Un dramático episodio tuvo lugar la semana pasada en Rosario, cuando un hombre le disparó con una escopeta a su hijo adicto que se presentó "alterado" en la casa de su madre e intentó romper la puerta a patadas.
El hecho ocurrió el pasado jueves cerca de las 16:30, en el barrio Belgrano, en la zona oeste de la ciudad santafesina. El hombre tomó la vieja escopeta de su padre para asustar a su hijo, baleó al piso y lo lastimó en los pies.
Pablo, el padre del joven, que en el momento fue detenido y ahora enfrenta una causa, llamó a la policía y explicó que solo intentaba "calmar" a su hijo, que buscaba plata y estaba por romper la puerta de su casa a patadas, con su mamá adentro.
En declaraciones a Radio 2 de Rosario, el padre del muchacho -que se llama Jeremías y es el menor de tres hermanos-, señaló que su hijo empezó a consumir cocaína hace aproximadamente dos años, que lo internaron cinco veces, y que, cuando quiere consumir "se pone violento".
Pablo trabaja en un taller cercano a su casa. Contó que ese día fue a trabajar pero que cuando divisó "el estado" en el que llegó su hijo llamó al 911; no era la primera vez que alertaba a la policía sobre su hijo.
Luego, enfrentó a Jeremías e intentó calmarlo pero según dice fue imposible. "Cuando está en ese estado es irreconocible", lamentó y destacó que, cuando está sobrio, su hijo "es un chico muy solidario y habilidoso".
"Le pegué, llamé de nuevo a la policía", continuó Pablo. Entonces tomó la vieja escopeta de su padre y disparó al piso para asustarlo. Pero uno de los perdigones lastimó el pie de su hijo. Llamó otra vez a la policía y esta vez pidió por una ambulancia.
"El chico no reconoce ni padre ni madre. Cuando quiere consumir, quiere consumir; no importa de qué manera sea y el Estado eso lo sabe, pero no están capacitados para contenerlos", lamentó el padre del menor e hizo un dramático llamado a las autoridades: "Todavía no es tarde para que ayuden".