“Siempre es mejor seguir cumpliendo que no cumplir más. Así que soy un agradecido de la vida”, dice Gustavo Bemúdez con su inconfundible voz grave del otro lado de la línea. Este domingo, el actor está celebrando sus 60 años. Y está atravesando un excelente momento. Sin embargo, se excusa de no querer hacer más declaraciones al respecto. A pesar de su fama, siempre intentó mantener un perfil bajo. Así que prefiere guardar el festejo para la intimidad. Pero deja en claro que está feliz, porque siempre logró equilibrar el éxito con su vida personal.
Gustavo Ariel Bermúdez Ricciardi, tal su nombre completo, nació el 21 de julio de 1964 en Rosario. Fue el segundo hijo del matrimonio de Manuel Bermúdez e Isabel Ricciardi, quienes ya habían traído al mundo a Gabriel. Y estudió en el colegio Lasalle, donde se destacó como jugador de básquet. Pero su destino no estaba marcado ni por los libros ni por el deporte, sino por la actuación. Así que, apenas terminó el secundario, debutó en la serie infantil Pelito, que se emitió entre 1983 y 1986, donde interpretó el personaje de Federico Prieto.
Su capacidad actoral y su porte de galán no pasaron inadvertidos para los productores. Así que su carrera siguió con participaciones en Rossé, El hombre que amo y La venganza. Hasta que, en 1987, llegó su primer protagónico de la mano de Grecia, junto a Grecia Colmenares. Le siguieron participaciones en No va más, Así son los míos, Amándote II, Atreverse y El árbol azul. Pero fue con la dupla que hizo con Andrea del Boca, con quien protagonizó sucesos como Celeste, Antonella y Celeste siempre Celeste, que se emitieron entre 1991 y 1993, que logró consagrarse a nivel internacional.
En 1994 hizo Aprender a volar. Y, ese mismo año, encabezó uno de los mejores proyectos de su vida que fue Nano, junto a Araceli González. La pareja se repitió en 1995, con Sheik. Y, en 1996, se unió a Héctor Alterio para protagonizar Alén, luz de luna, telenovela que se grabó en San Martín de los Andes y que, de alguna manera, terminaría influyendo en el futuro personal de Bermúdez. Y es que, tras largos meses viviendo ahí, el actor entendió que ese podría ser un buen sitio para instalarse en familia en algún momento.
En 1997 trabajó en la serie Laberinto sin ley, en 1998 hizo Alas, poder y pasión junto a Paola Krum y, en el 2002, repitió su dupla con Araceli en 1000 millones. Ya en 2005 encabezó El patrón de la vereda con Camila Bordonaba y, entre 2006 y 2007, tuvo participaciones esporádicas en Sos mi vida, la telenovela protagonizada por Natalia Oreiro y Facundo Arana, en la que hacía de contrafigura. Pero, para entonces, ya había decidido alejarse de la escena mediática para priorizar la crianza de sus hijas.
Cuando tenía apenas 19 años de edad y recién estaba comenzando su carrea, Bermúdez conoció a Andrea González, una maestra con la que se casó en 1989. Junto a ella tuvo a sus dos hijas: Camila, nacida en 1991, y Manuela, que llegó al mundo en el 2000. Y fue después de recibir en su brazos a la más pequeña, que empezó a pensar en un retiro, por lo menos, temporario. “Me voy a alejar un poco, hasta que las chicas crezcan”, decía. Entonces se fue a vivir con su esposa y las nenas al sur. Aún, sabiendo que de esta manera podía perder mucho dinero y que, quizá, su regreso a la actuación podría no ser tan simple.
Lo cierto es que, a lo largo de siete años, muchos se preguntaron qué había sido de la vida del actor. Y la realidad fue que, tras separarse de su pareja en 2011 y con sus hijas ya criadas, empezó a barajar la posibilidad de volver a los medios, aunque ya desde otro lugar. Se interesó por la producción y el trabajo detrás de cámara. Y, en 2014, volvió a asumir un protagónico junto a Ana María Orozco en Somos familia. Luego, con su amigo Adrián Suar, formó parte de El host, en 2018, y Los protectores, en 2022 y 2023. Y dejó en claro que nunca perdió el oficio.
En cuanto a su vida sentimental, tras su ruptura con la madre de sus hijas Bermúdez siempre evitó los rumores de amoríos. Pero en el 2020 fue sorprendido junto a la actriz y conductora Verónica Varano, con quien según se supo comenzó a charlar a través de las redes sociales hasta entablar una relación. Y con quien, fiel a su estilo, mantiene un romance de perfil bajo hasta el día de hoy.