Este lunes comenzó el juicio oral y público para esclarecer la muerte de la líder trans Diana Sacayán (40), asesinada de 13 puñaladas en octubre de 2015 en su departamento del barrio porteño de Flores. El proceso apunta a ser histórico: será el primero en la Ciudad de Buenos Aires que determinará si ocurrió un "travesticidio", esto es, un homicidio que tiene como casual el "odio a la identidad de género".
El principal acusado es Gabriel David Marino (25), imputado por los fiscales Ariel Yapur y Mariana Labozzetta -de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM)-, por cometer un "homicidio triplemente agravado por haber mediado violencia de género, por odio de género y con alevosía" y "en concurso real con robo".
Los organismos de derechos humanos tienen expectativa en cómo se expedirá la Justicia con el caso de Sacayán, una reconocida dirigente que defendió los derechos de la comunidad LGBTI. Hasta ahora, sólo se habían realizado dos debates orales de este tipo, uno por el crimen de Natalia Sandoval (35) en Mendoza y otro por el de Vanesa Zabala (31) en Santa Fe. Si bien en ambos se dictó la pena de prisión perpetua, en ninguno se aplicó el agravante de travesticidio.
"La comunidad travesti tiene una expectativa de vida de 40 años. Todos los crímenes que sufre la comunidad trans son con saña y odio", afirmó Brian, sobrino de Diana Sacayán. "Esperamos sentar un precedente", completó en las afueras de Tribunales.
Día 1
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4, integrado por los jueces Adolfo Calvete, Ivana Bloch y Julio César Báez, dio ayer el puntapié inicial al proceso en una audiencia en el sexto piso del Palacio de Tribunales, en Talcahuano 550 de la Capital Federal, donde se reunieron familiares, amigos de la víctima y organizaciones políticas y sociales para pedir justicia.
Marino, detenido con prisión preventiva desde octubre de 2015 -medida que fue prorrogada por cuatro meses más en noviembre pasado por la Cámara de Casación-, llegó a Tribunales vestido con una camisola blanca, jeans y zapatillas, y acompañado por su defensor oficial, Lucas Tassara.
Además de los fiscales, en la sala también se presentaron la abogada Lucila Sánchez, quien representa a Sasha Sacayán, hermano de la víctima, y su colega Juan Ricardo Kassargian como querellante por el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi).
En esta primera jornada se leyó el requerimiento de elevación a juicio, durante la cual se recordaron los argumentos establecidos por el fiscal de instrucción Matías Di Lello, quien fue asistido en esa etapa por Labozzetta como representante de la UFEM.
La mecánica del crimen
En el escrito, los letrados consideraron que Marino, junto a otro hombre que aún no fue identificado, asesinaron a Sacayán entre el sábado 10 y el domingo 11 de octubre de 2015 en el interior de su departamento, situado en Avenida Rivadavia 6747, tras atarla de pies y manos y amordazarla.
Los peritajes indicaron que el cadáver de Diana, que fue hallado el 13 de octubre, presentaba 27 lesiones de las cuales 13 habían sido cometidas con un arma blanca, que presuntamente es la misma que se secuestró en la escena del crimen, de 20 centímetros de largo y que tenía restos de sangre en el filo.
En relación al agravante de "alevosía", los fiscales señalaron que la víctima presentaba lesiones en su rostro y en el cráneo, por las cuales se infiere que Sacayán se encontraba en un estado de indefensión cuando fue asesinada.
Muerta por ser trans
Según la instrucción, el contexto y el modo en el que se produjo el hecho permiten suponer que el homicidio estuvo motivado "por su condición de mujer trans y por su calidad de miembro del equipo del Programa de Diversidad Sexual de Inadi, impulsora de la lucha por los derechos de las personas trans, líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL)".
En base al inciso 11 del artículo 80 del Código Penal que permite configurar un homicidio en "femicidio", los fiscales explicaron que la identificación del género de una persona debe hacerse en función de su identidad de género, y por ello, el término "mujer" incluye también a las personas travestis, transexuales o transgénero que tienen una identidad femenina.
En ese sentido, consideraron que el inciso 11 abarca una modalidad específica de femicidio que es la llamada "travesticidio/transfemicidio" y es la que pretende visibilizar la particular violencia que sufre ese colectivo. "Desde inicio del juicio tuvo esta calificación por parte de la UFEM y de parte de la querella de Sacha Sacayán", indicó la abogada Sánchez, de Colectivo para la Diversidad.
"La investigación es muy sólida. Están documentados no solo la materialidad del crimen y la autoría de Gabriel Marino, si no todos los indicadores y pruebas que el crimen fue motivado por el odio y por su calidad de dirigente de derechos humanos", añadió.
Intimidad, desprecio y robo
Los acusadores sostuvieron además que Marino llamaba por teléfono a Sacayán, la contactaba por Facebook e iba seguido a su departamento, al tiempo que ella lo presentó a sus compañeras, amigas y familiares como su novio.
Según la investigación, el imputado ingresó al círculo íntimo de la víctima durante el último mes de su vida y esas circunstancias le facilitaron el acceso a la vivienda, de donde se llevó 20.000 pesos tras cometer el crimen.
En una de sus declaraciones indagatorias, el acusado se expresó en términos muy despectivos contra Sacayán, refiriéndose a ella como un hombre. Afirmó que había tenido sexo cuatro o cinco veces con Diana a "cambio de droga" y que "lo tomaba como un trabajo".
"Usaba preservativo, yo era activo y él, Sacayán, pasivo. También teníamos sexo oral, él me hacía a mí. Yo lo que quiero es que busquen… al verdadero homicida, yo no tengo nada que ver, estoy escrachado por todos lados por asesinar a un puto", señaló Marino.
Tras la lectura del acta, el Tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo lunes 19 de marzo a las 11, cuando las partes llamarán a declarar a 13 personas, entre ellas, la antropóloga y activista mexicana Amaranta Gómez Regalado en calidad de "testigo experto".
Puertas afuera de la audiencia, organizaciones sociales y colectivos por la diversidad sexual se manifestaron en repudio al crimen. En Plaza Lavalle, las vallas que bordean Talcahuano resguardando el acceso principal, estuvieron cubiertas desde temprano con banderas de colores de unas 15 agrupaciones, entre ellas 100% Diversidad, Agrupación 1969, Asamblea Lésbica Permanente, Correpi, Las Rojas y La Fulana. Y en el centro de los lienzos de los colectivos participantes, una banderola con la leyenda: "Basta de travesticidios. Justicia por Diana Sacayán".
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