Al final, fue un grupo de expertos ante el ataúd.
El cuerpo encontrado este martes por Prefectura Naval a 300 metros de la comunidad mapuche Cushamen en el río Chubut había llegado a la Morgue Judicial de la calle Viamonte -que depende del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema- en el marco de un fuerte operativo de seguridad encabezado por el juez federal Gustavo Lleral. El forense Fernando Trezza, director de la Morgue Judicial, parte de la autopsia al fiscal Alberto Nisman en febrero de 2015, fue quien se encargó de recibirlo junto a los doctores Luis Ginesín y Daniel Crescenti, decano y vicedecano del Cuerpo Médico.
Sergio, hermano de Santiago Maldonado, no estaba allí. Tampoco su mujer, Andrea. En su lugar estaban el doctor Mario Coriolano, titular de la Defensoría de Casación bonaerense, que había actuado como un enlace entre la querella de la familia del tatuador y el Gobierno, así como el perito de parte de la familia, Alejandro Inchaurregui, uno de los fundadores del Equipo Argentino de Antropología Forense y uno de los encargados de encontrar los huesos del "Che" Guevara en el suelo de la selva boliviana. También estuvo presente la doctora María Andrea Noms, perito forense de la Suprema Corte bonaerense: representaba a los Maldonado como su veedora designada, una figura de confianza.
Horas antes, el juez federal había elevado un escrito dando sus instrucciones para la realización de la autopsia que ocurrirá a las 9:30: que no ingresen celulares a la sala, que el procedimiento sea filmado con dos cámaras con sonido, entre otros ítems. Los expertos que actúan por los Maldonado no se retiraron sin presentar los suyos.
Poco antes, Inchaurregui y Noms acordaron siete puntos que entregaron a las autoridades: son sus propios pedidos para la autopsia al cuerpo, lo que la familia Maldonado busca saber, según confirmaron a Infobae fuentes cercanas al expediente que busca esclarecer la desaparición del tatuador.
Los puntos, cuya resolución le corresponde a médicos legistas y no a criminalistas, se asemejan a las dudas que publicó Infobae con respecto al caso. En sí, los Maldonado buscan saber si el cuerpo efectivamente corresponde a Santiago, cómo murió, cuándo murió y si fue torturado antes de morir.
Los puntos, a saber, son:
1. Su identificación mediante un examen de ADN y huellas dactilares.
2. La detección de lesiones, producidas tanto en vida como después de la muerte.
3. El establecimiento de la data de muerte, una tarea difícil, ya que el método de medición de potasio por humor vítreo -que se empleó, por ejemplo, en la autopsia al cuerpo de Alberto Nisman- solo puede ser empleado en muertes recientes, lo que deja como única alternativa según expertos a una ecuación que combina un análisis del estado tanatológico del cuerpo combinado con cálculos de temperatura de la zona en que fue hallado el cadáver, tanto en superficie como bajo el agua del río Chubut.
4. La detección de plancton en médula ósea, el ingreso de pequeñas partículas al organismo que determinará si efectivamente la muerte ocurrió por ahogamiento.
5. Un estudio radiológico completo para determinar si existieron fracturas o golpes en los huesos.
6. Un estudio toxicológico completo.
7. Las causas de la muerte.
La autopsia es solo el comienzo: varios forenses consultados coinciden en que de ninguna forma estos interrogantes pueden resolverse de inmediato. La fiscal Silvina Ávila, por otra parte, requirió la aplicación del "Protocolo Minnesota" de la ONU, empleado para investigar ejecuciones extralegales, arbitrarias y muertes violentas a manos de agentes del Estado. La página 46 del Protocolo detalla un extenso proceso de autopsia para detectar signos de torturas: recomienda el uso de disecciones subcutáneas y hasta de tomógrafos. El análisis al cuerpo será, por lo menos, minucioso.
Fuentes cercanas a la causa apuntan que cerca de 20 peritos presenciarán el procedimiento, tanto oficiales como de la familia y de las diversas querellas como la del Centro de Estudios Legales y Sociales, el CELS. También, estiman voces en el caso, estará presente un perito de parte proveniente del único imputado, el gendarme Emmanuel Echazú. Esto generó una cierta tensión: ¿la Gendarmería nacional se encargaba de pagar un perito de parte y una defensa en la autopsia del caso Maldonado? Ante este pensamiento, Verónica Heredia, la abogada de la familia aseveró que las garantías debían ser para todos.
Sergio Maldonado, se estima, llegaría en las primeras horas del viernes a la ciudad de Buenos Aires para reunirse con el equipo de expertos de su querella antes de la autopsia.