Su nombre era José Patricio Molina, trabajaba como remisero en la localidad mendocina de Guaymallén, pero sus víctimas lo conocían por otro nombre. El desfasaje, creen los investigadores, podría deberse a un dato que en las últimas horas, tras el triple crimen y el suicidio del homicida, salió a la luz: tenía antecedentes penales.
Todavía el por qué José Patricio Molina se hacía llamar "José Giménez" es materia de diferentes hipótesis entre los pesquisas, sin embargo la que más resuena es que era un intento por ocultar su pasado criminal, con al menos cuatro arrestos conocidos hasta el momento.
Los antecedentes criminales del remisero datan del año 1997 cuando estuvo demorado por ocasionar daños en la vía pública. Según se pudo saber, en 2010 sumó un nuevo hecho al ser arrestado por robo, mientras que en 2013 había corrido la misma suerte por resistencia a la autoridad, mientras que el año pasado fue detenido por hurto simple.
Según se pudo reconstruir Molina, de 39 años, había mantenido una relación sentimental con Mayra Bueno, de 25. A partir de ese vínculo conoció a Mónica Outeda, la mamá de la joven, de 51 años, y a Lautaro Valentino Vega, su hijo, de tan sólo 6. Este martes por la madrugada el remisero mató a los tres y después se suicidó.
Un detalle dado a conocer por Alejandra, una compañera de trabajo de Mayra, da cuenta de la relación."Él -el presunto asesino- hacía poco que estaba con ellos y había estado en la fiestita de fin de año del jardín de infantes" donde ella daba clases, le contó al medio mendocino MDZonline.
Molina llevaba todas las mañanas a Mayra hasta el jardín en el barrio Escorihuela de Guaymallén y se desconocen las razones que pudo tener para hacer lo que hizo. De acuerdo a las primeras pericias, a su novia la habría acuchillado, a la mamá de ella la asesinó a golpes, mientras que el niño fue ahogado. Después, intentó prender fuego la vivienda de la calle Barcelona, donde la familia vivía desde hacía pocos meses.
En la madrugada de hoy al encontrarse con la escena, los vecinos creyeron en un primer momento que se trataba de un incendio, pero la policía se vio sorprendida por una escena muy diferente en el interior de la vivienda.
Tras el raid criminal, el atacante fue a ver a su ex mujer al trabajo de ella: "Me mandé una cagada", le habría dicho. Luego la amenazó por WhatsApp. Tras unas horas prófugo Molina fue encontrado ahorcado en Maipú.
LEA MÁS
Encontraron muerto al presunto autor del triple crimen de Mendoza