El joven al que le detectaron leucemia en pleno viaje de egresados y el compromiso de padrinazgo para que se convierta en chef

Para Ezequiel Espinoza, como para muchos chicos de su edad, vestir el buzo de egresado y viajar a Bariloche era cumplir un sueño. Pero el destino tenía otros planes para el joven de 19 años. Al día siguiente de llegar a la ciudad cordillerana, unos hematomas en el cuerpo le anticipaban que algo no andaba bien. En un centro de salud privado le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda. Fue derivado de urgencia a un centro médico porteño, donde ya iniciaron un tratamiento, que hoy enfrenta con esperanza y mucho coraje.

La vida no fue fácil para Ezequiel. Vivió la mayor parte de su vida en la provincia de Corrientes, donde los problemas de conducta y las constantes actitudes de rebeldía marcaban sus días. Los roces con la pareja de su progenitora y la falta de vínculo con su papá, lo tentaron para cambiar de aire. Eligió entonces mudarse a El Chaltén, en la provincia de Santa Cruz, donde vive Laura Sánchez, hermana de su mamá, a quien eligió como tutora.

Cambió el clima húmedo y caluroso de la provincia norteña por el viento patagónico y las temperaturas de un solo dígito. La mudanza le vino bien. Dejó atrás sus comportamientos erráticos y se enfocó en los estudios secundarios en la escuela Nancy Arco de la provincia del sur, la única de nivel secundario de la localidad turística.

Al concluir ese nivel académico, como ocurre con la mayoría de los colegios del país, el curso eligió a Bariloche para disfrutar del esperado viaje de egresados. Pero al segundo día de arribar a la ciudad rionegrina, un inesperado diagnóstico médico volvió a cambiar sus planes de vida.

Laura Sánchez, en diálogo con Infobae, contó que solo disfrutó una noche de boliches en Bariloche. Al despertar el día siguiente, notó unas inusuales ampollas de sangre en la boca y petequias en distintas partes del cuerpo. Acudió a una consulta médica a los consultorios que se encuentran dentro del hotel donde estaba alojado y desde allí fue derivado de urgencia a un sanatorio privado de Bariloche.

Los facultativos lo sometieron a distintos análisis médicos y de allí surgió el diagnóstico. Ezequiel tenía leucemia linfática aguda. El hemograma indicó que sólo tenía 5000 plaquetas, cuando lo habitual es entre 150 y 450 mil por microlitro de sangre.

Elías Rey, el coordinador del área de salud de la empresa de viajes de egresados, contó que el joven quedó internado aunque por la gravedad del caso era indispensable su derivación a un centro de mayor complejidad de Buenos Aires. “No tenía un solo indicador previo ni tampoco antecedentes”, dijo Rey, quien siguió de cerca la evolución del caso.

La compañía de viajes estudiantiles coordinó junto al gobierno de Santa Cruz el traslado de Ezequiel en avión sanitario, el cual aterrizó en el aeropuerto de San Fernando y desde allí fue derivado en ambulancia hasta el hospital Posadas de Buenos Aires, donde permanece internado desde el 14 de diciembre.

A pesar de que el viaje de egresados culminó unos pocos días después del traslado, la empresa estudiantil decidió acompañar la evolución de Ezequiel en ese nosocomio estatal. “Travel Rock siguió acompañándonos de forma incondicional y afrontó todos los costos, hasta la internación en Bariloche”, dijo su tía, quien a pesar de la crudeza del diagnóstico celebró que la enfermedad se haya manifestado en Bariloche, ya que El Chaltén solo cuenta con una sala médica, sin prestaciones médicas de alta complejidad. “Si nos hubiese pasado en otro lugar o si nos hubiera atendido otra empresa, tal vez la historia sería distinta”, aseveró.

La firma estudiantil, además, anunció que apadrinará al joven una vez que mejore su condición clínica. “Nos anunciaron que van a becarlo para que pueda iniciar una carrera terciaria”. Ezequiel quiere ser chef y la compañía se comprometió a cubrir los gastos que demanden los estudios.

La mujer dijo que Sebastián, el coordinador que le tocó el grupo, permanece en contacto permanente con el joven, con quien entabló “un vínculo muy cercano”. Contó además que transcurrió su cumpleaños y las fiestas internado en el Posadas, donde recibió “el verdadero calor humano de todos”.

En el Hospital Posadas, el joven fue sometido a distintos estudios médicos de complejidad, luego de los cuales inició un tratamiento de quimioterapia que está en pleno desarrollo. “Son cuatro sesiones iniciales de quimio, luego descansa y evalúan cómo está la enfermedad para decidir los próximos pasos” contó la tía del paciente.

Pero cuando promediaba la etapa inicial del tratamiento, un cuadro febril de tres días obligó a los médicos a suspender las sesiones. Luego de ese lapso, pudo retomarlas.

“La enfermedad fue una sorpresa para todos, nunca tuvo ningún síntoma e incluso en los estudios previos al viaje, no surgió ningún dato que llamara la atención” aseguró. “A pesar de lo invasivo del tratamiento, Ezequiel está muy bien, con muchas ganas de salir adelante”, contó Sánchez. El pronóstico depende de la tolerancia a las sesiones de quimioterapia. “Esto es día a día, vamos a seguir acompañándolo, tenemos esperanzas y mucha confianza en que va a salir adelante” finalizó.