En enero de este año, la Fundación Leo Messi (FLM) saltó a las primeras planas de los medios europeos a partir de la investigación periodística Football Leaks, basada documentos obtenidos por la revista alemana Der Spiegel y compartidos con la red de Colaboraciones en Proyectos de Investigación en Europa (EIC, por sus siglas en inglés), reveló que Hacienda de España investiga, desde 2016, los pagos del Club Barcelona a la FLM. La sospecha de la agencia tributaria española es que que esos pagos eran parte del sueldo de Messi, camuflados como donaciones para eludir el pago de impuestos.
La maniobra era ventajosa para ambos: al Club, le permitía obtener deducciones fiscales (del 35% del Impuesto a las Sociedades) por esas "donaciones" a una fundación creada con fines sociales. Y Messi evitaba pagar impuestos (el 45% del Impuesto a la Renta Financiera de las Personas) por ese dinero que ingresaba a la fundación, ya que las organizaciones civiles con un fin benéfico no pagan impuestos por las donaciones que reciben.
Según revelaron los medios europeos que participaron de Football Leaks, los pagos del Barcelona a la FLM ascendieron entre el 2010 y el 2016 a 12,7 millones de euros. Esos aportes del Barcelona a la FLM estaban directamente vinculadas al jugador: había un bonus si ganaba el Balón de Oro y las retribuciones terminaban si Messi dejaba de integrar el equipo.
Ese dinero representa–según los balances a los que tuvo acceso Infobae- entre el 70 y el 90% de los ingresos de la Fundación. En todos los casos, el Barcelona fue siempre el principal –cuando no el único- donante de la FLM.
Las “donaciones” del Barcelona representan entre el 70 y el 90% de los ingresos de la Fundación Messi
Cuando en abril del 2016, el club recibió una notificación de la Agencia Tributaria española de que sus cuentas estaban siendo fiscalizadas, se activaron las alertas ya que Hacienda sospechaba de que no eran donaciones genuinas, sino el pago encubierto de un sueldo complementario.
El club quiso adelantarse a una nueva posible denuncia penal por evasión contra su principal estrella futbolística, y decidió hacer un "acuerdo" con el jugador: mientras que Messi regularizaría ante el fisco el pago del Impuesto a la Renta Financiera de las Personas (IRFP) por el dinero que le había dado el club a su Fundación como parte de su salario, el Barcelona correría con todos los gastos que eso le generase.
Messi le pagó al fisco español casi 12 millones de euros por las declaraciones de impuestos complementarias que hizo entre 2010 y 2015, y así frenó una posible denuncia penal de la Agencia Tributaria. Pero el dinero para pagar lo evadido no salió del bolsillo de Messi. Football Leaks reveló que se lo adelantó el Barcelona. Para justificarlo en su contabilidad, simuló un préstamo que el jugador debía devolver en varios años, pero que en realidad se incorporó a los montos de sus renovaciones contractuales.
La última renovación de Messi con el Barcelona firmada el año pasado fue por 104 millones de euros brutos por año después de firmar su último contrato hasta el 2021.
Pero más allá de ese pago al fisco, según publicó el diario ABC de España, la investigación sobre las cuentas de su Fundación sigue abierta. Aún no se sabe –porque es secreta por ahora- si detectó una posible evasión, y si elevó, o no, una denuncia a la Fiscalía para que evalúe una posible acusación. Sería la segunda, y de avanzar, podría implicarle la cárcel ya que tiene una condena previa a 21 meses por fraude fiscal.
Consultado por la red de periodismo EIC, Jorge Messi, en nombre también de su hijo, aseguró: "Mi hijo y yo cumplimos con nuestras obligaciones fiscales. Cualquier pago realizado por el FCB o por Lionel Messi ha sido gravado según la ley y el criterio de las autoridades españolas".
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