Este último verano, Jonathan Iván di Plácido, de 24 años, oriundo de Villa Devoto se calzó un sombrero blanco para sacarse selfies y mostrar sus abdominales de tabla de lavar en Punta del Este. La fiesta Alucination era su principal interés. Desde su cuenta de Instagram, Di Plácido, un jugador reconocido en ciertos sectores de la noche electrónica porteña, realizaba la convocatoria para la fiesta, ofreciendo entradas VIP a 150 dólares y mesas a cinco mil.
A Di Plácido le gustaba alardear; se mostraba siempre con lentes Ray Ban y zapatillas Nike Air Max, rodeado de chicas lindas, rubias por lo general, algunas de ellas modelos, a bordo en autos caros o de nuevo con sus abdominales al viento en fiestas privadas en quintas. Hubo otras playas para Jonathan además de Punta del Este, Pinamar por ejemplo, siempre en los paradores más costosos. Todo era un cierto ascenso: Jonathan se había pasado la década pasada como un chico flacucho habitué de Soul Train, un boliche para adolescentes en San Martín.
De vuelta en Buenos Aires, Di Plácido ofrecía mesas y tickets para la disco Vita en Palermo, sobre la calle Darwin. Pero ser RR.PP de fiestas, en el fondo, no es algo muy lucrativo. Y para no tener tarjetas de crédito a su nombre o siquiera estar inscripto en un rubro de la AFIP, Jonathan vivía muy, muy bien. En la mañana del sábado, al joven le llegó el turno de dar explicaciones por una acusación al menos grave.
Di Plácido cayó con 175 pastillas de éxtasis, 580 dosis de LSD y más de 3 kilos y 230 flores de marihuana
El juez Sebastián Casanello, luego de una extensa investigación a cargo del fiscal Federico Delgado y su equipo, lo mandó detener acusado de vender drogas en la fiesta Time Warp de Costa Salguero, que le costó la vida a cinco chicos, con otros cinco en terapia intensiva. Según confiaron fuentes de la investigación a Infobae, Di Plácido estuvo presente la noche de la tragedia. La división Precursores Químicos y Drogas Emergentes de la Policía Federal lo capturó este sábado por la mañana en un departamento de la calle Fernández de Enciso en Villa Devoto junto a Facundo Silva, uno de sus históricos amigos, un año mayor que él, también amante de las fiestas electrónicas y de su mismo barrio.
Para un amante de las fiestas, Di Plácido se enfrentó con una ironía; cayó preso el día de su cumpleaños, mientras su muro de Facebook que se cargaba de saludos. Y lo que la Policía Federal le encontró es el material propio de un dealer de la noche.
En el departamento de la calle Fernández de Enciso, se incautaron 175 pastillas de éxtasis, 580 dosis de LSD, más de 3 kilos y 230 flores de marihuana, dos envoltorios con cocaína, dos balanzas, teléfonos celulares y una suma considerable: 47 mil pesos en efectivo. También, envoltorios para fraccionar y vender estupefacientes. Pericias posteriores se encargarán de determinar si las pastillas incautadas fueron las mismas que llevaron a la muerte o al coma a las víctimas de Time Warp.
Sin embargo, qué los mató todavía no se sabe: hay resultados preliminares, pero los cultivos toxicológicos definitivos, confirman desde la causa, todavía no están listos. Los primeros estudios revelan que todos consumieron éxtasis, algunos combinándolo con marihuana, cocaína o ketamina. En el lote encontrado en el operativo se encontró otra curiosidad: un pequeño frasco marrón con un líquido, presuntamente GHB, una droga líquida de alto poder euforizante que, se rumoreó, también habrían consumidos las víctimas.
Así, Di Plácido se une en el expediente a Lautaro Crespo, otro presunto dealer detenido por el juez Casanello y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) el 21 de abril pasado en la zona de Parque Avellaneda, con poco menos de 20 pastillas y 210 mil pesos en efectivo.
Tras ser arrestado, Di Plácido pasó la noche en la división Drogas Peligrosas sobre la avenida Belgrano. La alcaidía de Comodoro Py, para comparecer ante Casanello, es su próximo destino: será indagado este lunes.