La Justicia argentina volvió a dictar un fallo que despertará polémica y el repudio en gran parte de la opinión pública: un Tribunal de San Isidro decidió aplicarle una pena menor a un femicida al considerar que actuó "bajo emoción violenta" al momento de asesinar a su ex esposa.
El fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal 4 (TOC 4), en el juicio contra Brian Montenegro (22 años) por el homicidio de su ex pareja Débora Díaz (26). Los jueces Federico Guillermo Ecke y Osvaldo Rossi decidieron aplicar una pena de 22 años en lugar de recurrir a la cadena perpetua. En tanto, el juez Hernán San Martín sí entendía que había violencia de género en el caso y descartó la teoría de la emoción violenta.
Según informó la agencia Télam, los magistrados remarcaron en su resolución que el acusado estaba "profundamente enamorado" de Díaz y que cometió el crimen después de que la mujer le comunicara que estaba embarazada de otro hombre. Para los jueces no se contempló la figura de "femicidio" en el fallo, ya que "no había pruebas concretas para demostrar que hubiera mediado una relación violenta y desigual de poder cuando fueron pareja".
El hecho ocurrió el 22 de febrero de 2016 en una casa de Villa Astolfi, en el partido bonaerense de Pilar. Díaz se encontraba en su hogar junto a sus hijos de 11, 6 y 2 años (el último, producto de la relación entre ambos).
Montenegro entró a la fuerza en la casa. Luego, apartó a los niños en una habitación y entabló una fuerte discusión con su mujer. En ese momento, ella le habría reconocido que estaba embarazada de un hombre policía. A los pocos minutos, el hombre le asestó seis puñaladas en el pecho, en la espalda, en el cuello y en la cabeza y le provocó la muerte.
Durante su declaración testimonial, Montenegro aseguró haber cometido el crimen al sentir "impotencia" por lo que le contaba su ex pareja, "que se burlaba" de él.
"Mientras vos estabas llorando como un boludo en la casa de tu mamá, a mí me cogía el policía en tu propia cama", fue la frase que Montenegro dijo escuchar por parte de Díaz en los momentos previos al asesinato.
Los jueces se apoyaron también en un informe psicológico en el cual el imputado relató los hechos en "islotes": recordaba parte del hecho, pero no en su totalidad.
"Estaba profundamente enamorado de la víctima (…) Estaba angustiado por la actitud expulsiva de su amada. Intentó dialogar con la misma, pero la afirmación reseñada, en tales términos, mermó su capacidad reflexiva", afirmaron los magistrados que avalaron la "emoción violenta".
En tanto, el juez que se opuso, San Martín, aclaró que al momento de acudir a la casa, Montenegro ya estaba enterado de que Díaz se encontraba en una nueva relación amorosa. Ella se lo había dicho tres días antes mediante un mensaje de texto. En ese intercambio de mensajes, Montenegro le dijo a Díaz que seguramente estaba con otra mujer porque ella era "re fea".
En tanto, los testimonios de la hermana de Débora Díaz y de uno de los hijos de la mujer, en la cámara Gesell, indicaron que ya habían existido episodios de violencia de género por parte de Montenegro anteriormente.
Por su parte, Lucía Rans, abogada de Susana Díaz, la madre de Débora, aseguró que la condena a 22 años fue un paso hacia adelante, ya que existía el riesgo de que Montenegro sea declarado inimputable.
"Es un buen comienzo. Susana no estaba del todo conforme con el fallo, pero le explicamos que en este tipo de juicios siempre existe una posibilidad de que el acusado sea considerado inimputable", afirmó ante la prensa.
Así y todo la abogada afirmó que la fiscal de Género Carolina Carballido Calatayud apelará el fallo con la intención de que finalmente se condene a Montenegro a cadena perpetua.