Antonio Barijho, El Chipi, criado en la villa 21-24 de Barracas, hoy dedicado a enseñarle fútbol a chicos carenciados, ganó copas Libertadores con Boca Juniors, una Intercontinental. Su lengua era más rápida que su pique corto. Fue un jugador memorable. Su hermano mayor, José Luis, será recordado por otras cosas.
La DDI Junín de Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense lo detuvo ayer en Villa Fiorito tras un año de investigación con una causa instruida por Norberto Varas, fiscal federal de la ciudad bonaerense y bajo la firma del juez Héctor Plou. La acusación: ser el comprador final de una banda de choferes de micro capaz de traficar más de 150 kilos de cocaína por mes desde Paraguay en móviles de pasajeros de la empresa Crucero del Norte, con dos viajes semanales desde Posadas, provincia de Misiones. Ayer, en simultáneo con los arrestos, la Policía Bonaerense, con perros de la división Canes, interceptó un micro de Crucero del Norte en un peaje de la zona de Zárate: encontraron más de seis kilos de polvo.
José Luis Barijho, según apuntaron fuentes de la investigación a Infobae, no trajinaba la larga ruta desde Misiones hasta Capital. Se dedicaba a simplemente esperar. La droga debía llegar a la terminal de Retiro. Ahí, el hermano del "Chipi", con domicilio hasta hoy en la Villa 21-24, se encargaría de recibirla para luego distribuirla en Villa Fiorito, el conurbano y también a otros punteros en la zona de Lincoln y General Pinto.
La causa, precisamente, se disparó un año atrás luego de que la Justicia detectara los movimientos de un transa en Junín, Lincoln y General Pinto. Su teléfono fue intervenido: la red creció a un total de 18 líneas. Las conversaciones escuchadas revelaron toda la operación de micros y compras.
Las conversaciones también revelaron quién sería el verdadero jefe de la banda. La Bonaerense ingresó a la cárcel de Junín, la Unidad N°49 del Servicio Penitenciario provincial. Allí encontraron a Carlos Javier Barreto, un hombre preso por homicidio que desde su celda se encargaría de comandar las transas por celular con la ayuda de su mujer.
Hubo, en total, 13 órdenes de allanamiento. Se incautaron, además de la droga, 180 mil pesos, 12 celulares y dos revólveres calibre .32.