Luego de estar poco más de dos semanas internada, Mónica Garnica Luján falleció como consecuencia de las heridas que le causó su pareja al prenderla fuego durante una discusión en el partido bonaerense de Berazategui.
Así lo confirmó la abogada que representaba a la joven, Claudia Perugino, que detalló que Garnica Luján falleció mientras estaba internada en el Hospital del Quemado en la Ciudad de Buenos Aires.
El hecho se produjo el domingo 24 de diciembre al mediodía en una casa ubicada en las calles 116 y 24 de Berazategui. Todo empezó cuando Garnica Luján estaba en su casa junto a su pareja, Ángel Saracho, de 25 años, y con quien tenía tres hijos de entre 2 y 7 años, que en ese momento no estaban en la casa, y por motivos que se desconocen, se inició una discusión.
Todo terminó cuando Saracho, quien ya había sido denunciado al menos una vez por Garnica Luján por violencia de género, prendió fuego la ropa de la joven. La víctima, de nacionalidad boliviana, sufrió quemaduras de primer y segundo grado en el rostro, en el pecho, los brazos y las piernas. Tras el hecho, Garnica Luján fue trasladada al Hospital Evita Pueblo en esa localidad bonaerense y luego al Hospital del Quemado en la Ciudad, donde estuvo en coma inducido hasta hoy.
Por su parte, Saracho, que también tuvo que ser atendido, sufrió algunas quemaduras leves, fue detenido por la policía bonaerense y quedó imputado por el delito de "homicidio calificado por la relación de pareja en grado de tentativa".
De acuerdo al relato de los familiares de la víctima, ella ya lo había denunciado anteriormente por agresiones, pero él "la amenazó para que las retirara porque en 2018 iba a estudiar para ser policía".
En un principio, Saracho les dijo a los policías que él solo había prendido fuego la ropa de ella que estaba en el piso y que cuando Garnica Luján intentaba apagar las llamas, sufrió quemaduras. Sin embargo, algunos minutos más tarde, cuando la víctima era trasladada al hospital, Garnica Luján dijo que su pareja la roció con alcohol y la prendió fuego.
Saracho se negó a declarar ante la fiscal de la causa, Gabriela Mateos, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 3 descentralizada en Berazategui, Departamento Judicial Quilmes.
De acuerdo a lo señalado por familiares de Mónica, ella "era común que apareciera con moretones y siempre pedía ayuda o gritaba por los golpes que le propinaba e incluso él le llegó a romper cuatro teléfonos celulares".
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