Qué es la caja negra de un avión y por qué puede ayudar a esclarecer el accidente en San Fernando

El dispositivo fue retirado de los restos de la aeronave anoche, y será sometido a las pericias correspondientes

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El incendio fue controlado por bomberos locales y de la Policía Federal

Anoche, cerca de las 23:30, las autoridades extrajeron la caja negra del Challenger 300, matrícula LV-GOK, el avión privado que despistó ayer cuando regresaba de Punta del Este, Uruguay, e impactó contra una vivienda lindera al Aeropuerto de San Fernando, lo que ocasionó la muerte del piloto y del copiloto.

El dispositivo, ahora, será sometido a las pericias correspondientes. Los resultados de ese proceso serán considerados claves para la investigación, debido a que brindará acceso a los últimos registros previos al choque y determinaría si hubo algún tipo de desperfecto técnico que hubiera influido en el aterrizaje.

Imagen aérea de los restos
Imagen aérea de los restos del avión que despistó en San Fernando

La caja negra de un avión está compuesta de dos dispositivos de registro cruciales para la investigación de accidentes aéreos: el registrador de datos de vuelo (FDR, por sus siglas en inglés) y el registrador de voz de cabina (CVR, por sus siglas en inglés).

El FDR almacena información sobre los sistemas de la aeronave, como la velocidad, altitud y rumbo, mientras que el CVR graba las conversaciones de la tripulación y otros sonidos en la cabina. Estas cajas negras están diseñadas para sobrevivir a accidentes graves y son vitales para entender qué sucedió durante un incidente aéreo.

La jueza Arroyo Salgado en
La jueza Arroyo Salgado en el lugar del incidente (Jaime Olivos)

A esta investigación se le sumará la autopsia a los cuerpos de las víctimas, el piloto Martín Fernández Loza y el copiloto Agustín Oforte. Los resultados de la necropsia serán pertinentes para dilucidar si alguno de ellos sufrió algún problema de salud previo a que se estrellara la nave.

Sin embargo, la evaluación preliminar realizada por el personal de la Policía Federal planteó la posibilidad de que ambos hayan muerto por una asfixia provocada por la inhalación del monóxido de carbono que se acumuló en el interior del avión.

Las autoridades pusieron precintos en
Las autoridades pusieron precintos en la zona del siniestro del avión (Foto: Maximiliano Luna)

El caso es investigado por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, titular del Juzgado Federal N°1 de San Isidro, quien dispuso las primeras medidas requeridas para poder determinar cuál fue el motivo que provocó el siniestro.

Hasta el momento, se estableció que el Challenger 300 -propiedad de la familia de Jorge Brito, titular del Banco Macro y presidente de River Plate- inició viaje a las 11:12, cuando partió desde Punta del Este hasta aterrizar en Uruguay, a las 11:44. Una hora más tarde, el avión volvió a despegar rumbo a San Fernando y, a las 13:18, se reportó el accidente.

El avión entró pasado a la pista y por alguna circunstancia no pudo frenar, terminó despistándose e impactando con viviendas que están al lado del aeropuerto”, detallaron fuentes aeronáuticas, en referencia al recorrido que realizó la nave hasta estrellarse en la zona de viviendas bajas.

Una vista de drone muestra
Una vista de drone muestra a personas de pie en el lugar de los restos de un avión Challenger 300 que se estrelló cerca del aeropuerto de San Fernando, en las afueras de Buenos Aires (Reuters)

Quiénes eran el piloto y el copiloto

Oroforte, de 35 años, también era empleado de Banco Macro y se presentaba en su perfil de LinkedIn como piloto privado de avión de la Fuerza Aérea Argentina, de vuelos comerciales y con habilitación tipo Challenger 300, como en el que viajaba cuando falleció.

Trabajaba en la institución bancaria desde enero de este año, luego de haber sido empleado de varias empresas vinculadas al rubro aeronáutico y estaba en pareja. Su domicilio registrado estaba en la ciudad de Posadas, Misiones, pero era de la zona Oeste del Conurbano.

Mientras que Fernández Loza, de 46 años y con domicilio registrado en la localidad bonaerense de Martínez, aparece en los registros como ex empleado de Austral Líneas Aéreas. Era el comandante de la avioneta.

Compartía la pasión de volar con uno de sus hermanos, quien también es piloto. Susana C., conocida del comandante de la aeronave, posteó un mensaje de despedida en Facebook: “En este casi año entero de conocerte y compartir, querido Martín Fernández Loza, aprendí a quererte y admirarte, por tu alegría de vivir, tu simpatía, calidez, tu hombría de bien, tu fuerza para sobreponerte a las calamidades de la vida, eras un gladiador".

“Buenazo, con esos ojos hermosos, gracias por hacer tan feliz a mi hija. Vuela alto Comandante, más alto que el cielo, hasta Dios... Y ahí te encontrarás con mi mamá, a la que quisiste conocer y no pudiste. Desde ese lugar en donde están ahora, sé que la cuidarán y guiarán a Franca, para que encuentre el consuelo que no tiene. Que en paz descanses”, completó.

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