Las fotos del supuesto cadáver encontradas en el rio Chubut que desagradablemente se viralizaron a través de redes sociales y grupos de Whatsapp -y que ameritaron un pedido de investigación del juez Gustavo Lleral para identificar a los encargados de filtrarlas- también llegaron a los ojos de Pedro Sala, perito de la Prefectura naval experto en dactiloscopia y necropapiloscopía con el rango de ayudante mayor. Sala, notó de inmediato lo que le importa: el aparente buen estado de conservación de las manos.
La necropapiloscopía es una disciplina común en la Argentina, con expertos presentes no solo en Prefectura sino también en la Policía Federal y Bonaerense: se trata, básicamente, de tomar las huellas dactilares de un cadáver, no importa cuál sea su estado de descomposición, y así identificarlo. El análisis de las manos de ese cuerpo, según reveló Infobae esta mañana, será de Sala: el juez Gustavo Lleral requirió su colaboración en un escrito de tres carillas para los procedimientos que comenzarán en el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema. Lleral pidió a especialistas que "determinen la identidad, la data, causal y modo de la muerte del cuerpo humano hallado".
En el procedimiento participarán miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense. Sala fue un colaborador frecuente de EAAF: participó, por ejemplo, en la identificación dactilar de cadáveres de víctimas de la última dictadura militar.
Desde lo teórico, más allá de un eventual test de ADN, Sala tiene grandes chances de saber si efectivamente se trata de Santiago Maldonado o no: si tiene epidermis o dermis -la segunda capa de la piel- presentes en las falanges de sus dedos entonces el cuerpo podrá ser analizado, con un posterior cotejo con la documentación disponible en el Registro Nacional de las Personas, algo que, Sala estima en privado, no será inmediato.
Por otra parte, Sala deberá trabajar bajo el Protocolo de Minnesota sancionado por la ONU, que se emplea para analizar los cuerpos de víctimas de "ejecuciones extralegales, arbitrarias y sumarias". El documento firmado por Lleral y citado por Infobae esta mañana hace lugar al pedido de autopsia de la fiscal. Sin embargo, el escrito del juez no apunta nada sobre el protocolo mismo.
Si las condiciones lo permiten, Sala podrá identificar el cuerpo aplicando tinta a las huellas dactilares, tal como con una persona viva. Si hay epidermis presente con relieve, entonces el perito podrá analizar los dedales, la capa superficial de la piel que se desprende "como guante", explica uno de los principales forenses argentinos en la materia. "Si hay dedales y tienen relieve se trabajan, por cara externa o interna", apunta el experto.
En el caso de identificación por dermis, otra posibilidad técnica es "abordarla mediante fijación con formol. La dermis se fija, se le da calor para que se realcen las crestas, se entinta y se toma", dice el especialista.
La impresión mediante calcos por látex -desarrollada por ejemplo, por la forense María Alejandra López en su Manual Práctico de Necropapiloscopía, uno de los principales textos argentinos de consulta profesional en la materia- es una de las posibilidades finales para cuando el dedo se encuentra momificado. Puede hacerse mediante materiales como yeso, plastilina o precisamente un dedal.
Sala no había sido notificado formalmente a mediados de esta mañana a pesar de que el escrito del juez Lleral llamaba a convocarlo "de manera inmediata", el perito todavía no recibió el pedido del Juzgado Federal de Rawson para tomar contacto con el cadáver, del cual no existe un informe preliminar elaborado en la morgue de Esquel según confirmaban anoche fuentes cercanas a la investigación.