Una trágica muerte conmociona a la localidad chaqueña de Charata, donde una niña de 3 años falleció en la madrugada del sábado, tras recibir un disparo accidental de un rifle de aire comprimido que manipulaba su hermano de 10 años.
El incidente comenzó hacia las 21 de la noche del viernes en el barrio Centenario, en el interior de una vivienda familiar.
Según el relato de la madre de los menores, una mujer de 35 años identificada como G. C., el accidente se desencadenó mientras ella se encontraba en otro área de la casa. Durante ese momento, el chico utilizaba un rifle de aire comprimido que pertenecía a su padre.
Si bien las circunstancias aún no fueron esclarecidas, el nene logró hacerse del arma, con municiones cargadas o al alcance de la mano, y apretó el gatillo de manera accidental, causándole una herida grave y mortal a su hermana en la zona del cuello.
Luego del fogonazo, los gritos de auxilio de la madre alertaron a un vecino de 50 años, identificado como C. C., quien acudió rápidamente al lugar y, junto a otra vecina, trasladó a la niña al hospital local.
En la primera internación, la nena continuaba con vida. En el centro de salud, los médicos diagnosticaron una herida en el maxilar inferior, acompañada de signos de enfisema generalizado y edema.
Debido a la gravedad del caso, la menor fue posteriormente derivada al Hospital 4 de Junio, en la ciudad de Sáenz Peña, para recibir atención especializada.
En este segundo hospital, los médicos detectaron un orificio de entrada, de aproximadamente un centímetro en la región supraesternal y la estabilizaron mediante intubación, indicaron medios locales. En ese marco, la trasladaron a una institución de mayor complejidad, el Hospital Pediátrico “Avelino Castelán”, de Resistencia, para someterla a una cirugía de emergencia.
Sin embargo, cuando eran las 2.45 de la madrugada, la pequeña llegó sin signos vitales al último centro médico. A pesar de los todos los esfuerzos médicos, falleció.
El diagnóstico final realizado por los profesionales de la salud indicó que la causa del deceso fue un “paro cardiorrespiratorio post traumático por insuficiencia respiratoria, debido a probable lesión de vía aérea causada por proyectil de arma de aire comprimido”. Además, se informó que el cuerpo de la niña será sometido a una autopsia para esclarecer más detalles sobre las causas exactas de su fallecimiento.
No es extraño que sucedan tragedias de este tipo en el ambiente doméstico, ante la presencia de armas en el hogar. Recientemente, ocurrió otro caso similar al de Charata en Santiago del Estero. Fue en octubre pasado, cuando una adolescente de 13 años murió también por recibir un tiro en el cuello de parte de su hermano de 10 años. Aquel episodio se produjo a unos 20 kilómetros de la localidad de Los Juríes, perteneciente al departamento General Taboada, a más de 260 kilómetros de la ciudad capital.
Nuevamente, aquel desenlace fatal se concretó cuando la madre estaba en el patio trabajando de la vivienda precaria en la que vive la familia, al producirse la detonación. La adolescente murió en el acto. Según la reconstrucción de los hechos, el arma, una escopeta calibre 12 con culata de madera, yacía a pocos metros de la otra cama de una plaza, sobre el suelo. El fusil era propiedad de la familia y la utilizaban para la caza de animales silvestres.
Ante la presencia de diferentes tipos de armas en el hogar, la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) recomienda a los usuarios “evitar despertar la curiosidad de los niños” y no “dejar al alcance de ellos las armas que poseas o sus municiones”. “Explicales a los chicos el riesgo que implica el manejo inadecuado de las armas de fuego”, y “enseñales que las armas de fuego no son juguetes”, indica el organismo de control, en el sitio web oficial. Y finaliza: “Guardá tu arma de fuego, descargada y separada de su munición, en un lugar seguro bajo llave, preferentemente en una caja fuerte”.