Escandalosa requisa en el centro universitario de los presos: drogas, alcohol, "facas" y aparatos wi-fi

Tras el intento de fuga de “Mi Sangre”, el CUD del Servicio Penitenciario Federal en Devoto fue registrado ayer por la tarde y se encontró una larga lista de elementos prohibidos, con una causa iniciada por el juez Ariel Lijo

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El material incautado en el CUD.
El material incautado en el CUD.

Para ser un criminal con un prontuario casi fabuloso, Henry de Jesús Londoño, alias "Mi Sangre", apeló a uno de los trucos más viejos en el manual para su presunto intento de fuga del penal de Ezeiza: un libro ahuecado para esconder un iPhone. No solo tenía su teléfono de alta gama, supuestamente ingresado por su abogada defensora junto con un mapa, sino también dos chips de teléfono y un módem USB para lograr una conexión wi-fi con su notebook previamente autorizada por la Justicia. El kit ilícito de comunicaciones, para "Mi Sangre", parecía completo.

El esquema explotó dos semanas atrás, lo que alzó una bandera roja sobre el contrabando de elementos prohibidos entre las celdas y pabellones del Servicio Penitenciario Federal. La falta de refuerzo en medidas de búsqueda le costó el cargo a Héctor Retamozo, director de la cárcel de Ezeiza. "Mi Sangre", por su parte, intentó ingresar al Centro Universitario de Devoto, o CUD. Creado en 1985 y ubicado precisamente en el penal de Villa Devoto, Sergio Schoklender fue uno de sus pioneros.

Con los años, el Centro se volvió una herramienta de reinserción, o una puerta a una salida laboral; hoy, varios de sus egresados en Derecho fueron o son abogados de narcotraficantes de alto perfil. En 2013, un grupo de internos del CUD organizó un emprendimiento para acumular cartones y plásticos, venderlos fuera del penal y donar las ganancias a un comedor de la Villa 20. No solo se enseña Derecho en el lugar: bajo el marco del programa UBA XXII, un convenio entre el Servicio Penitenciario Federal y la Ciudad de Buenos Aires, se puede cursar el CBC para diversas carreras. También, se pueden obtener diplomas en Letras, Administración de empresas, Sociología, Filosofía y otras disciplinas. Sergio Schoklender, por ejemplo, es un egresado de Psicología y Derecho en el lugar.

Sin embargo, la situación con "Mi Sangre" llevó a un cambio en el panorama en Devoto. Ayer por la tarde, según confirman fuentes en el SPF a Infobae, el CUD recibió una nueva requisa a gran escala. Los hallazgos no fueron alentadores.

No solo se encontraron 66 gramos de marihuana en el salón de Filosofía y Letras; también aparecieron 122 pastillas en la oficina de presidencia del Centro. También, se hallaron 16 teléfonos celulares, varios chips, 9 pendrives y 16 módems USB para obtener una conexión a internet, más una antena wi-fi propiamente dicha.

La lista siguió con otros clásicos: bebidas alcohólicas, libros ahuecados y hasta una especie de mesa de apuestas con cartas de póker, dados y hasta fichas con valores. Se encontraron también, en una total paradoja con un centro universitario, una serie de "facas" o puñales de fabricación tumbera.

La requisa, aseguran voces en el SPF, no fue a personas, sino a instalaciones y objetos, un procedimiento del "tipo secundario" en la jerga intramuros, un procedimiento. El registro, que tuvo lugar en sectores de acceso común de internos que cursan carreras universitarias, fue realizado por personal de la Dirección de Seguridad de Devoto, con la asistencia de personal de la División Canes de la Dirección Principal de Seguridad, expertos del área Informática y personal de Asuntos Internos del SPF.

En cuanto a los estupefacientes, el lote encontrado es investigado por el Juzgado Federal N°4 a cargo del doctor Ariel Lijo.

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