El 28 de julio de 2018, cuando falleció tras varios años de agonía, Guillermo Bredeston tenía al lado ni más ni menos que a su esposa, Nora Cárpena. Ella fue la encargada de sostenerle la mano hasta el final. A principios de 2011, el actor y productor había sufrido un primer ACV (accidente cerebrovascular) del que nunca pudo recuperarse del todo. Y luego atravesó por cuatro episodios similares, que convirtieron su vida en un verdadero tormento. Ya no era él y estaba sufriendo mucho, al igual que su familia. Y por eso, cuando finalmente partió a sus 84, la actriz sintió una profunda tristeza por ella, pero un gran alivio por él...
“Se cumplen seis años de la muerte de Guillermo. Y es un vacío difícil de llenar para mí. Pero, por otro lado, entiendo que para él fue una liberación poder salir de un cuerpo enfermo, después de haber estado mucho tiempo sin poder moverse, encerrado en el estado en que se encontraba. O sea que yo recuerdo ese día con mucha tristeza, pero a él trato de recordarlo en las buenas épocas”, explica Cárpena en diálogo con Infobae.
Y agrega: “Me gusta pensar en todas las cosas felices que vivimos. Aún con los problemas que tiene cualquier matrimonio, por supuesto. Pero lo recuerdo con todo mi amor, después de tantos años. Recuerdo los viajes, las alegrías, los éxitos, los fracasos, las hijas, los nietos...Y todo lo que la vida nos dio, gracias a Dios. También lo recuerdo con nostalgia, sí. Pero siempre trato de visualizar al Guillermo sano, fuerte y espléndido, como fue”.
Nacido en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, el 24 de agosto de 1933, Bredeston había decidido trasladarse a Buenos Aires con la intención de estudiar abogacía. Y se instaló en la casa de una tía y se dispuso a pasar sus jornadas leyendo libros de Derecho. Sin embargo, en un momento tuvo la tentación de anotarse en un taller de teatro de la Universidad y, desde entonces, su destino quedó marcado en otra dirección.
Se formó en la Escuela Nacional de Teatro donde conoció a René Roxana, la madre de Ricardo Darín, con quien mantuvo un breve romance de juventud. Y comenzó su carrera haciendo giras por todo el país junto a su amigo y colega Rudy Carrie. También hizo radioteatro con Nora Massi, en Radio Nacional. Pero, sin lugar a dudas, su llegada a la televisión fue lo que lo terminó catapultando a la fama.
Ingresó al recién inaugurado Canal 7 de la mano de César de Combi, que era su profesor, quien lo eligió junto a otros dos alumnos para que fueran a ayudarlo. A Bredeston le tocó ocuparse del maquillaje durante bastante tiempo. Hasta que, un día, tuvo la oportunidad de comenzar a hacer algunos pequeños papeles como actor. Allí conoció a Chicho Serrador, quien le propuso viajar a España con la obra Aprobado en castidad. Y, a su regreso al país, se sumó al elenco de Palmolive del aire, donde estaban buscando nuevos talentos. Y así conoció a la joven Nora, a quien le llevaba 11 años de edad.
Claro que, para entonces, el actor estaba casado con Grece Silva. Corría el año 1964. Y, para la época, un romance extramatrimonial era un verdadero escándalo. Así que Cupido no pudo cumplir con su cometido. Pero, tras dos años de matrimonio, Bredeston se separó de su primera esposa. Y, entonces sí, le dio rienda suelta al amor que sentía por Cárpena, con quien tuvo a sus dos hijas: Lorena y Nazarena.
¿Si todo fue idílico para ellos? ¡Claro que no! Cuando las niñas todavía eran muy pequeñas, un rumor infundado que vinculaba a Nora con otro galán de la época, Alberto Martín, terminó poniendo en jaque a la pareja. De hecho, ambos pasaron un tiempo separados. Pero, por suerte, con el tiempo los fantasmas se disiparon. Y ambos se convirtieron en uno de los matrimonios más sólidos de la farándula.
Bredeston fue el galán de figuras como Fernanda Mistral, Eva Dongé, Elsa Daniel, Beatriz Taibo y una casi adolescente Solita Silveyra, aunque luego optó por dejar las telenovelas y dedicarse a las comedias. Entre otros programas, formó parte de ¿Es Usted el asesino?, Quinto año Nacional, Mañana puede ser verdad, Hamlet, Tu triste mentira de amor, Su comedia favorita, Desesperadamente vivir, La piedra contra el cristal, Los que no debían amarse, Muchacho triste, Así en la villa como en el cielo, La comedia del domingo, Mi amigo Andrés, Hermosas mentirosas y Noche de comedia. Y, entre 1981 y 1983, marcó un hito junto a su esposa al protagonizar el Ciclo de Guillermo Bredeston y Nora Cárpena.
En tanto, el cine también lo tuvo entre sus actores favoritos. Debutó en 1958 con la película Pobres habrá siempre y luego participó de los films Las furias, Dar la cara, Allá donde el viento brama, La familia Falcón, La cigarra no es un bicho, Pimienta, Deliciosamente amoral, El monte de las brujas, ¡Quiero besarlo señor!, El mariscal del infierno y Con mi mujer no puedo. Y en teatro hizo Ensalada de ternura y tomate y Los días felices, entre otras obras.
Pero lo cierto es que, estando en la cúspide de su carrera, Bredeston decidió alejarse de las cámaras. “Me retiré de la profesión en pleno auge haciendo las comedias con Nora porque no quise estar más en la mecánica de la competencia, en esa lucha y la vanidad que significa ser actor. Quise volver a mis raíces y, por eso, seguí con el trabajo de producción. Tuve la fortuna inmensa de terminar con un éxito muy grande y por años la gente me habló de esas comedias. Nunca me arrepentí porque fue una decisión que me llevó mucho tiempo tomar y lo hice muy consciente. Y tuve la inmensa fortuna de que, en ese momento, apareciera Brujas que satisfizo plenamente mi trabajo en el mundo del espectáculo”, había explicado quien, junto con Carlos Rottemberg, fue el creador del gran éxito teatral que sigue en cartel hasta el día de hoy y cuyo elenco original estaba compuesto por Nora, Thelma Biral, Susana Campos, Moria Casán y Graciela Dufau.
Claro que, allá por el 2001, volvió a picarle el bichito de la actuación. Y, cuando nadie se lo esperaba, se subió nuevamente a un escenario junto a Rodolfo Bebán y Claudio García Satur para protagonizar Los galanes peinan canas. Pero, fuera de eso, se dedicó a la producción teatral en el Hotel Hermitage de Mar del Plata, el Yolanda de Carlos Paz y el Tabarís de Buenos Aires. Y se encargó de dirigir elencos con figuras de la talla de Susana Giménez, Mario Sapag, Luis Brandoni, Pepe Soriano, Emilio Disi, Arturo Puig y Ricardo Darín.
Sin embargo, en 2004 Bredeston fue sometido a una intervención cardíaca. Y, siete años más tarde, sufrió el primero de sus 5 ACV. Desde entonces, su vida se transformó en un sufrimiento. Y aunque le dio pelea, nunca más pudo volver a ser el mismo. De hecho, en los últimos tiempos estuvo estuvo postrado, sin poder hablar por una traqueotomía y asistido por un respirador y una máquina que lo alimentaba. Es por eso que, tanto Nora como sus seres queridos, prefieren borrar esas imágenes de su mente y recordarlo en los tiempos en los que era feliz.