"Los Monos", la violenta organización narco liderada por la familia Cantero que atemorizó a Rosario durante años y que controló el tráfico de droga, se encuentra hoy acorralada por la Justicia. Algunos de sus miembros fueron asesinados y otros están presos, a punto de ser condenados. Ante este vacío de poder, dos grupos pujan por transformarse en los herederos y adueñarse de las calles del sur de la ciudad.
Se trata de los Funes y los Camino, dos clanes familiares conocidos en Rosario hace tiempo pero que hasta ahora operaban bajo la sombra de "Los Monos". Ambos quieren controlar el negocio y mantienen una guerra desde hace más de tres años para obtenerlo. Sus enfrentamientos dejaron un saldo de al menos 20 asesinatos. El de mayor repercusión ocurrió en marzo de 2016, cuando dos sicarios ingresaron al almacén de Mariela Griselda Miranda, la mamá de los Funes, y la mataron a balazos.
En venganza, Alan Funes (uno de los hijos de Miranda) acribilló a Eugenio "Pupi" Solano, señalado en el barrio como el autor material del homicidio. Luego de matarlo, le dijo: "Esto es por mi vieja". Al momento del crimen, Alan tenía 17 años, por lo que fue enviado al Instituto de Rehabilitación del Adolescente (IRAR) y luego un juez le dictó la prisión domiciliaria. El joven fue noticia la semana pasada luego de que trascendiera un video en el que se lo vio dando tiros al aire para festejar el año nuevo. Cuando la policía fue a buscarlo, Funes se había escapado. Hoy, sigue prófugo y tiene en su contra una orden de captura internacional.
Otro de los integrantes más conocidos es Lautaro "Lamparita" Funes, prófugo entre mayo y septiembre del año pasado, y luego detenido en un pasillo interno del barrio rosarino Tablada, en la intersección de las calles Ameghino y Ayacucho. Se cree que es uno de los jefes de una asociación ilícita dedicada a robos y usurpación de casa en el sur rosarino para instalar puntos de venta de droga.
Pero el historial no termina ahí. El fin de semana se escribió otro sangriento episodio en la saga de la familia. Ulises, otro de los hermanos, fue asesinado a balazos cuando se encontraba a metros de su casa. En tanto, el "Gordo" Funes, su padre y líder del clan, recibió varios disparos en la localidad de Alvear, el 31 de diciembre pasado. Fue atendido en un hospital, pero se recupera.
Por el lado de los Camino, su momento de mayor esplendor lo vivieron cuando su máximo líder, Roberto "Pimpi" Camino, manejó la barra brava de Newell's. Hasta el año 2010, los dos grupos eran socios, pero todo cambió cuando este barra fue asesinado.
La desconfianza entre ambas organizaciones fue creciendo hasta que en el 2013, la casa del "Gordo" Funes fue baleada. La familia apuntó directamente contra los hermanos de "Pimpi" y comenzó un sangriento enfrentamiento que se cobró hasta hoy varias vidas. Pero el único objetivo no era la venganza, ya que la pelea por el tráfico de droga siempre atravesó cada uno de los homicidios. De hecho, un testigo aseguró ante la justicia que los Camino quisieron reclutar a los Funes como sicarios para controlar el negocio. La oferta nunca fue aceptada y las diferencias se recrudecieron.
Alexis Camino, hijo del ex barra y continuador de los negocios de su papá, fue detenido en noviembre de 2016. Está acusado, entre otros crímenes, del que se cometió contra la madre de los Funes. Su clan se maneja principalmente en el barrio Municipal (conocido hoy como 'pimpilandia'), mientras que los Funes lo hacen en Tablada. Lo cierto es que a pesar de la caída de los Cantero, el sur de la ciudad sigue envuelto en una guerra que parece no tener fin.
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