En plena temporada de verano, crece la preocupación entre la sociedad ante un eventual brote de dengue, como se registró el año pasado. De esta manera, ante la gran presencia de mosquitos en la provincia de Entre Ríos, las autoridades aclararon que los insectos que circulan no corresponden a la especie Aedes Aegyypti, vector de la enfermedad.
Mediante un comunicado, el Ministerio de Salud entrerriano aseguró que “el aumento de los mosquitos no representa un riego sanitario en el contexto actual”, puesto que estos insectos pertenecen a la especie Aedes Albifasciatus.
Este tipo “no es transmisor de dengue, zika y chikungunya ni fiebre amarilla”, recalcaron y explicaron que “es un mosquito silvestre, de color castaño, denominado de inundación”. A su vez, aseguraron que es una especie “muy común en la provincia, debido a la humedad y la presencia de ríos y arroyos”.
“Estos mosquitos pican de día, necesitan luz para hacerlo. Pero en caso de explosiones poblacionales, pueden hacerlo en diferentes momentos del día”, informaron.
Para que los ciudadanos puedan diferenciar al Aedes aegypti de los mosquitos mencionados, recordaron que la especie que transmite el dengue “tiene las antenas y patas blancas y negras”. Además, “pica durante el amanecer y el atardecer” y su presencia se da entre los meses de octubre a mayo.
Por otro lado, el Aedes Albifasciatus “aparece en épocas de lluvia y alta humedad, pudiendo darse a lo largo de todas las épocas del año”.
“Es necesario evitar las picaduras, especialmente en casos de alergias, en niños pequeños y bebés. Se aconseja fumigar en espacios comunes públicos, especialmente espacios verdes, plazas y parques (de todos modos hay que tener en cuenta que esta es una estrategia temporal, ya que los insecticidas utilizados no tiene poder residual). Esta medida debe ser anunciada, detallándose las razones”, indicaron.
En ese sentido, aconsejaron el uso de repelentes corporales o ambientales, como espirales o tabletas y la colocación de telas mosquiteras en ventas y el uso de ropa de mangas largas y pantalones. “Se sugiere además mantener los pastos cortos y revisar que no haya agua acumulada en ninguna parte”, sumaron.
Aedes aegypti, el mosquito que transmite el dengue
Actualmente, el Aedes aegypti es un mosquito adaptado al entorno urbano, considerado doméstico y domiciliario debido a su capacidad para depositar huevos en recipientes pequeños con agua estancada. Estos pueden incluir tachos, macetas, charcos, neumáticos abandonados o conductos obstruidos, entre otros.
La hembra del Aedes aegypti puede transmitir el virus del dengue después de haberse alimentado con la sangre de una persona infectada, más allá de que presente o no síntomas de la enfermedad. El virus se replica en su intestino medio antes de diseminarse hacia tejidos secundarios, como las glándulas salivales.
Este proceso dura entre 8 y 12 días y varía dependiendo de la temperatura ambiente: entre 25 °C y 28 °C. Tras este período de incubación, el mosquito infectado puede contagiar a otras personas al picarlas.
Por otro lado, los machos de esta especie, reconocibles por sus antenas plumosas, no tienen un papel activo en la transmisión de enfermedades, ya que no son hematófagos, es decir, no se alimentan de sangre.
Según expertos de la OMS, una vez que el mosquito Aedes aegypti se infecta, puede transmitir el agente patógeno durante el resto de su vida.
¿Cuáles son los síntomas del dengue?
Muchas personas no tienen ningún signo ni síntoma de una infección por dengue. De hecho, es posible que cuando se presenten se los confunda con otras enfermedades, como la gripe. Suelen comenzar de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado.
La fiebre del dengue causa una fiebre alta de 40 grados Celsius y cualquiera de los siguientes signos y síntomas:
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares, óseos o articulares
- Náuseas
- Vómitos
- Dolor detrás de los ojos
- Glándulas inflamadas
- Sarpullido