Diego Lagomarsino pidió la nulidad de la pericia de Gendarmería que concluyó que a Alberto Nisman lo mataron

La defensa del experto informático cuestionó la supuesta detección de restos de ketamina en el cadáver del ex fiscal

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(Nicolás Stulberg)
(Nicolás Stulberg)

Diego Lagomarsino pidió que la Justicia declare la nulidad de la pericia de Gendarmería Nacional, que determinó que al ex fiscal de la UFI-AMIA Alberto Nisman lo asesinaron a sangre fría.

Los abogados del experto informático que facilitó la pistola que le quitó la vida a Nisman cuestionaron, principalmente, la supuesta detección de restos de ketamina en el cadáver, porque pasaron más de dos años y no hay certificación de cuándo y cómo se la inyectó. También mostraron sus dudas sobre el horario exacto del deceso del fiscal.

El pedido fue presentado por el abogado defensor Gabriel Palmeiro al fiscal federal Eduardo Taiano, quien lleva adelante la pesquisa sobre quien era titular de la Unidad Fiscal AMIA, encontrado muerto de un tiro en la cabeza el 18 de enero de 2015 en el baño de su apartamento en Puerto Madero.

Para la defensa, los estudios toxicológicos no pueden haber encontrado rastros de ketamina dado que los restos cadavéricos no están conservados a 20 grados bajo cero dentro de la morgue judicial y, además, se encuentran almacenados en un envase de plástico.

A la vez, cuestionó la coordenada temporal que la Junta Interdisciplinaria da como hora de la muerte -3 de la madrugada- y defendió su hipótesis de que Nisman se suicidó disparándose en la cabeza a la mañana del 18 de enero, entre las 8 y el mediodía, por los datos que surgen de la temperatura y rigidez corporal.

Lagomarsino busca la nulidad del peritaje porque fue la persona más afectada por esas conclusiones. El informe de más de 200 páginas describe los golpes que recibió el fiscal federal antes de morir, cómo fue debilitado por la ingestión obligada de ketamina, la manera de ingreso de la bala asesina que descarta el suicidio y propone una nueva ventana de tiempo del homicidio.

Sucede que en la hipótesis de que al fiscal lo mataron y que existió un plan para hacerlo parecer un suicidio, Lagomarsino aparece como colaborador o facilitador. Por lo tanto, de manera preventiva, ante los futuros avances en la causa, se dispuso un operativo para vigilar al ex asesor informático. Los procedimientos son discretos: efectivos de fuerzas de seguridad vestidos de civil monitorean a Lagomarsino en las inmediaciones de su domicilio, ubicado en la localidad bonaerense de Martínez.

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