Las malas condiciones climáticas que registra la ciudad de Punta del Este desde el comienzo del 2025 es, por estas horas, el principal obstáculo para encontrar a Franco Toro, el argentino desaparecido en el mar el pasado 1 de enero. Pero a esta complicación ahora se le sumó el paso del tiempo: a cuatro días del hecho, la Prefectura Naval Uruguaya cree que el joven ya está muerto y que su cuerpo pudo haber sido arrastrado por el oleaje más allá del radio en el que se lo buscaba.
Frente a este escenario, las autoridades uruguayas decidieron este viernes ampliar el perímetro de búsqueda tanto por mar como por tierra y solicitaron un raid aéreo a fin de reforzar el operativo también por aire, según informaron fuentes de la fuerza local a Infobae.
Hasta ahora, Toro era buscado en el agua dentro de un rectángulo de 1600 metros de ancho. La misma distancia se delimitó para los rastrillajes por tierra, que son los únicos que pudieron mantenerse activos en las últimas horas debido a los riesgos que suponen adentrarse al mar en medio del mal clima.
Sin embargo, tras más de 72 horas del argentino en el agua y con los vientos de hasta 35 kilómetros por hora que azotan a la ciudad balnearia, las autoridades dan por sentado que el joven de 30 años fue desplazado por el oleaje y que ya no está cerca del denominado “punto cero”, como se conoce al lugar exacto en el que desapareció.
Por eso, desde el sábado, y si las condiciones meteorológicas lo permiten, la Prefectura Naval extenderá el radio de búsqueda por mar unos cinco kilómetros: desde la Parada 15 de La Brava hasta Punta Salinas, el punto más austral de Uruguay.
Por tierra, en cambio, los rastrillajes se alargarán hasta la zona de José Ignacio, de acuerdo a lo detallado a este medio. La distancia es de 30 kilómetros aproximadamente entre un punto y otro. A esto se le sumará el refuerzo aeronaval, que rastreará el cuerpo de Toro desde el aire.
“A medida que pase el tiempo, se extenderá más el radio de búsqueda”, aseguró un prefecto a este medio con respecto al operativo, el cual está pautado que se realice al menos cuatro días más. Si hasta entonces no hay novedades, las autoridades definirán si se levantan los rastrillajes o si seguirán intentando por otro medio.
Este panorama disminuye la probabilidad de que el argentino esté atorado en el barco Santa María del Luján, que se hundió hace casi seis décadas en la zona donde desapareció Toro. Se trata de la primera hipótesis de los agentes navales. Y aunque no está descartada, por el momento cobró más fuerza el hecho de que haya sido arrastrado por la corriente.
El lugar donde ocurrió el accidente es uno de los más complicados porque “la rompiente no permite bajar en cualquier momento”.
“Es uno de los puntos más conflictivos porque allí se produce el encuentro de las aguas dulces del Río de la Plata y el agua salada del océano Atlántico. La correntada es fuerte en ambos sentidos. Por eso, las corrientes de retorno o resaca son más fuertes que en otras playas. También la presencia de rocas y el acceso difícil son otros factores que hacen que se desaconseje el ingreso a esas aguas”, explicó el presidente de la Liga Naval Argentina, Fernando Morales, ante la consulta de Infobae.
Es por eso que a partir de ahora “la seguridad del personal está primero”, advirtió el prefecto Sorribas. “Se empezó a sentir la fatiga del personal, tenemos que entrar en un sistema de relevos que disminuye la cantidad de gente disponible”, aseguró.
El joven argentino se encontraba trabajando en un local gastronómico de Punta del Este en el marco de la temporada de verano. Es tatuador de oficio y artista plástico, y se encontraba celebrando Año Nuevo junto a cinco compañeros de trabajo cuando ocurrió el incidente.