El mayor negocio de cocaína de la historia argentina reciente comenzó en Bolivia, terminó en Canadá, involucró a mexicanos y se hizo, precisamente, con ayuda y complicidad argentina.
El mapa se parte en dos situaciones. En julio pasado, la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA allanó objetivos en el Parque Industrial de Bahía Blanca y un galpón en la zona mendocina de Luján de Cuyo para encontrar 1800 kilos de cocaína boliviana que esperaba ser exportada a Canadá, principalmente oculta en bobinas de acero. El juez federal Adrián González Charvay, con asiento en Campana, estuvo a cargo del expediente. El lunes último, la Ontario Police de Canadá exhibió en Montreal una pared de una tonelada de panes de cocaína apilados, el lote de droga más grande que haya registrado ese país y resultado de al menos seis operativos narco ocurridos en los últimos seis meses en zonas como el puerto de Montreal y los suburbios de Vancouver. La droga viajó a Canadá oculta dentro de rocas ornamentales para jardín. Su origen: Argentina.
Para González Charvay y la PFA, todo este polvo tiene un mismo dueño. El juez ordenó el arresto y luego procesó a cuatro mexicanos detrás del envío que operaban entre Bahía Blanca y Puerto Madero bajo las ordenes de Rubén de Luna Rodríguez, un misterioso mexicano hoy prófugo de la Justicia. Junto a ellos cayeron sus presuntos colaboradores argentinos, entre ellos tres empresarios mendocinos de apellido Cuello, el despachante de Aduana bahiense Damián Limanski y Emmanuel García, operador porteño de bitcoins que recibió dinero de los mexicanos.
González Charvay y su equipo detectaron también una firma a cargo de las exportaciones de bobinas de acero, Can Trade Connections, con domicilio porteño en la calle Tucumán operada en las sombras por Luna Rodríguez y un misterioso presidente, el canadiense Kenneth Booth, hoy con un pedido de captura internacional sobre su cabeza tal como Luna Rodríguez.
Can Trade Connections, sin embargo, representaba solo una parte de la operatoria narco. El anuncio de la Policía canadiense representaba la segunda mitad del negocio, los envíos hechos en piedras ahuecadas. En paralelo, el juez González Charvay y la PFA contaban con información sobre la segunda empresa que habría sido usada por los traficantes, Tele Exbe Sociedad Anónima, fundada en 2014 y basada en Mendoza, con domicilios en San Rafael y Luján de Cuyo, dedicada al rubro de venta mayorista según datos de la AFIP y con supuestos prestanombres que integraron su directorio, entre ellos un joven de 24 años con cargo de director suplente que alimentaba a sus dos hijos con un empleo en una pequeña empresa frutícola y tres planes de la ANSES.
Esta tarde, según revelaron fuentes de la investigación a Infobae, la división Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas allanó ocho puntos en Luján de Cuyo y San Rafael por orden de González Charvay, con la colaboración de personal de Aduana. Ocho personas fueron arrestadas, todos ellos argentinos. Entre los detenidos están Luis Falcone, contador de la firma, su apoderado, Luis Castro, Alejandra Comas, comerciante mendocina su primera presidenta de acuerdo al Boletín Oficial y hasta hoy cotitular de su cuenta bancaria. También fue arrestado Jorge Piantini, despachante de Aduana que habría operado con la firma.
Fue precisamente la Aduana la que entregó al juez González Charvay la información que permitió individualizar a la firma: el comercio de rocas de cuarzo fue lo que la delató. La Aduana estableció en un informe entregado a la Justicia que Tele Exbe documentó 25 permisos de embarques durante 2015, otros 27 durante 2016 y siete este año.
Todos ellos tuvieron a Canadá como destino y a una misma empresa como destinataria y cliente final. Su nombre es Starlight FarEast Trading, creada tal como Tele Exbe en 2014, con base en Brampton, un suburbio de Vancouver donde fue arrestado un hombre vinculado a los envíos de cocaína que investigó la Policía canadiense. Starlight, según su fin declarado legalmente, comerciaba con piedras y cuarzo. Recibió de Tele Exbe, por ejemplo, un despacho naval de 20 pallets de piedras en noviembre de 2015 por un peso total de 20 toneladas.
La serie de allanamientos de esta tarde reveló varias armas, como una escopeta y una carabina calibres .16 y .22 halladas en la casa de San Rafael del contador Falcone. Se encontró gran cantidad de información relacionada a los envíos de cuarzo de Tele Exbe en la casa del contador Piantini, lo que serían 80 carpetas de documentación, además de seis notebooks.
También se allanó en Luján de Cuyo a un hombre que sería el único empleado de la firma. Además del secuestro de una escopeta doble caño, cuatro celulares y una notebook, se encontró documentación de la empresa Valle del Conlara Mining, de la zona puntana de La Toma, dedicada al negocio de las canteras y clausurada en agosto del año pasado según la Agencia de Noticias San Luis por moler cuarzo de forma ilegal e insegura. Una factura reveló una compra a Valle del Conlara hecha en 2015: casi 28 toneladas de cuarzo.
Tele Exbe, por su parte, cuenta con un predio con un cartel que desplegaba su nombre, ubicado en la intersección de las rutas 40 y 7 en Luján de Cuyo. Un sereno que vigilaba el lugar aseguró que el cuarzo que allí se cortaba era enviado a Buenos Aires. En su presentación de la pared de cocaína, la Ontario Police presentó una piedra ahuecada con la que la droga se habría transportado. En el lote de Luján de Cuyo, la PFA encontró enterrada una exactamente igual.