La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal revocó la la prisión domiciliaria con la que había sido beneficiado el represor Miguel Etchecolatz, quien reside en la ciudad de Mar del Plata desde diciembre del año pasado. Hoy mismo volverá a la cárcel.
Con el voto de los magistrados Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Juan Carlos Gemignani, el tribunal resolvió hacer lugar a los recursos interpuestos por el abogado Pablo Llonto en representación de la querella y por la fiscal María Ángeles Ramos.
La Cámara Federal de Casación Penal revocó el arresto domiciliario que desde diciembre pasado gozaba el represor Miguel Etchecolatz, quien volverá a prisión.
Fuentes judiciales informaron a Infoabe que la Sala V de la Cámara, por mayoría, consideró que los problemas médicos que tiene el represor pueden ser tratados en la cárcel.
Etchecolatz tiene 88 años y seis condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad –cuatro de ellas a prisión perpetua– durante la última dictadura militar cuando era el jefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense.
El Tribunal Oral Federal 6 dispuso en diciembre pasado su prisión domiciliaira por los problemas de salud que padece. Y Etchecolatz fue trasladado desde el hospital de la cárcel de Ezeiza a una casa del bosque Peralta Ramos en Mar del Plata. El represor tiene 88 años, está en silla de ruedas y el Cuerpo Médico Forense dictaminó que tiene hipertensión arterial, trastornos neurológicos que alteran la estabilidad y la marcha y trastornos prostáticos que comprometen la micción. Todo el diagnóstico es de evolución crónica e irreversible.
Organismos de derechos humanos y la fiscal María Ángeles Ramos, a cargo de la Unidad de Asistencia en Causas por Violaciones a los Derechos Humanos durante el Terrorismo de Estado, objetaron la decisión. Los jueces de Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos les dieron la razón. Señalaron que los problemas médicos que tiene Etchecolatz pueden ser tratados en la cárcel.
Borinsky sostuvo que de los informes médicos "no se advierte impedimento alguno para que el nombrado permanezca en un establecimiento penintenciario, recibiendo la atención médica, el tratamiento y los controles que sean necesarios para atender sus patologías".
También señaló que el Tribunal Oral que concedió la domiciliaria no tuvo en cuenta otros elementos. "El tribunal de la instancia anterior omitió referirse a la circunstancia invocada por el Ministerio Público Fiscal en su recurso de casación referida a la revocación, con fecha 24 de octubre de 2006, del anterior arresto domiciliario de que gozaba Etchecolatz luego de verificarse que poseía armas de fuego en su domicilio en su vivienda de la ciudad de Mar del Plata", explicó.
Por su parte, el juez Hornos sostuvo que los estudios médicos "evidenciaban las posibilidades con las que cuenta Etchecolatz para permanecer detenido dentro de un establecimiento penitenciario, recibiendo la debida atención, tratamientos y controles que sean necesarios para sus patologías".
En disidencia, el camarista Juan Carlos Gemignani votó por confirmar la prisión domiciliaria de Etchecolatz. Se basó en nuevos informes médicos que señalaron que los padecimientos "se mantienen incólumes, pero con un alta posibilidad de agravamiento". Y a eso le agregó que "a la fecha el imputado cuenta con ochenta y ocho (88) años", edad que permite acceder a la prisión domiciliaria.
Desde el 29 de diciembre pasado, Etchecolatz se encuentra con arresto domiciliario en Mar del Plata, en el bosque Peralta Ramos, tras ser condenado cinco veces a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad.
Una vez notificada de la decisión, la Fiscalía, al tomar conocimiento de que una víctima -querellante en una de las causas que tramitan en La Plata- reside en el mismo barrio del Bosque Peralta Ramos, realizó un pedido urgente de suspensión de dicha medida y que se proceda al cambio de domicilio.
Tal solicitud fue rechazada por uno de los camaristas, lo que motivó un recurso de reposición a fin de que el pleno del Tribunal reviera lo resuelto por el magistrado; sin embargo, el 29 de diciembre, dos de los jueces nuevamente resolvieron no hacer lugar al recurso.
SEGUÍ LEYENDO:
Etchecolatz, la tobillera electrónica y una historia de 40 minutos de incertidumbre