Al momento de ser detenida, Jorgelina Selerpe (24), alias "Chipi", desafió a los fotógrafos exhibiendo su lengua con mirada altiva. Parecía demasiado tranquila teniendo en cuenta que su situación en la Justicia está más que complicada. No solo porque se le imputaron nuevos delitos que se suman a los que ya tenía en sus antecedentes penales -asociación ilícita y tráfico de drogas- sino porque además está sospechada de haber participado en uno de los últimos crímenes ocurridos en Rosario, en el marco de la guerra desatada entre bandas narco que se disputan el territorio en la zona sur.
"Chipi" es pareja de Alan Funes (19), el recientemente detenido cabecilla del clan familiar enfrentado a sangre y plomo con los Camino, la banda que hasta su muerte lideró el ex capo de la barra de Newell's, Roberto "Pimpi" Camino. Alan estuvo prófugo 20 días luego de haber violado la prisión domiciliaria que cumplía por un homicidio, al parecer, cometido en venganza contra los asesinos de su madre.
El martes a las 7 de la mañana, cuando la Policía entró al departamento del complejo Fonavi, en Callao al 3900, Jorgelina Selerpe dormía junto a Alan Funes, con quien en mayo pasado tuvieron un bebé. En el baño, detrás del bidet, había escondida una pistola 9 milímetros.
La historia familiar de "Chipi", así como las parejas que se le conocieron, están estrechamente vinculadas al narcotráfico y la violencia que rodea este tipo de actividades ilícitas en la ciudad de Rosario, más precisamente en el barrio Tablada. Con solo 24 años ya carga con un grueso prontuario por casos de balaceras -de las que también fue víctima-, venta de drogas y hasta homicidios.
Es que "Chipi" parece continuar con el legado familiar de los Selerpe, un apellido que resuena en las páginas policiales de los periódicos locales desde hace más de 20 años. Por caso, su tío, Jorge "Negro" Selerpe, fue detenido en 1995 por infracción a la ley de estupefacientes. Con 73 años de edad, su abuelo, Froilán Francisco Selerpe, cayó en un operativo antidrogas realizado en 2007. En ese mismo procedimiento, su madre, Rosa Mabel, fue demorada junto a una adolescente Jorgelina, en ese entonces de 14 años. Otro tío, Domingo "Mingo" Selerpe, pudo escarpar de esa redada, pero caería en desgracia tres años después debido a los enfrentamientos con otra banda de la zona, "Los Gordos". Para el 2010, "Mingo" ya se había tenido que mudar a otra casa, en el barrio Itatí. Allí mismo fue acribillado de cinco balazos, pero antes de morir, se llevó consigo a sus propios asesinos, Abel Argarañaz, de 21, y Celso Aguirre, de 35.
Antes de ese sangriento episodio, en el verano de ese mismo año, Jorgelina fue atacada a balazos cuando caminaba por pasaje Villar y Necochea. Tuvo la fortuna de que la bala que más cerca le pasó solo le rozó la frente. En ese tiempo ya se había ido a vivir a la vuelta de la casa de su familia con Matías "Negro" Medina, un pesado del barrio Tablada.
En 2014, "Chipi" y el "Negro" pasaron en moto por la puerta de la casa de una vecina de 57 años y balearon la vivienda. La mujer estaba sindicada como encargada de un bunker de drogas en la zona. Ambos fueron imputados por abuso de arma.
Al año siguiente, la casa de Medina y Selerpe también fue baleada. Y en otro ataque intimidante, a Matías le incendiaron la camioneta. Fueron solo avisos de lo que vendría días después. En diciembre, una semana antes de Navidad, Medina fue asesinado a balazos en la casa que compartía con Jorgelina Selerpe, en Chacabuco al 4100. Los investigadores supieron luego que Medina había recibido un llamado de su pareja para que saliera a la puerta. "Estoy llegando con los chicos". Ahí mismo recibió seis disparos desde un auto, y por eso se sospechó en su momento que "Chipi" lo había entregado.
En mayo pasado, en un operativo conocido como "Los Miserables", cayó detenida en su casa Rosa (42), la madre de Jorgelina, por tenencia de drogas: plantas, cogollos de marihuana y algunas dosis de cocaína. La mujer tenía además pedido de captura por una condena en el fuero federal. Ahora está presa en la cárcel de Ezeiza.
Jorgelina Selerpe integra en la actualidad la banda que comanda su pareja, Alan Funes, quien arrancó el 2018 prófugo, con pedido de captura nacional e internacional luego de que se conociera un video en el que se lo ve disparando una ametralladora al aire en la noche de Año Nuevo, en plena violación de su arresto domiciliario.
El domingo 14 de enero, mientras Alan estaba evadido de la Justicia, Marcela Díaz, de 36 años, fue acribillada desde un auto cuando viajaba en una moto junto a su pareja por Pasaje Lejarza, en la zona oeste de la ciudad. Marcela Díaz era hermana de Ariel "Tubi" Segovia, un barrabrava de Newell's y ladero de los Camino que está detenido acusado de homicidio.
En el ataque a Marcela Díaz, su pareja también fue baleada, pero sobrevivió y declaró luego haber visto dentro del auto blanco desde donde provinieron los disparos a Alan Funes y su mujer. Se cree que el crimen de Marcela Díaz fue en venganza por el homicidio de Ulises Funes, hermano de Alan que "no andaba en nada", ocurrido en la última semana de diciembre. "Hermano por hermana", dijeron los investigadores.
Este jueves se realizó una audiencia imputativa contra Alan Funes y Jorgelina Selerpe. La pareja del líder de los Funes fue acusada por los delitos de tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra, asociación ilícita, homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio agravada por el uso de arma de fuego. La joven quedó detenida con prisión preventiva sin plazo por orden del juez de primera instancia, Héctor Núñez Cartelle. Sin embargo, su abogado, Juan Pablo Audicio, intentará apelar la decisión y solicitar la prisión domiciliaria de su defendida, bajo el argumento de que tiene un bebé de ocho meses a su cargo.
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