Tal vez algún día se devele el misterio. O tal vez no. Porque la realidad es que todo lo que gira en torno a Luis Miguel está envuelto en un manto de duda. Desde su concepción y su lugar de nacimiento, hasta su paradero actual. Y es que, desde hace ya varios años, existe un mito urbano que asegura que El Sol de México, que en realidad nació en Puerto Rico el 19 de abril de de 1970 y este viernes cumple 54 años, murió y fue reemplazado por un doble que siguió adelante con el negocio que él había montado.
En sus últimas apariciones públicas, que se dieron en el marco de la gira internacional que comenzó con éxito en agosto de 2023 y que ya tiene fechas confirmadas hasta mediados de junio de este año, el cantante se mostró demasiado delgado. Y fueron muchos los que, tomándose el tema con seriedad o apelando al humor, empezaron a comparar su imagen con fotografías de 2018, la época en que se lanzó la serie sobre su vida protagonizada por Diego Boneta y que él aprobó, para llegar a la conclusión de que no se trataba de la misma persona.
Sin embargo, las teorías conspirativas que hablan del posible fallecimiento de Luismi se remontan a varios años atrás y dan dos versiones tan disparatadas como creíbles, según la predisposición del lector. La primera, sin fecha cierta, se sitúa a principios de los ‘90, cuando Carlos Salinas de Gortari era presidente de México. Se dice que, por entonces, el cantante había comenzado un romance con Cecilia, una de las hijas del exmandatario, pero que la relación no contaba con la aprobación del funcionario debido a las supuestas adicciones del artista. Y que todo habría terminado de la peor manera.
La leyenda, dada a conocer por el periodista Jorge Carbajal y por supuesto nunca confirmada por nadie, cuenta que la joven había invitado a Luismi a una fiesta en la residencia presidencial de Los Pinos. Y que, en determinado momento, el intérprete de Suave habría comenzado a sentir un fuerte dolor en el pecho. En ese momento, el resto de los invitados habría intentado ayudarlo sin éxito, por lo que el cantante terminó tirado en el suelo. Pero luego habrían dado la orden de desalojar el lugar, hasta que un médico habría anunciado su deceso. No obstante, para evitar el escándalo, este desenlace nunca fue comunicado oficialmente.
Así las cosas, luego de que el cuerpo del artista fuera enterrado junto al mástil de la bandera ubicado en el jardín del lugar, se habría convocado a un doble para que ocupara su lugar y siguiera adelante con la vida y la carrera de Luismi, que para entonces había vuelto a posicionarse a nivel mundial gracias al disco Romance que había lanzado con producción de Armando Manzanero. ¿Un disparate? Posiblemente. Pero lo cierto es que, para sumarle más condimentos a esta historia, en 2019 la vidente mexicana Deseret Tavares se alineó a esta versión al asegurar en el programa de televisión Hoy, que el cantante había muerto hacía ya varios años por orden de un hombre poderoso que no aprobaba una relación amorosa.
La segunda teoría, en tanto, no tiene nada que envidiarle a la primera. Pero, en ésta, la supuesta muerte del cantante habría ocurrido en 1992, a raíz de un accidente automovilístico que protagonizó cuando salía de juerga junto a unos amigos en Acapulco. Y que, tras su fallecimiento, su entorno se habría encargado de falsear los hechos para así poder reemplazarlo con un doble y que éste siguiera facturando en beneficio de todos los que vivían de su nombre y de sus logros.
A favor de esta versión, en la serie de Netflix se ve reflejado un hecho en el que el auto del cantante habría terminado sumergido en el mar con todos sus ocupantes adentro, cuya veracidad fue ratificada frente a los medios mexicanos por Jorge El burro Van Ranking, un íntimo amigo del artista. Aunque la realidad es que en la ficción habría algunas variantes, como la aparición de una joven llamada Fabiola que se habría llevado la peor parte. Y que no se dan indicios de que hubiera habido ninguna víctima fatal, mucho menos, que a raíz de esto hubiera perecido el propio Luismi.
Algunos fans, sin embargo, empezaron a notar algunos cambios en el artista, que en 1993 lanzó Aries, un nuevo álbum de estudio. Decían que ya no tenía la misma energía. Que les llamaba la atención que ya nunca se sentara al piano en los shows. Que no entendían por qué no había dado más entrevistas en italiano, idioma que había aprendido de su madre, Marcela Basteri. Y que los desconcertaba que se hubiera vuelto tan hermético en relación a su vida personal. La respuesta a todas estos interrogantes era la misma: estaba claro que El Rey había sido reemplazado por un impostor.
Lo cierto es que, más allá de estas historias que alimentan el interés del público, la realidad es que desde la explotación de su padre, Luisito Rey, la posibilidad de que en realidad hubiera sido engendrado por Gerald Spencer, primo de Lady Di, y la todavía nunca esclarecida desaparición de su madre en 1986, Luis Miguel ha tenido que afrontar una vida marcada por el drama. Y no en todos los casos le ha tocado ser la víctima: con su hija Michelle, fruto de su relación con Stephanie Salas, recién tuvo relación de grande y con Miguel y Daniel, los hijos que tuvo con Aracely Arámbula, casi no tiene vínculo. Pero el éxito y la fama lo acompañaron aún en los peores momentos. Y está claro que, aunque se sabe que utiliza dobles para desconcertar a la prensa en cada lugar que visita, el talento que demuestra arriba del escenario es imposible de igualar para ningún imitador, por más bueno que sea.