A una semana de quedar detenido, Julio De Vido recibió un nuevo revés judicial: fue procesado por el pago de sobornos en la ampliación de gasoductos que realizó la empresa sueca Skanska.
El juez federal Sebastián Casanello procesó a De Vido junto al ex secretario de Obras Públicas, José López, por los delitos de administración fraudulenta y cohecho. Y les impuso un embargo de 49 millones de pesos a cada uno.
El magistrado procesó también al ex gerente de Fideicomisos del Banco Nación, Néstor Ulloa, a ex directivos de la empresa sueca, y a representantes de las empresas que permitieron la facturación falsa.
La resolución destaca que el procedimiento de contratación (de licitación pública a concurso privado) fue un "punto significativo" a partir del cual se dio lugar "a los sobreprecios de las obras". Así, la diferencia entre los precios presupuestados para las obras y lo pagado por todas las obras del Proyecto, se estiman ascendieron a 185 millones de pesos. Los sobornos detectados, en tanto, rondarían los 14 millones de pesos.
Las coimas se instrumentaron a través de cheques librados entre noviembre de 2004 y abril de 2006. Y el origen de esos cheques eran facturas apócrifas que recibían de empresas que imputaban falsamente costos (por bienes y servicios no prestados) a las obras del Proyecto de Ampliación de Gas 2005.
Sobre el rol de De Vido, Casanello tuvo por acreditado que había diseñado un esquema jurídico que le permitió -a la par de licuar su responsabilidad- determinar a través de sus dependientes directos (Secretaría de Energía, Secretaría de Obras Públicas y ENARGAS) las maniobras para direccionar la adjudicación de las obras a Skanska y a las otras empresas.
El procesamiento se da luego de que la Sala I de la Cámara Federal rechazara un planteo del diputado nacional para impugnar su citación a indagatoria.
La causa Skanska es uno de los primeros casos de corrupción en la gestión kirchnerista. La constructora sueca confesó haber pagado coimas a funcionarios del gobierno anterior para asegurarse contratos de ampliación de gasoductos.
El expediente estuvo a punto de quedar archivado cuando la Sala I de la Cámara Federal declaró nula la grabación en la que Javier Azcárate, ex gerente comercial, le contó a Claudio Corizzo, auditor interno de Skanska, detalles del negociado.
Recién el año pasado, la Cámara de Casación resolvió que esa prueba era válida. A partir de entonces, el fiscal Stornelli pidió las indagatorias de todos los imputados.