Carlos Sánchez tenía 42 años y se desempeñó como chofer de la línea 514 por más de 20. Sin embargo, ayer hacia las 23:30 su vida se vio interrumpida casi por azar y de la peor manera: dos motochorros lo mataron de un tiro en la cara cuando finalizaba su recorrido habitual en Claypole. El crimen causó indignación entre sus compañeros y derivó en que más de 60 líneas de la zona sur decretaran un paro de al menos 24 horas en reclamo de seguridad.
Mientras la investigación avanza y la policía trata de dar con los autores del crimen, se conocieron detalles de la violenta cadena de hechos que terminó con la muerte del colectivero. Para esto, fue importante el testimonio de Alberto, un hombre que presenció toda la secuencia y quien por sólo segundos se salvó de ser otra de las víctimas de los delincuentes.
Según relató, él transitaba en una moto con su mujer. De un momento a otro vio que los dos motochorros se acercaron con intención de robarlo pero por fortuna reaccionó a tiempo y logró entrar a su casa para resguardarse. Al ver el robo frustrado, los ladrones pasaron de largo y comenzaron a efectuar tiros al aire. Una de esas balas impactó en el colectivo manejado por Carlos y le dio justo en el rostro.
"Todo ocurrió hacia las 11:30 de la noche. Abrí la puerta de colectivo llamándolo pero lo encontré tirado en el piso con un tiro en la cara. Estaba muerto. Veníamos con mi señora debajo del puente. Se me cruza una moto con un arma, me empieza a correr y yo entro en mi casa. Después la moto lo pasa al colectivo y comenzó a disparar al aire. Tiró como cuatro o cinco veces", especificó Alberto, quien contó que en total tres disparos impactaron contra el interno de la línea 514.
Según dijo, los ladrones querían robarle la moto y dispararon para obligarlos a entrar a la casa. Además, contó que luego de hacer la denuncia en la comisaría se enteró que los delincuentes -movilizados en una moto Honda Tornado- venían en un raid delictivo que comenzó en la localidad de Solano y que desde allí eran buscados por la Policía.
Entre otros detalles comentó que si bien los atacantes estaban con cascos, era claro que eran jóvenes. "Son pibitos. No eran grandes, se notaba que eran chicos por la vestimenta. Por suerte en el colectivo no había pasajeros", agregó el hombre, quien dijo la zona padece la inseguridad día a día. "Acá es como en todos lados. Peligrosísimo", señaló.
El colectivo, fuera de control, siguió unos metros, se subió a la vereda y se incrustó contra la barrera ferroviaria. "Nos quisieron robar la moto. Pasan de largo, cruzan al colectivo y dispararon. Para mí quisieron tirar para que nos metiéramos en la casa", sentenció.
El titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, aseguró que la situación que se vive por la delincuencia, principalmente en el conurbano bonaerense, es "peor que una guerra" y "todos los días nos matan como perros".
"Ni con guardaespaldas podemos andar, esto es peor que una guerra. Yo me puedo poner cara a cara con la gobernadora (María Eugenia Vidal), con el ministro (de Seguridad, Cristian Ritondo). Pero nadie puede garantizar la vida de nadie. Hay que buscar más esfuerzos", reclamó. Entre las líneas que adherían al paro se encontraban las siguientes: 160, 318, 165, 148, 178, 266, 98, 159, 22, 219, 300, 372, 584 y 619.
Carlos Sánchez se transformó en una nueva víctima de la inseguridad. Para algunos será un número más en las estadísticas. Para sus cinco hijos, un vacío eterno.