Las últimas imágenes del baterista Juan Ledesma, en el recital de Superuva en el Bar Don Pedro, de Quilmes. Minutos después moriría apuñalado en la puerta del lugar
Algunos lo llaman Cristian. Otros se refieren a él como Ariel. Aunque la gran mayoría lo conoció por su apodo, "el Largo". Sus conocidos lo catalogaron como una persona demasiado pasional, dispuesta a llevar las situaciones hasta un extremo. Y así, esa pérdida de control en la que se veía preso ante cada uno de sus ataques significó una bisagra en su vida y en la de decenas de personas amantes de la música punk. Fue poco antes del amanecer del domingo en la puerta de un pequeño bar de Quilmes.
En la noche del sábado, Cristian Ariel Genez, alias el Largo, acudió al bar Don Pedro para presenciar uno de los cientos de shows de bandas punk a los que fue a lo largo de sus 36 años. Él no fue a ver a Superuva, el grupo principal de la fecha. De hecho los aborrecía. Los consideraba una agrupación que se había vendido al sistema, que había traicionado los valores de la cultura punk. Estaba allí para seguir a Sabandijas, una agrupación pequeña a la que había conocido años atrás.
Una vez que terminaron todos los shows y en medio de una situación de violencia extrema que todavía nadie puede terminar de explicar, la mayoría de los testigos describieron cómo el Largo asesinó a puñaladas con una navaja a Juan Manuel Ledesma, el baterista de Superuva. Sin un motivo real aparente. Preso de uno de sus nuevos ataques de ira, terminó una vida de un modo abrupto y arruinó definitivamente la de muchos otros. Su arresto de violencia fue suficiente para borrar todas las muestras de lealtad y solidaridad que había gestado a lo largo de su vida con los más cercanos.
Dentro del ámbito del punk y el círculo cercano del protagonista hay un clima de temor y escepticismo. Ninguno de los amigos de Genez a los que contactó Infobae quiso que se revelara su verdadera identidad (por eso se utilizarán nombres ficticios). Hay miedo a posibles represalias. El diálogo con la prensa está catalogado como un síntoma de traición dentro del ámbito interno de este movimiento cultural. Para muchos representa una suerte de rendición ante el sistema.
"Estoy triste, mal. No se entiende lo que hizo Ariel. Estoy muy triste porque ahora se mancha todo. Los punkis no somos asesinos y ahora por lo que hizo este pibe, nos vuelven a meter en la misma bolsa de la violencia. El punk no es violencia absurda. Es una posición contra lo establecido, contra las injusticias, pero no es eso que hizo este pibe", le explicó a Infobae Miguel, un veterano representante del movimiento que conoció a Genez en sus primeros años dentro del punk.
"Yo soy unos años más grande que él. Lo conozco desde que era chico. Nos hicimos amigos en los 'recis' (recitales) a los que íbamos. A lo largo de los años lo vi como un tipo solidario y muy presente para su gente cercana. Pero es cierto que le gustaba pelearse. Estaba saltando a cada rato para defender a un amigo. Y había que estar separándolo", añadió.
"Largo" es el hijo mayor de una familia muy humilde de Quilmes. Sus dos padres arribaron desde Paraguay hace 30 años con la idea de poder acumular dinero para comprarse un terreno en su tierra y regresar allí con una casa propia. Nunca pudo concretarse tal sueño. "La verdad, una lástima porke son grandes personas, guerreras por naturaleza que nunka se dejaron kaer. Vivieron de todo hasta se tuvieron ke ir de sus tierras cientos de kilómetros y empezar una vida en una villa aká en Bs.As", escribió el propio Genez en una red social.
Y agregó: "A pesar de todo al día de hoy, nunka les faltó nada ni a ellos, ni a mí ni a mi hermano. Bueno, ahí está una de las razones por la que admiro y kiero tanto a mis viejos y también una de las razones por las kuales odio este sistema de mierda, los patrones, al dinero y a la sociedad".
Genez se metió de lleno en el ámbito punk en su adolescencia. En un momento se lo vinculó a un grupo que se formó durante la década del 90 llamado Los Obelos y que eran conocidos por reunirse en el Obelisco y atacar a la gente sin motivos.
"Ariel no era un Obelo. Yo era amigo suyo en esa época", relata Miguel a Infobae. "Ese era un grupo de punkis de todo el conurbano. Eran de lugares muy pobres, gente marginada que iba al Obelisco y la pudría. Vivían en la calle en una situación desesperada. No defendían una ideología. No tenían nada que ver con la cultura punk".
"Ya para el 2000, cuando Ariel se metió de lleno en la movida, los Obelos ya no existían. Le decían que formaba parte de ellos porque se está inventando mucho al respecto. Pero esos ya no existen, la verdad es que la mayoría de ellos murió por sobredosis, VIH o muertes violentas", añadió Miguel.
Así y todo, las peleas de "Largo" en los recis se habían vuelto en algo cotidiano. "Le gustaba pelearse, es verdad. Quizás las peleas más violentas que le vi tener fueron contra nazis skinheads. Se ponía fuera de sí".
El tiempo pasó y Genez se consolidó como una figura conocida dentro del under del punk del conurbano. A lo largo de los últimos años, se mudó junto a un grupo de amigos a una casa "okupada" en el barrio porteño de San Cristóbal. Desde allí se gestaron recitales y actividades solidarias, talleres gratuitos y diferentes maneras de recaudar fondos para los más necesitados.
En ese particular ámbito conoció a Claudio, con quien forjó una amistad muy fuerte, pese a sus vaivenes emocionales y a los choques entre ambos.
"Estoy triste, shockeado y muy enojado. Todo lo que veníamos haciendo al estilo casa centro cultural contrainformativo se fue al piso. Ahora no voy a poder ni acercarme a una organización anarquista porque voy a sufrir el repudio y va a haber sospechas de que yo tuve algo que ver. Largo es muy buena persona, pero se equivocó y ahora debe hacerse cargo de lo que hizo", le relató Claudio a Infobae.
"Mirá, yo a Cristian lo re quiero, hace varios años que lo conozco. Yo viví muchos años en la calle, entre mis 20 y mis 26 años. Él es más grande que yo y fue una persona a la que siempre pude acudir para cualquier tipo de ayuda. Era una persona muy solidaria con sus amigos, pero también era muy severo con quienes creía que le habían fallado. Quizás algo de eso le pasó el sábado".
Si bien entre ambos se generó un vínculo muy fuerte a lo largo del tiempo, la relación tuvo altibajos. Incluso hubo escenas de extrema violencia en las que también habían aparecido las amenazas con una navaja.
"La amistad que tenemos siempre fue algo rara. Hemos discutido varias veces y hasta algunas nos peleamos. Las peleas eran por diferencias políticas o personales. Algunas veces sacó una navaja para amenazarme, yo creo que era porque no le andaba bien el 'marote'. Había un problema evidente en su comportamiento, pero nunca pensé que podía llegar a hacer algo así", afirmó.
Y reflexionó: "Yo todavía le tengo mucho aprecio, pero en esta situación no puedo responder por él. La verdad es que él mató a alguien desarmado, lastimó a otros, agredió a todos los que estaban a su alrededor y arruinó a mucha gente".
La última vez que Largo y Claudio se vieron fue cinco días antes de la trágica noche en Quilmes. A lo largo de las últimas semanas, Genez había abandonado la casa tomada en San Cristóbal y regresó durante un tiempo a la casa de su madre. Su padre Bernardo murió en diciembre en un accidente de motos y él, con su sueldo de un servicio de mensajería de una empresa en el Centro, debía mantener a su madre y a su hermano menor. "Estoy seguro de que la muerte de su papá debió afectar su comportamiento en estos días. Lo tenía como un referente. Lo amaba", reflexionó Claudio.
Pocos días antes del show del sábado 3 de febrero en el pequeño bar Don Pedro de Quilmes, Genez se puso en contacto con el grupo Sabandijas y les comunicó que iba a asistir al lugar para verlos tocar.
La modesta banda punk habló con Infobae desde su perfil de una red social, sin especificar quién tomó la palabra: "No éramos amigos de él, éramos simplemente conocidos. Nos habíamos conocido dos años atrás en un pub de la Capital. Para este sábado nos dijo que iba a venir con unos amigos, que también tocaban otras bandas conocidas de ellos", le explicaron desde Sabandijas a Infobae.
"A su grupo de amigos los llamábamos Los Punkis. Después de que nos vieron por primera vez, nos llamaron un par de veces para que fuéramos a tocar en algunas fechas a beneficio de comedores sociales. Nos decían que les gustaba mucho nuestra banda", agregaron.
El sábado, Largo acudió con algunas amigas y amigos a Don Pedro. Llevaba su campera de jean con tachas, una bermuda por debajo de la rodilla y su colita de pelo teñida de rubio por encima del rapado lateral. Así, presenció los shows de sus bandas queridas con tranquilidad, sin demostrar una actitud violenta. "No reía mucho. Estaba normal. Estaba con su grupo de amigos. Creo que estaban tomando vino. Antes del recital los saludamos en la calle y después de que terminamos de tocar, Damián, uno de nuestros guitarristas, se le acercó y le preguntó si habíamos sonado bien. 'Muy bueno', nos dijo".
El incidente fatal ocurrió cerca de las 5 de la mañana, ya habían terminado todas las presentaciones y una gran parte de la banda de Sabandijas ya se había retirado del lugar.
"Solo estaba nuestro cantante, el bajista y otro guitarrista. Al terminar todos los shows todavía había mucha gente en la calle. Muchos se querían sacar fotos con los Superuva. Entre toda esa gente mezclada estaba Largo y sus amigos", explicaron desde Sabandijas.
Y el relato continuó: "De repente empezó todo. Nadie entendía qué pasaba. Golpeaban la puerta del lugar, que ya estaba cerrado, había gritos. La gente corría de un lado para otro. Abrieron la puerta y lograron meter a Checha (Daniel Koscianiewicz, cantante de Superuva), al que parecía que le querían pegar. Nadie entendió nada de lo que pasó. Fue en cuestión de segundos, pocos minutos".
Martín Lalo, el bajista de Superuva, sería el encargado de describir los hechos que llevaron a la muerte de Ledesma. "Cuando se estaban sacando una foto, este tipo le lanza una botella a la cabeza a Checha. La botella no le pegó, impactó contra una pared que estaba detrás. Después se va contra Checha de una y le empieza a pedirle plata y a repetir incoherencias, una atrás de otra. Le empezó a pegar. Checha cayó al piso. Y Tommy (otro de los músicos de Superuva) y Juan empiezan a querer separar. En ese momento, se arma la trifulca y es cuando este tipo le pega tres puñaladas a Juan", le dijo el domingo a los medios.
Según los testigos, Largo estaba acompañado por tres chicas. Ellas le empezaron a pegar patadas en la cabeza a Ledesma cuando el baterista estaba en el suelo.
Una vez sucedido el hecho, la comunidad punk estalló en las redes sociales. Así, aparecieron numerosos testimonios que retrataron cómo Genez había protagonizado hechos violentos en eventos anteriores. Uno de ellos refería al último día de la primavera, cuando Largo terminó detenido por agredir a personas en los Lagos de Palermo sin motivos. "Lo peor de todo es que todavía hay un par de imbéciles que lo siguen defendiendo. No están bien de la cabeza. No entienden nada de lo que significa la ideología de los punks", aseguró Claudio.
Genez fue detenido en la madrugada del lunes, mientras dormía junto a una alcantarilla en la vera de la Ruta N° 14, en la ciudad de Gualeguaychú, Entre Ríos. Durante la tarde-noche fue trasladado a la Comisaría 9° de Quilmes y ahora se enfrenta a una causa por el delito de homicidio en riña, que es llevada por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 4 de Quilmes.
Entre mitos, ideologías y acusaciones, Largo quedó inscripto en la historia negra del rock nacional. Terminó con una vida inocente, arruinó a una de las bandas más importantes del punk de los últimos 25 años y terminó de ensuciar un movimiento cuya base es defender una resistencia, solo desde las letras de sus canciones.
Sabandijas es el ejemplo: "Estamos destrozados. Diego, nuestro cantante, a día de hoy sigue shockeado. Todavía no pudo volver a trabajar. Creemos que no vamos a tocar ni ensayar por un buen tiempo. Este chico no entendió nada. De hecho, nuestra banda siempre estuvo en contra de la violencia en la calle, y hasta lo expusimos en nuestras canciones. Te transcribo una para que te des una idea:
Camino las calles
Miro y me asusta
Yo ya estoy podrido
De ver tanta violencia
Y todo los días es así
Y toda la vida fue así
Todo esto parece seguir
(Tenés que cambiar)".
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