"La maté, ya está, me aseguré. No podía darle de comer, ahora ya no va a sufrir más. Ya no podía soportar más esta situación, estoy muy cansada", fue la explicación que dio una madre luego de asfixiar y asesinar a Milena, su hija de dos años.
Todo ocurrió en una casa ubicada en la calle 1156 entre 1135 y 1136, en la localidad bonaerense de Florencio Varela. La tía de la pequeña, quien vive en la misma vivienda, fue testigo del horror y declaró ante la Policía cómo fue el episodio. Según relató, su hermana, "se encerró en una habitación con la nena y no salió durante horas", a pesar de que ella le imploraba que abriera la puerta.
Después, la madre salió del cuarto con la menor envuelta en una frazada y comenzó a correr por el barrio. La tía sabía que algo malo había pasado y pidió ayuda de inmediato a un vecino. El hombre persiguió a la mujer durante algunos metros, la interceptó en una esquina y se encontró con el peor escenario. La mujer apoyó la frazada en la calle, la abrió y dejó ver que Milena estaba casi sin vida, con los labios y la cara azulados.
Luego de varios intentos de reanimación, la pequeña fue llevada en grave estado a una sala de salud de Ingeniero Allan, donde tampoco lograron salvarla. Entre los escabrosos detalles que trascendieron, se supo que la nena fue "asfixiada de frente" y su madre "le colocó medias en las manos para que no la rasguñara" mientras la ahogaba con la almohada.
La asesina, identificada como Karina Gómez, fue trasladada a la Comisaría de la Mujer de Quilmes imputada por "homicidio agravado por el vínculo". Intervino en el caso la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 5 de Florencio Varela, a cargo de Hernán Bustos Rivas. La joven, además, dijo que la asfixió porque "estaba cansada de la situación" de pobreza que le tocaba vivir.