Nahuel Maffullo, con el estímulo adecuado, con una beca, podría haber sido un estudiante de ingeniería brillante, alguien prometedor. Sin embargo, terminó jugando con los juguetes equivocados.
"Hola gente, les quiero hablar de un proyecto mío: una pistola .9 mm con cañón giratorio", le decía Nahuel a sus seguidores de YouTube en abril del año pasado desde su cuenta con el usuario Bunker67. La idea de Maffullo, en rigor, parecía muy interesante: convertir en revolver a la pistola con el calibre favorito de los asesinos sicarios y motochorros de la Argentina.
El joven, de 23 años, oriundo de Monte Grande, parecía muy didáctico en sus explicaciones. "Empieza dos cañones superpuestos calibre .9mm", dijo Maffullo en el video: "Primero se percuta uno, luego gira y se percuta el otro. Los caños son del tipo 1045. Con el torno sale muy prolijo. Se recomienda comprar una varilla y llevar al tornero".
Tenía conocimientos de tornería evidentes: perforó metal para terminar sus recámaras y demostró cómo encajar las balas, hasta incluyó una animación que demostraba el mecanismo de disparo y un render de cómo se vería la pistola terminada. Luego, subió la apuesta. El arma no solo sostendría balas calibre .9 mm: también podría disparar con municiones calibre .38. Su video tuvo, hasta hoy, 180 mil vistas. El joven trabajó rápido: un mes después, la pistola estaba terminada y lista para tirar.
Maffullo la presentó en un nuevo video. El arma se veía bien: la terminación del metal –"la hace hice a la vieja escuela, un pavonado, calenté metal desnudo y le pasé aceite", aseguro- era casi profesional, lo mismo las cachas de madera. Explicó cómo había mejorado la mira de la pistola, cómo había resuelto desafíos con el mecanismo de disparo.
Después, la detonó en una suerte de polígono que montó en un hueco en el sótano de su casa: usó una guía telefónica de blanco. "Quedó completamente destrozada", dijo Nahuel. Las balas perforaron el tomo de más de 500 páginas de lado a lado.
La mayoría de las "armas tumberas", las pistolas y escopetas de fabricación caseras, son cosas simples, caños soldados que percuten en cartuchos y lastiman al tirador más de lo que matan a la víctima. Hubo excepciones. "Brendita La Pistolera", una joven de 19 años, fue detenida por la Policía Bonaerense a fin de agosto en una pensión de Ciudadela, acusada de balear a una mujer en una riña en Fuerte Apache. "Lesiones graves" y "tenencia de arma de guerra" fueron los delitos que integraron su carátula. Le encontraron, entre otras armas, una ametralladora de fabricación casera que tenía hasta su propio cargador, un avance radical. Sin embargo, desde una pieza Monte Grande, Maffullo elevó la tumbera bonaerense a una suerte de arte.
El joven publicó 17 videos en su cuenta de Youtube explicando cómo fabricar armas de fuego, hizo hasta un hacha tomahawk típica de los indios estadounidenses con la que recreó una escena de la película "El Patriota" de Mel Gibson con unos tablones en el fondo de su casa. Sus comentaristas lo alentaban, le pedían ir por más. Maffullo siguió a su pistola de doble caño con una potente escopeta calibre 12,76, con buenos resultados. Pero los videos de ingeniería casera no iban a seguir por mucho tiempo: esta semana, la Policía Federal lo arrestó por orden del Juzgado Federal N°2 de Lomas de Zamora y allanó su taller en su casa familiar de Monte Grande.
El procedimiento fue realizado por la división Armas y Agencias del área de Delitos Federales de la PFA. La imputación en contra de Nahuel: violar el artículo 189 bis del Código Penal, que regula la entrega y manufactura de armas en la Argentina, un delito punible con cárcel. Era su primer arresto. No tenía antecedentes penales hasta la fecha.
Maffullo, tras ser allanado, terminó en el penal de Ezeiza; su excarcelación fue denegada por el Juzgado N°2, tal como lo pidió el fiscal del caso, el doctor Leonel Gómez Barbella: su fiscalía certificó los videos subidos a Youtube y pidió allanar su domicilio entre otras medidas de prueba. La división Armas le encontró a Maffullo un revolver, dos partes de pistolones, cuatro partes de escopetas, 14 cartuchos de escopeta, ocho cartuchos a bala, dos cuchillos, tres portacerrojos de armas largas y herramientas para su fabricación, además de un ariete para romper puertas. El allanamiento también reveló la historia del joven, una, por lo menos, de ingenio hogareño.
Hijo de un jubilado y el mayor de tres hermanos, Maffullo convivía con su padre, una hermana con una discapacidad y un hermano menor sin empleo. Nahuel no tenía empleo tampoco: la jubilación de su padre, de unos 14 mil pesos, era el único ingreso de la casa. El joven no tenía estudios terciarios formales; todo lo que demostraba en sus videos lo había aprendido él mismo, un autodidacta. De vuelta en la PFA, los peritos y especialistas se sorprendían ante la buena precisión de su pistola doble caño.
Maffullo hasta se había construido él mismo su taller, una pieza de concreto en el fondo de la casa familiar; incluso excavó el subsuelo que le funcionó de polígono de tiro y puso allí una instalación eléctrica. Le encontraron cuadernos: tenían anotaciones sobre construcción de armas cortas y largas y precisiones de importancia elemental para que las armas que fabricaba no le exploten en la mano.
Faltaron dos cosas en el allanamiento, a pesar de todo lo incautado: la pistola de doble caño y la escopeta que Nahuel había mostrado en Youtube. La PFA le encontró 1800 pesos, pero el joven no tenía trabajo. Relatos de vecinos indican que la familia era sumamente cerrada, pero que Nahuel recibía visitas frecuentes de chicos. La sospecha en su contra es que le vendía sus creaciones a delincuentes.