocriminalidad, y sobre quien pesan varias amenazas de muerte.
Amad explicó que el juicio oral se "extendió más de un año" porque en uno anterior ya se había determinado que "el juez Reynoso, había armado un entramado legal de nulidades para beneficiar a la banda del 'Gallo' Andrada y a los integrantes de su red de narcotraficantes".
Una banda protegida
Si bien el centro de operaciones de Andrada estaba en Salta, la organización tenía ramificaciones en Salta, Tucumán, Entre Ríos, Santa Fe, Catamarca, el norte del Gran Buenos Aires y España.
"Octubre Blanco", se llamó al operativo que el 25 de octubre de 2013, y después de 11 allanamientos realizados en Córdoba, Buenos Aires, Tucumán y Santiago del Estero, se desarticuló a la banda de el "Gallo" y se secuestró 583 kilos de cocaína que iba a ser acopiada en galpones en la localidad bonaerense de José C. Paz y distribuida entre bandas minoristas de narcos de la provincia de Buenos Aires y Capital Federal.
La logística de la banda narcocriminal estaba tan aceitada que los panes de cocaína estaban envueltos en celofanes de distintos colores según la pureza de la mercancía y el comprador.
"Esta es la mayor comercializadora de drogas en la Argentina", había sostenido ante las cámaras de TV el entonces secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni.
Después esas pomposas declaraciones, los operativos judiciales, varios de ellos ordenados por la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado continuaron y la droga incautada trepo a más de una tonelada.
La pesquisa terminó con la detención de 9 personas y la certeza de que "El Gallo" traficaba el clorhidrato de cocaína, cuya pureza era del 97%, desde Bolivia.
Una de las principales localidades "bombardeadas" con cocaína era Las Lajitas, en Salta, un poblado que no alcanza los 10.000 habitantes, pero que su espacio aéreo se veía poblado por pequeños aviones blancos y rojo que "sembraban" de bolsones con cristales blancos sus campos y estancias.
En el juicio oral que se le sigue quedó determinado que Andrada tenía un enlace para adquirir la cocaína en Bolivia. Era un ciudadano uruguayo que negociaba los arreglos comerciales de los embarques de cocaína con siete "proveedores" bolivianos.
El principio del finde de Andrada fue cuando "El Charrúa" fue detenido en la ciudad santafesina de Coronel Bogado, junto a los 583 kilos de la droga expuesta por Berni.
Cuatro días antes, esa misma droga había sido "bombardeada" por dos de las seis narcoavionetas de "El Gallo" en una finca privada de Las Lajitas.
Hasta allí, y para trasportar la droga, habían llegado diez hombres fuertemente armados, con un camión de trasporte que estaba ploteado como si fuese parte de la flota vial de la provincia.
Reynoso en acción
Si bien esa investigación, que había demandado más de un año y medio, estaba encabezada por la ex mujer del fallecido fiscal Alberto Nisman, el juez Reynoso solicitó la competencia en el expediente porque cuatro años antes, esto es en 2009, él ya estaba investigando a la banda del "Gallo" Andrada por un decomiso de 5 kilos de cocaína; que había detenido a algunos de los integrantes de la organización, pero que el jefe de la organización, "El Gallo", estaba prófugo.
La Justicia, a través de sus instancias, decidió que el juicio oral se llevara a cabo en Salta y se "anexara" a su juzgado el expediente de San Isidro.
En medio de esos dimes y diretes, Reynoso quedó detenido por estipendios a narcos para ser liberados.
Para más complicaciones, el 13 de junio de 2017, el Tribunal Federal Oral de Salta comprobó que Reynoso había cometido serias irregularidades en su investigación contra la banda de él santiagueño "Gallo" Andrada, y declararon "nulo" el juicio.
El fiscal federal de esa causa era el mismo Amad. Fue el primero en oponerse a que "El Gallo" quede en libertad. Para eso ayudó a probar que el juez Reynoso no era la primera vez que "ayudaba" al principal "Señor del Cielo" de la Argentina que, a través del puerto de Rosario, también había despachado droga a España.
Su tesón dio resultados. Cayó la causa por el tráfico de los cinco kilos de clorhidrato de cocaína, pero no por la tonelada de droga trasportada en los narcoaviones desde Bolivia.
Ya en 1996 el jefe narco había sido detenido por trasportar 40 kilos de cocaína, en Salta, pero su participación "activa" en esa operación no pudo ser comprobada, y quedó en libertad.
En tan solo un puñado de horas se conocerá el veredicto y se sabrá si una vez más las fechorías trasnacionales de Andrada quedan impunes o ya no será más el "Gallo" de las narcoavionetas que surcaban el cielo con sus cargamentos de cocaína de máxima pureza comercializadas en Bolivia, y que tenían como destino final los bunkers de droga de las barriadas más humildes y de calles españolas.
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