Casi una década corriendo. La ficha de reincidencia de Leonel Emil López, de 32 años de edad, también conocido como "Federico Maximiliano López", el hombre arrestado esta mañana en su casa del Barrio Frino de José C. Paz, acusado de ser el responsable del arrebato que casi le cuesta la vida a la estudiante de medicina Brenda Biggiati sobre las vías del tren Belgrano Norte, es larga.
El debut, de acuerdo a documentación judicial a la que accedió Infobae, fue en agosto de 2007, un robo que recayó en el Juzgado de Garantías N°2 de San Martín. López volvería poco más de dos años después a sentarse frente a un juez, en diciembre de 2009. "Tentativa de robo simple" fue la calificación del hecho, investigado por la UFI descentralizada N°20 de Malvinas Argentinas. Volvió a caer un mes después en enero de 2010, esta vez por una infracción a la Ley de Drogas. Su siguiente acusación de robo llegó en febrero de 2011, con un causa en la UFI N°19, también en Malvinas Argentinas.
El 2015, por lo visto, fue un año particularmente caliente para López: fue condenado por el Juzgado Correccional de N°6 de San Isidro a seis meses de cárcel, en el marco de un juicio abreviado con pena acordada.
Fue una pena combinada; el tribunal la unificó con otra condena previa de solo tres meses, una suerte de economía. El hombre de José C. Paz había sido acusado junto a un familiar, Nicolás Emín López, por un ataque muy similar al que sufrió Brenda Biggiani, ocurrido el 8 de abril de ese año en la estación Villa Rosa del tren Belgrano Norte. Se trató de otro arrebato de celular a una mujer.
López, efectivamente, fue preso tras esta pena unificada, la primera y única de toda su vida delictiva. Estuvo detenido en la cárcel de Campana, la Unidad N°41, aseguró profesar la fe adventista al entrar. Sin embargo, su única estadía en la cárcel fue breve. Registros del Servicio Penitenciario Bonaerense indican que el acusado de robarle a Brenda y tirarla del Belgrano Norte ingresó a Campana el 8 de julio de 2015 para salir el 16 de septiembre de ese mismo año.
La pena había sido de seis meses, pero su registro penitenciario marca una condena cumplida. Un día antes de que saliera, la Sala Tercera de la Cámara de Apelación y Garantías de San Isidro resolvió a favor de un ofrecimiento del defensor oficial de López, que ofreció canjear el tiempo de cárcel restante por 600 horas de trabajo comunitario.
En mayo de 2015, un mes antes de entrar al penal, López ya había sido acusado por robo en otro expediente, esta vez bajo la firma del Juzgado de Garantías N°5 de San Martín.