Facundo Ferreira, el chico de 12 años que la semana pasada murió de un tiro en la nuca durante una persecución policial en Tucumán, tenía pólvora en sus manos, lo que indicaría que disparó, aunque esto no aclara por qué fue baleado por la espalda.
Lo confirmó la fiscal del caso, Adriana Giannoni, quien detalló el resultado de los estudios de dermotest hechos sobre todos los involucrados en el hecho: "Se encontró pólvora en las manos de Facundo Ferreira, del otro menor que conducía la moto (en la que ambos viajaban) y de los dos policías involucrados". No obstante, la abogada de la familia de Facundo dijo que el resultado positivo "no es un elemento contundente para determinar cómo sucedieron los hechos" .
La fiscal explicó este viernes en conferencia de prensa que "también existen registros fílmicos donde se puede ver el derrotero de las motos desde que se inicia la persecución policial, pero no del momento en que se producen los disparos y el hecho". Y aclaró que no puede dar mayores detalles porque podría "entorpecer la investigación a cargo del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales".
No obstante, adelantó que el próximo miércoles prestarán declaración los dos policías imputados, "momento en que se leerá el reproche legal que la fiscalía considera que los involucrados en el hecho tienen hasta ahora, a partir de las pruebas objetivas con las que contamos".
La funcionaria judicial confirmó además que uno de los policías involucrados tiene una causa en su fiscalía y, según trascendió, sería por "excesos en su función".
Además, confirmó que hay dos armas secuestradas, una que corresponde a alguno de los policías y otra que "se está investigando a quién pertenece", por lo que aún no está confirmado que sea de alguno de los adolescentes.
Giannoni informó, tal como se sabía, que "se puede constatar que fue un disparo en la nuca lo que lo causó la muerte" de Facundo, y agregó que "en el lugar del hecho se encontró un proyectil que está sometido a pericia para saber si pertenece al menor el ADN encontrado en él".
Las pericias del médico de la Policía indican que el disparo no fue hecho a corta distancia. La fiscal explicó que esto se deduce "ya que no existe ahumamiento o existencia de pólvora en el orificio de ingreso de la bala" y, al respecto, aclaró aún no se sabe la distancia exacta a la que se produjo. Días atrás, la familia de Facundo había reclamado que se investigue justamente la distancia del disparo.
Las investigaciones determinaron que en el lugar del hecho también se encontraron otras vainas y en base a las declaraciones de algunos testigos, todo hace presumir que también se produjeron disparos con otra arma que no las expulsa, como un revólver, que no fue hallado.
Gianonni explicó que la familia de Facundo se está constituyendo como querellante en la causa y que tendrá acceso al expediente a partir del miércoles próximo, una vez que declaren los imputados.
Florencia Vallino, de la organización Abogados del Noroeste en Derechos Humanos (Andhes), que representa a la familia de Facundo considera que los policías se excedieron en sus funciones. "Aún teniendo en cuenta todas las hipótesis que se manejan sobre cómo sucedieron los hechos la noche en que Facundo fue asesinado, sostenemos que hubo un uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía tucumana", precisó, y amplió: "la Policía incumple distintos estándares en materia de Derechos Humanos sobre todo cuando se trata del uso de fuerza letal contra niños, niñas y adolescentes en conflicto con la ley".
El episodio se registró la madrugada del jueves 8 de marzo, en avenida Avellaneda y pasaje Río de Janeiro, donde también resultó herido de un balazo un adolescente de 14 años que fue hospitalizado, aunque está fuera de peligro.
De acuerdo a la información policial, todo comenzó con una persecución iniciada por dos policías en moto a seis jóvenes que se desplazaban también en moto, supuestamente armados.
Siempre según la versión oficial, los dos policías se cruzaron con tres motos y cuando intentaron identificar a sus seis tripulantes, éstos escaparon hacia la zona de El Bajo. Al llegar a la vieja terminal de la capital tucumana, comenzó un tiroteo, en medio del cual Facundo recibió un impacto de bala en la nuca, mientras que el chico que conducía la moto sufrió lesiones por el roce de un proyectil en la cabeza. A raíz del impacto, el nene sufrió graves heridas y llego muerto al hospital Padilla.
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