Martín Fernández Loza (46), uno de los dos pilotos que perdieron la vida este miércoles en San Fernando, fue víctima de un violento robo durante su juventud y terminó en coma. Lo asaltaron en lo que hoy es la línea Belgrano Norte de trenes mientras viajaba a la escuela de aviación del aeropuerto de Don Torcuato.
Corría el mes de septiembre de 1998 y, por entonces, Fernández Loza tenía 20 años. Ya había alcanzado el título de piloto civil, pero siguió avanzando en su carrera.
Según la crónica periodística del diario Clarín, que reportó el hecho policial, el piloto salió desde su casa en la localidad de Munro y se encontraba dentro de la formación cuando intentaron robarle.
Lo encontraron más tarde a un costado de las vías -a 30 metros de la estación vicealmirante Montes-, ya que después del forcejeo con el delincuente se cayó del tren, que viajaba con las puertas abiertas. “Sufrió varios cortes y golpes y traumatismo de cráneo”, publicó entonces el matutino.
“Nuestro hijo no era de saltar del tren en movimiento. Y además, ¿qué sentido iba a tener que se bajara del tren en esa estación si él estaba yendo a Don Torcuato?”, le dijeron al diario los padres del piloto, Ester Del Arco y Eduardo Fernández Loza.
De la mochila le sacaron el walkman -uno de los primeros reproductores de música portátiles- y su billetera. Por si fuera poco, mientras estaba inconsciente, alguien le arrebató el reloj.
Tras la atención primaria en el hospital, Martín Fernández Loza continuó su internación en una clínica privada de San Isidro. Se recuperó del coma varias semanas después del robo.
¿Quién era Martín Fernández Loza?
De 46 años y con domicilio registrado en la localidad bonaerense de Martínez, este piloto aparece en los registros como ex empleado de Austral Líneas Aéreas. Era el comandante de la avioneta que se estrelló en San Fernando.
Compartía la pasión de volar con uno de sus hermanos, quien también es piloto.
Fuentes aeronáuticas dijeron a Infobae que tanto Fernández Loza como Agustín Orforte, la segunda víctima fatal, “tenían todas las licencias y cursos de vuelo aprobados por la autoridad competente”. También destacaron que estaban “familiarizados con la ruta de vuelo que realizaron y el aeropuerto”.
Y explicaron: “El avión estaba en perfectas condiciones de aeronavegabilidad, cumpliendo con todos los estándares de seguridad”.
En tanto, los investigadores del accidente también están evaluando cómo fueron las primeras tareas de emergencia. Fuentes aeronáuticas aseguran que los bomberos tardaron al menos siete minutos en llegar al lugar en donde se produjo el impacto. Además, no tenían los elementos necesarios para abrir la cabina y rescatar a los pilotos.
“Si hubieran llegado antes, y con los elementos adecuados, probablemente estaríamos hablando de otro desenlace”, explicaron especialistas en la materia.
Las familias de Fernández Loza y Orforte llegaron en cuestión de minutos al aeropuerto de San Fernando, tras recibir el aviso. Luego de que se empezara a difundir la noticia, sus allegados los despidieron en redes sociales.
Susana C., conocida de Fernández Loza, posteó un mensaje en Facebook: “En este casi año entero de conocerte y compartir, querido Martín Fernández Loza, aprendí a quererte y admirarte, por tu alegría de vivir, tu simpatía, calidez, tu hombría de bien, tu fuerza para sobreponerte a las calamidades de la vida, eras un gladiador. Buenazo, con esos ojos hermosos, gracias por hacer tan feliz a mi hija. Vuela alto Comandante, más alto que el cielo, hasta Dios... Y ahí te encontrarás con mi mamá, a la que quisiste conocer y no pudiste. Desde ese lugar en donde están ahora, sé que la cuidarán y guiarán a Franca, para que encuentre el consuelo que no tiene. Que en paz descanses”.