Diego Angel Lagomarsino se mantuvo en lo que siempre dijo sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman: que le llevó un arma porque él se la pidió para cuidar a sus hijas y que por la relación de "amo esclavo" que tenían no podía decirle que no. Que nunca trabajó para los servicios de inteligencia y que esta causa le arruinó la vida a tal punto que ya no le importa saber si Nisman se suicidó o lo mataron.
El perito informático que trabajaba para Nisman declaró durante nueve horas y media ante el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano y negó haber participado de un plan criminal, tal la imputación que se le hizo.
Lagomarsino llegó a las 9:10 a los tribunales de Comodoro Py en un Chevrolet Prisma gris junto con los agentes de Prefectura Naval que lo custodian. Vestido de jean, camisa blanca, saco y zapatos marrones se dirigió al cuarto piso, donde se encuentra el juzgado de Ercolini. Por primera vez iba a declarar como acusado en la causa. Ya lo había pero como testigo el 19 de enero de 2015, apenas horas después de que se conoció la muerte de Nisman, cuando se presentó espontáneamente en tribunales.
Logomarsino tenía puesta la tobillera que el juez dispuso la semana pasada como medida de coerción. En la indagatoria estuvieron el juez y el fiscal con sus secretarios, el empleado que tomó la declaración y Gabriel Palmeiro y Martín Chasco, abogados de Lagomarsino.
El juez tomó la decisión de que en la indagatoria nadie podía estar con celulares para evitar cualquier filtración. Infobae reconstruyó lo que ocurrió en la declaración con fuentes directas.
En la imputación, Lagomarsino fue acusado de formar parte de un plan criminal para matar al fiscal Nisman, quien fue encontrado muerto la noche del 18 de enero de 2015 con un tiro en la cabeza en el baño de su departamento de una de las torres "Le Parc", en Puerto Madero. Cuatro días antes había denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner de encubrir a los acusados del atentado a la AMIA por la firma del memorándum con Irán. Puntualmente el perito informático fue acusado de haberle llevado a Nisman la pistola Bersa calibre 22 de su propiedad para hacerla pasar como un "arma amiga" que permita montar una escena de suicidio.
Lagomarsino primero dio sus datos personales y dijo que cobra 25 mil pesos por mes como perito informático. Agregó que por la causa perdió muchos trabajos, entre ellos como docente en la Universidad Nacional del Oeste. También aportó títulos que acreditan su condición de perito.
Luego hizo un relato sobre los hechos. Contó que la tarde del sábado 17 de enero de 2015 estaba en su casa cuando lo llamó Nisman y le pidió que vaya a Le Parc. Fue hasta allí y el fiscal le preguntó si tenía un arma, le contestó que sí y le preguntó si se la podía prestar porque quería defenderse un posible ataque que pudieran sufrir sus hijas cuando estuviesen con él. Las dos hijas de Nisman se encontraban en ese momento en Europa y Lagomarsino dijo que el fiscal le mintió porque no le dijo eso y que él no lo sabía.
Luego continuó su declaración señalando que volvió a su casa, en la localidad bonaerense de Martínez, donde tomó el arma y volvió a Puerto Madero para llevársela y de donde se retiró a las 20:35. "Lo único que hice fue hacerle un favor", explicó sobre la entrega del arma. El fiscal Taiano le preguntó porque el dio un arma cuando Nisman no tenía permiso de portación. Lagomarsino respondió que creía que como fiscal general sí tenía la autorización.
Terminó de contar que se enteró de la muerte de Nisman porque el lunes a la mañana su hermano le mandó un mensaje de whatsapp con la noticia.
Lagomarsino también habló sobre su relación con Nisman y la calificó como de "amo-esclavo", lo que repitió varias veces. Dijo que el fiscal lo llamaba varias veces por día y que nunca podía decirle que no a nada que le pidiera. El perito agregó que ese vínculo tan fuerte lo llevó a tratar el tema en terapia. Lagomarsino quiso aclarar que no tenía una relación homosexual con el fiscal ya que había leído esa especulación en varios medios.
En esa relación fuerte, Lagomarsino enmarcó su rol de apoderado en una cuenta que Nisman tenía en el banco Merril Lynch de Nueva York con 600 mil dólares. El perito contó que el fiscal le pidió estar en esa cuenta porque su madre –quien junto a la hermana del fiscal eran alstitulares– estaba muy enferma y porque él era una persona expuesta para figurar esa cuenta. Lagomarsino declaró que nunca supo el contenido ni los movimientos.
También contó que a Nisman lo conoció en 2007 a través de Carlos "Moro" Rodríguez, un agente de inteligencia de quien supo su condición con el inicio de la causa judicial. Lagomarsino señaló que Rodríguez le dijo que a Nisman lo mataron.
Lagomarsino negó ser parte de los servicios de inteligencia. El fiscal Taiano le preguntó si conocía a Antonio "Jaime" Stiuso, a Alberto Mazzino, a Fernando Pocino –todos ex directores de la ex SIDE- y a los jefes del organismo cuando murió Nisman, Héctor Icazuriaga y Fracisco Larcher, y contestó que no.
El perito se quebró varias veces durante la indagatoria y lloró, contaron las fuentes. Lo hizo al hablar de su familia, principalmente de sus hijos, y de los padecimientos que sufrió por esta causa él y su familia. "No me importa como murió Nisman", señaló ante el cansancio de una causa penal que lleva dos años y ocho meses y que fue "lo peor" que le pasó en la vida.
Su declaración no fue una sorpresa ya que repitió que lo siempre dijo en las entrevistas periodísticas que dio y para los investigadores, en un primer análisis, no aportó nada nuevo para la causa.
Lagomarsino contó también que siempre quiso hablar con Sandra Arroyo Salgado, jueza federal de San Isidro y ex esposa de Nisman; que el fiscal le daba causas judiciales para que se lleve a su casa, como la de las escuchas ilegales en la que estuvo procesado el presidente Mauricio Macri; y que ocho meses antes de que presente la denuncia Nisman le dijo que se iba a llevar puesta a Cristina Kirchner.
El perito contestó preguntas del juez y del fiscal y al finalizar la indagatoria Ercolini le pidió un cuerpo de escritura para que deje su letra y luego poder compararla con material secuestrado la semana pasada en su domicilio.
El fiscal Taiano imputó a Lagomarsino como parte de un plan criminal luego de una junta interdisciplinaria de Gendarmería Nacional que concluyó que a Nisman lo asesinaron. El informe se contradice con los primeros de la causa que elaboraron el Cuerpo Médico Forense y la Policía Federal que señalaron que no había elementos para señalar que en la muerte de Nisman intervinieron terceras personas.
Para el fiscal, Lagomarsino no fue el autor del crimen ya que no hay pruebas para sostener esa acusación y la investigación se encaminará a tratar de determinar los autores materiales e intelectuales del homicidio.
La defensa de Lagomarsino avala la hipótesis de suicidio, mientras que las querellas de las hijas y la madre y hermana de Nisman sostienen que fue un crimen.
Las indagatorias en la causa continuarán el próximo martes y miércoles cuando declaren Luis Miño, Armando Niz, Rubén Benítez y Néstor Durán, quienes eran los custodios de Nisman el sábado 17 y domingo 18 de enero. No están acusados de participar del crimen, sino del incumplimiento de los deberes de funcionarios público por no proteger al fiscal. Benítez había declarado que, al igual que a Lagomarsino, Nisman le había pedido un arma.
Cuando finalicen las indagatorias el juez Ercolini quedará en condiciones de resolver si procesa a los acusados mientras la investigación intentará dar con los autores materiales e intelectuales para terminar de cerrar el plan criminal que la justicia entienda se gestó sobre Nisman. Pero los propios investigadores advierten: "Va a ser muy difícil".